Publicado por DV & archivado en General, Gentes, Huelga General.

Es arriesgado hacer una análisis de lo ocurrido estos dias en Catalunya solo podremos saber a ciencia cierta lo que va a suponer cuando el tiempo nos de la distancia suficiente para comprenderlo.

Lo que si que podemos afirmar es que, pase lo que pase, el pueblo Catalán no va a volver a ser el mismo. No van a ser los mismos los vecinos que se han encontrado en los CDR (Comites de defenda del Referendum) que han surgido en todos los barrios y pueblos de Catalunya. Comites transversales, que unen a quienes nunca antes se habian organizado con militantes de la ANC, la CUP o anarquistas. Comités que se organizaron para defender las escuelas, protegerse de las agresiones de nazis y fuerzas de ocupación, que organizaron la llegada de unas urnas con dinámicas de practicamente clandestinidad.

Uno de los 5 CDR de Manresa preparando la huelga

 

Pero que no pararon su actividad con el 1 de octubre, sino que continuaron encontrandose para organizar la huelga del 3 de ocubre. Y que hay quienes apuestan por que continuen durante todo el proceso constituyente y mas allá, como nuevas instituciones, como espacios de toma directa de decisiones, para hablar de la independencia, pero también de la sanidad, la educación o el trabajo.

Y es que no se puede comprener el movimiento idependentista catalán sin la presión desde abajo. Sin las diadas masivas, los referendums, los debates en los pueblos y barrios.

Esta semana ha sido la demostración de que un pueblo fuerte, organizado y consciente tiene capacidad para vencer a un estado que llevaba meses repitiendo que “no se iba a haber el referendum”. Pero al final el referendum fué ly miles de personas, a pesar de la violencia (o gracias a ella) votaron. Porque fueron muchos los que no iban a votar hasta que vieron las imágenes de violencia hacia las suyas, las que pusieron el voto en esas urnas como grito de desobediencia, quienes sin creer en el nuevo Estado Catalán pusieron sus cuerpos para defender a las votaciones.

Porque la mayor contradicción es no hacer nada, o hablar con tibieza y equidistancias, posicionandose de esa manera junto a un Estado Español franquista. Porque no se puede hablar de “guerra entre pueblos” cuando se trata de un Estado armado militarmente y con toda una estructura a su disposición contra un pueblo desarmado que, recordemos, no tiene el apoyo de unos Mossos d´esquadra que también quitaron urnas y cargaron el dí­a 20.

Posicionemonos junto al derecho de autodeterminación de los pueblos y veamos este momento como una posibilidad de romper con el regimen del 78, de romper España, de decir que Castilla no somos la cuna del fascismo y que vamos a apostar por una confederación de pueblos que mande al vertedero de la historia este Estado criminal.

Emma Saornil

Artí­culo recibido a la redacción de DV.

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