Publicado por DV & archivado en Asamblea de Solidaridad Permanente, Burgos.

explotacion2Hace unos dí­as leí­ este macabro testimonio sobre la experiencia de trabajar en Randstad y La Flor de Burgos, evidentemente, no me dejo indiferente y recomiendo que leas antes de continuar con el artí­culo.

 

Leticia pide máxima difusión de su Carta y desde luego en este medio tiene todo nuestro apoyo para dar eco a la misma y al posterior juego de llamadas y falsas oportunidades de Randstad. Su experiencia es muy dura y las represalias por este tipo de acciones no se deberí­an quedar solo en el anuncio de las mismas, algunos pensarán en el boicot, evidentemente yo no compraré más cosas de La Flor de Burgos y tu tampoco deberí­as, pero ¿Es eso suficiente?. Puede que el hueco comercial lo ocupe otra empresa que sepa silenciar mejor a sus trabajadores, mejor incluso que la misma Flor de Burgos que con un twitter privado o una simple búsqueda en google cuesta encontrar información que no sea el autobombo, la promoción de sus productos, noticias económicas sobre su solvencia o incluso donaciones al banco de alimentos, la imagen de las empresas está bien cuidada.

Leticia tiene mucha valentí­a en pregonar a los cuatro vientos su situación personal pero estoy seguro que muchos no la han tenido. ¿Cuantos vecinos son explotados miserablemente en La Flor de Burgos?, ¿En Randstad?, ¿En otras ETTs?.

Un Comentario para “Randstad La Flor de Burgos”

  1. A las cosas por su nombre:

    Cuento del leñador.
    (Leí­do por el presidente de la FAE Burgos_Federación asociaciones empresariales en la pasada “celebración y recientes premios oro al empresariado Burgalés).

    “Esto era un leñador que fue a pedir trabajo a una serrerí­a. Le contrató el dueño por su gran muestra de entusiasmo y su fuerza. El leñador muy contento va y corta el primer dí­a 18 árboles enormes y bien altos. Y piensa que podrá cortar más por su espirí­tu de superación y al dí­a siguiente quiere aumentar esa cifra. Va al dí­a siguiente y corta sólo 15 árboles. Muy entristecido, prueba otro dí­a y corta menos árboles que el primer y el segundo dí­a. Todo preocupado va donde el jefe y le dice que querí­a cortar muchos árboles como el primer dí­a y que él lo intenta pero no puede. A lo que va el empresario y le dice: ¿has probado a afilar tu hacha? Esque no tengo tiempo para afilarla, le reponde el leñador.”

    Moraleja: llegará ese dí­a y ese momento de revancha que tengamos bien afiladas las hachas y tengamos el valor, la fuerza y el número suficiente y la unidad y sin remordimimientos cortémos la cabeza a todo explotador, a todo opresor y tirano, a todo defensor y lameculos del patrón y a todo parásito social porque no les necesitamos.

    ínimo Leticia!

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