En julio una joven burgalesa fue hospitalizada por ser brutalmente violada.
De manera espontánea el 19 de julio cientos de personas salimos a las calles en repulsa, desde el Cid haciendo un recorrido por las calles peatonales del centro.
La sorpresa fue que terminada la manifestación espontánea dos policías nacionales se acercaron con actitud intimidatoria pidiendo la identificación de una de nuestras compañeras cuando ya se iba a su casa. Esta, entendiendo que este tipo de medidas solo tienen el objetivo de amedrentar a quienes se organizan contra las violaciones y asesinatos cotidianos decidió negarse. Esta decisión fue respaldada colectivamente, y la policía tuvo que desistir de su actitud intimidatoria e irse de la plaza con cabeza gacha entre gritos de “fuera, fuera” y “no tenemos miedo”. Aún así, la pancarta usada con la premisa “CONTRA LAS VIOLENCIAS MACHISTAS LUCHA FEMINISTA” fue requisada por los dos policías nacionales.
Hace unos días, aplicando la Ley Mordaza, a esta compañera la llega una denuncia por desobediencia. Exigiéndole el pago de 601 euros.
No comprendemos como ha llegado esta carta sin estar la compañera fichada policialmente ni identificada en este día. Haciéndonos presuponer que tal vez hubiera ficheros de militantes feministas y otros colectivos combativos de nuestra ciudad.
Entendemos que no es un caso aislado, ni individual, sino que responde a objetivos de represión política. Por ello haremos frente a esta multa y a todas las que lleguen de manera colectiva.
Aviso a navegantes:
Vamos a seguir desobedeciendo.
Las calles son nuestras.
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