Publicado por DV & archivado en Burgos.

im1150burgos_2016Cuentan algunos que la comisión que representaba a nuestra ciudad candidata como capital europea 2016 fue interrogada a fondo sobre el papel jugado por Burgos durante la guerra civil y el franquismo. Desconozco si esta fue una de las claves que hicieron decantase la balanza en la decisión final del jurado hacia otra de las ciudades candidatas, pero lo que si que puedo afirmar es que en Burgos determinadas instituciones no han sabido o no han querido sacudirse de los estigmas del pasado.

Una vez que se ha conocido la decisión del jurado que ha otorgado la capitalidad cultural europea a Donosti para el 2016 han salido a la luz algunas cuestiones que siempre hemos tenido presentes en este y otros medios de comunicación afines. Burgos es una ciudad que desgraciadamente no ha sabido sacudirse de la pesarosa herencia franquista que la ha acompañado durante décadas. Y no ha sabido librarse de tal imagen que aún hoy se proyecta al exterior no porque sus ciudadano no lo hayan querido, sino porque existe una patologí­a social en las mentalidades y formas de actuación de una buena parte de nuestras instituciones locales.

Según parece la comisión polí­tica y cultural que se desplazó a Madrid para presentar la candidatura de Burgos 2016 fue interrogada a fondo por cuestiones relacionadas con el papel preeminente que Burgos jugó durante el desarrollo de la guerra civil como capital emblemática del bando franquista. Tales cuestiones levantaron las suspicacias de la parte polí­tica de la comisión que representaba a Burgos y ahora están siendo esgrimidas de una manera que recuerda a la pataleta de un pésimo perdedor: “si San Sebastián tiene una historia de violencia polí­tica Burgos también y sin embargo ha sido marginada”.

Lo cierto es que durante décadas en Burgos las iniciativas culturales por superar el duro trauma del franquismo han brillado por su ausencia. Burgos ha sido una ciudad en la que hasta hace no demasiado tiempo caminar por sus calles significaba tener muy presente hechos, personas y monumentos que contribuyeron a que nuestra ciudad ostentase el dudoso galardón de Capital de la Cruzada. La nuestra ha sido una clase polí­tica que no ha sabido sacudirse de todo el oropel cultural e ideológico recibido como herencia de un régimen al que muchos de los polí­ticos locales ni siquiera han condenado.  Una patologí­a social de la que los ciudadanos están aun lejos de librarse a costa de una clase polí­tica que conserva las formas y modos de actuación propias del anterior régimen y que actualmente configuran su perfil ideológico.

Rotundo fracaso constituye la iniciativa “Burgos cuenta” impulsada desde la candidatura de Burgos 2016 por acercarse a una de las etapas más traumáticas de la historia de nuestra ciudad de una manera completamente acrí­lica y en algunos casos casi aduladora. No podrí­a ser menos cuando hablar de Memoria Histórica en Burgos constituye casi automáticamente ser tachado de “desafecto” o anti-burgalés.

La clase polí­tica asentada en Burgos ha demostrado que está ampliamente incapacitada para superar la herencia que el franquismo ha dejado insertada en la ciudad porque aún conserva los ropajes ideológicos de aquel régimen en sus formas de actuación cotidianas; cuando responde con violencia a las demandas vecinales, cuando responde con represión a las reivindicaciones polí­ticas legí­timas, y cuando, en definitiva, no tolera otras formas de concebir la cultura que no sean las que quedan definidas por las relaciones estrictamente mercantiles.

No es fácil librarse de los estigmas del pasado, pienso que los habitantes de Burgos se esfuerzan en hacerlo, porque, aún a pesar de las mentalidades de muchos de los prohombres de la polí­tica local, Burgos no es solo la Capital de la Cruzada, ni mucho menos, porque, como ya dijeron otros Burgos es “ la ciudad de Antonio José, de Luis Martí­n Santos, de Virgilio Mazuela, de Gonzalo Anaya, de los vecinos de Eladio Perlado, y de tantos otros, algunos de los cuales se encuentran en las cunetas de las carreteras por haber defendido sus ideas y la libertad”.

Modesto Agustí­

5 Comentarios para “Estigmas del pasado”

  1. Anónimo

    Somos unos estafados, la gente se ilusiona mucho con las mierdas que nos venden los polí­ticos.

  2. Luján

    La información sobre las preguntas a cerca del franquismo se mencionaron en un articulo de de DB justo el dí­a después del fallo del jurado.

  3. mendas

    Vaya, no conocia el revuelo que se habia montado con el tema en el diario de méndez.

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