La publicación anarquista afincada en Madrid Todo por Hacer está difundiendo ya un nuevo número de su publicación mensual correspondiente a este mes de mayo de 2014. Entre otros textos Todo por Hacer incluye entre sus páginas una interesante reflexión sobre el fenómeno mediático que se ha desatado en torno al grupo armado denominado Resistencia Gallega, cuya existencia no son los únicos en dudar y apuntar a que se trata de un recurso que desde determinados media se está empleando en la tarea de criminalizar la protesta social.
“Los medios de comunicación te harán amar al opresor y odiar al oprimido”.
– Malcom X
Tras la ficticia carta de nuestro “ciudadano medio” a los medios de comunicación en la página anterior, no queríamos pasar a otros temas sin antes tratar de realizar un análisis un poco más en profundidad de ese papel que están jugando los medios y a qué intereses responde, alejándonos ya de la perspectiva un tanto inocente del protagonista del anterior relato.
Pero… Resistencia Galega ¿Existe o no existe?
No seremos nosotros/as quienes respondamos a esta pregunta, lo que aquí nos interesa es poner de manifiesto cómo la prensa y demás medios de comunicación hacen el juego a la policía e intentan generar una nueva figura terrorista, y es que queda claro que si algo puede ser un adiestrador de masas y regulador del control social son los medios de comunicación. Ellos mismos son los que crean la realidad y generan la opinión pública, dentro de la premeditada cultura del miedo. Se genera un temor entre la población, creado a propósito, en base a mentiras, repetición masiva de unas noticias y omisión de otras, exclusión de ciertos discursos que se salen de lo establecido y favoreciendo políticas que buscan el control social y eliminación de cualquier síntoma de ataque a la realidad establecida por los intereses capitalistas. Al igual que tiempo atrás había un grupo armado organizado y cuantitativamente potente, ETA, ahora en “horas bajas” necesitan otro monstruo, otro demonio al que echarle la culpa y poder generar y argumentar ese miedo social del que antes hablábamos. No es nuevo eso de tildar de terrorista todo aquello que suponga una resistencia y se salga de los cauces permitidos por la democracia.
La última protesta ocurrida en Madrid, la del 22 M, en la que miles de personas salieron a la calle, acabó en disturbios y la policía acabó sufriendo en sus carnes la rabia popular. Nosotros/as no vamos a entrar a valorar si hubo estrategia policial prevista para reventar la protesta, ni vamos a entrar en el juego victimista de los organizadores. Pero sí queremos razonar cómo la clase política y sus voceros de los medios de comunicación rápidamente han intentado deslegitimar la lucha. Dentro de esta campaña de deslegitimación ha aparecido en varias noticias el nombre de “Resistencia Galega”, definido, por ellos mismos, como grupo terrorista que encabezaba las protestas de “los/as radicales”. Según algunos medios, como por ejemplo El Confidencial el pasado día 27 de marzo: “Los activistas de Resistencia Galega que bajaron a Madrid, más de 600, que provocaron los mayores incidentes el 22-M tenían un plan de acción bien definido: camuflarse hasta tener ocasión de atacar a los agentes antidisturbios. Para ello, viajaron con bolas de acero y piedras -que arrojaron a los policías-, y también con navajas y demás armas blancas para buscar el “cuerpo a cuerpo” con los agentes. Reflexionando un poco sobre esta noticia, lo primero que se nos ocurre es pensar que no tiene mucho sentido pegarse la paliza de 600km y pagar la pasta de la gasolina para únicamente enfrentarse a los antidisturbios… buscando alguna explicación, debe ser que en Galicia no poseen dicha fauna y tienen que bajar a Madrid para buscarlos. Pero sobre todo nos llamó la atención eso de que se bajaran las piedras desde Galicia, según El Confidencial, que debió de hacer alguna prueba geológica para saber el origen de las mismas, a Resistencia Galega no le gusta tomar nada prestado, ni siquiera los adoquines de Madrid y algo que también nos ha sorprendido es que tratándose de 600 personas, ni siquiera en sus detenciones arbitrarias, pillaran a ningún/a gallego/a, esta gente debe de ser muy profesional…
Sí, señor periodista
Curiosamente en estas fechas, cuando se estaba esperando la sentencia del Tribunal Supremo respecto de los recursos de casación presentados por cuatro personas condenadas en la Audiencia Nacional por formar parte de esta organización armada y por tenencia de explosivos, la policía, como forma de presión, ha estado mandando “informes” a los medios de comunicación para demonizar el nombre y por tanto a los/as acusados/as. Al igual que ocurre con las dos personas que han ingresado en prisión, con motivo de la movilización del 22M, así como con las detenciones que se están produciendo en los últimos meses en el en todo el Estado, existe un juicio previo que se hace desde los medios dando por verdad la palabra de la policía y de paso emitiendo un aviso a navegantes de que el/la que proteste y rechace el juego de la democracia sufrirá en sus carnes la privación de libertad. Volviendo a la sentencia del Supremo, ésta se dictó un mes y pico después del 22-M, confirmando la existencia de la organización terrorista (todavía “en fase incipiente”) y la pertenencia de los/as acusados/as a ella. Aún así, reconoció la desproporción de las penas impuestas por la Audiencia Nacional y redujo las condenas a todos/as ellos/as: de 18 a 13 años y nueve meses de prisión para dos de ellos y de 10 a 7 años y nueve meses para los/as dos restantes. Sin embargo, desde mucho antes de la publicación de la resolución judicial para El Confidencial, El País, ABC, El Mundo, la SER y un sinfín de medios de comunicación, estos cuatro acusados eran terroristas y de los buenos… ¿para qué vamos a esperar a ver lo que dice el juez? Nuestra verdad ya la creamos nosotros/as.
También en estos últimos tiempos hemos visto el ímpetu de la policía a través de los medios de comunicación en clasificar a los/as anarquistas y otros grupos informales como piezas perfectamente ensambladas de una estructura espectacularmente organizada y con conexiones en todo el mundo. Parece que para todo hay que estar organizado jerárquicamente, no se entiende la horizontalidad ni la rabia popular, siempre que haya disturbios o son hooligans que disfrutan con la violencia por la violencia o es un grupo armado perfectamente jerarquizado que pretende sembrar el terror… pero tampoco nos sorprende que en este mundo regido por las relaciones capitalistas sean pocas las personas que entiendan la espontaneidad, la autonomía y la horizontalidad. Y es que en esta época de reestructuración capitalista, crisis, recesión, subida de la prima de riesgo o demás términos con lo que quieran tapar este reajuste que está imponiendo la pura lógica capitalista, en donde las desigualdades se acentúan y empieza a resquebrajarse, en ocasiones, su preciada paz social, intentan, desde arriba, que posibles conatos de deslegitimación de este sistema o de formas de vida que impone el capitalismo no consigan entenderse ni extenderse y continuemos aceptando su teatro democrático cada 4 años.
Queremos desmontar el tratamiento de los medios al 22M, defendiendo a los antidisturbios y victimizándolos (si no le gusta que les peguen ya pueden ir pensando en hacerse panaderos/as), creando esa figura demoniaca de Resistencia Galega y deslegitimando cualquier acto de rabia tratándolo como algo propio de grupos organizados. Con estas palabras no queremos quedar de víctimas, ya sabemos que el que se enfrenta a este sistema puede sufrir pelotazos, palizas, la cárcel o demás actuaciones de la justicia democrática. Así que, para acabar queremos mostrar nuestra solidaridad con los/as detenidos/as y con los encarcelados el 22M, así como con los/as acusados/as de pertenencia a Resistencia Galega.
Salud a los/las que luchan.
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