Hace 80 años el ejército español se levantaba en armas contra la República. Se encontró con una sociedad organizada, con un pueblo en armas. Era la primera vez que el pueblo en una batalla urbana era capaz de derrotar un ejército moderno.A continuación, se desató una incontenible euforia popular. Había estallado la Revolución.
Si la guerra civil duró tres años terribles fue porque el pueblo había derrotado el ejército regular que se sublevó. El mismo pueblo, a través de sus organizaciones, creó de la nada un ejército que lo enfrentó y lo contuvo, hasta que el aplastamiento en la retaguardia republicana de la Revolución hundió la moral de resistencia y erosionó las posibilidades reales de resistir.
Durante los próximos días tendrán lugar numerosos actos convocados por los diferentes sindicatos y colectivos que se sienten herederos de aquella epopeya. Animamos a que no caiga en el olvido y que intentemos aprender las lecciones que sean aplicables hoy en día y que se van desprendiendo poco a poco de los estudios hechos sobre la época. No podemos copiar acríticamente el modelo de hace 100 años, igual que no podemos trasladar automáticamente el modelo de otros procesos revolucionarios de otras tierras a la nuestra. Pero podemos aprender cómo se construyó un movimiento popular de marcado carácter socialista y libertario en base a luchas sociales que duraron décadas y en base a la reivindicación histórica de unidad de la clase trabajadora. Más información sobre la Revolución Social en julio de 1936 en alasbarricadas.org
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