El pasado 30 de junio fue desalojado el C.S.O.A Escárnio e Maldizer de Santiago de Compostela.
Dicho centro social ha emitido un comunicado del cual queremos hacernos eco y mostrar nuestro apoyo hacia los compañer@s del C.S.O.A Escárnio e Maldizer de Santiago de Compostela.
DEFENDAMOS LOS CENTROS SOCIALES
DEFENDAMOS EL ESCíRNIO E MALDIZERBloque a bloque se deshacen los muros
Si nos quitan los espacios, multiplicamos la solidariedadEn el año 2014, un grupo de vecinas de Compostela okupamos el antiguo local de la agrupación de baile y canto tradicional Cantigas e Agarimos cerrado desde el 2011. El C.S.O.A Escárnio e Maldizer aparecía así como un espacio para la gente en el casco
viejo de la ciudad diseñado hoy para el turismo masivo y alejado de las necesidades de lxs vecinxs. Durante tres años trabajamos intensamente en este proyecto; rehabilitamos el edificio; lo llenamos de ideas, diversas, que procedían de diferentes tradiciones
políticas y sociales. Con el paso del tiempo, ese frío edificio en ruínas se convertiría efectivamente en el Escárnio e Maldizer erigido en contra de las más profundas raíces que sustentan el heteropatriarcado capitalista; decimos solidaridad, apoyo mutuo, autonomía, horizontalidad, autogestión.En este 30 de mayo de 2017 desalojaban el Escárnio e Maldizer: cubrían sus puertas con un muro de cemento que permanecerá en la memoria colectiva como el irónico símbolo de la injusticia y de lo insoportable; de lo que el Estado hace con lo que no puede soportar. Pero los muros están hechos para contener lo que en principio no puede ser contenido. De nuevo, se confirmaba el engranaje sistémico: desde el Estado y su policía, hasta los gobiernos varios, hasta la específica Constructora la Rosaleda y su Empresa Alpanide, responsable de la ejecución de la obra. Por dinero aceptamos y por miedo olvidamos.
Durante dos días, las calles de Compostela sostuvieron unha respuesta multitudinaria y contundente: la ciudad recuperó su voz –si, se recupera sólo lo perdido y dejó claro que esto no iba a quedar así. La brutalidad policial contribuyó a desatar la rabia, la profunda rabia. La insumisión es el lugar al que se llega cuando comprendemos lo que ocurre cuando es la obediencia la que hace la historia.
Frente a los posicionamentos vacíos; a los argumentos trampas, sólo existen dos posibilidades: defender o no defender el movimiento autónomo y autogestionado, defender o no defender los centros sociales, defender o no defender el Escárnio e Maldizer.
Estaríamos engañadas si pensásemos que el desalojo del C.S.O.A Escárnio e Maldizer es un caso aislado o el resultado de un conflicto particular de unos propietarios que reclaman lo que piensan que les pertenece.
Somos muchas las personas que nos vimos repremidas en los últimos tiempos: independentistas galegas, anarquistas, migrantes, trabajadoras, estudiantes, etc. La lucha que hoy nos ocupa va más allá del Escárnio e Maldizer: la recentralización del poder del
Estado español, inmerso en una crisis de régimen que demuestra su debilidad, pasa por la desarticulación de todo movimiento social y expresión popular, de todo lo que verdaderamente lo cuestione.La okupación es una idea radical que empieza por desafiar la lógica de la propiedad privada que condena al pueblo a la miseria. Es fácil comprender por que asistimos desde hace unos meses a una campaña mediática en los medios de desinformación en contra
de la okupación; campaña que sin duda prepara el terreno para recrudecerla legislativamente. Realmente lo que persiguen es la especulación: negocios para unos pocos y empobrecimiento para el resto.Desafortunadamente para ellos nuestras ideas no se desalojan. No es esta otra consigna. El mismo pensamiento que nos llevó a okupar el Escárnio e Maldizer, nos llevará a okupar otros espacios si no podemos recuperar este. Espacios constructivos, espacios para nuestras vidas. En este sentido, somos incorregibles, insubordinadas.
Reiterando los agradecimientos de las muestras de solidariedad y apoyo, invitamos a toda persona y colectividad a participar de la gran mobilización que recorrerá las calles de Compostela el próximo sábado 10 de junio. Una mobilización sustentada en la convicción de que cualquier manera de expresar la rabia es legítima.
10, 100, 1000 centros sociales!
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