Este pasado viernes, como cada viernes, tuvo lugar la protesta contra las salas de apuestas. Como ya ese día la situación del coronavirus era preocupante, la concentración se sustituyó por una cacerolada desde las ventanas y por el cierre simbólico de la sala situada en C/ Derechos Humanos, 38-40.
Bajo el lema “Por la salud de los barrios” entendemos que estos locales deben cerrar evitando así la propagación del virus; pero no solo ahora debido a la situación de emergencia y pandemia global en la que nos encontramos. Deberían cerrar por la miseria y enfermedad que generan en los barrios; por ser una herramienta más del capitalismo donde lo único que prima es la acumulación de beneficios en vez del bienestar de las personas.
En la lógica del capital imperante, donde no se puede hacer nada sin consumir, estos locales están diseñados para arruinar a la clase trabajadora convirtiéndose cada día más en espacios de socialización de la juventud, uno de sus públicos dianas. La colonización de los barrios por este tipo de negocios no es casual; se sitúan en aquellos donde la renta per cápita es baja para aprovecharse del poco poder adquisitivo, la precariedad laboral y la frustración social ocasionada por la crisis del 2008 que no hemos abandonado.
La lucha contra las salas de apuestas está relacionada con todas las demás luchas sociales y en especial con la sanidad ya que observamos cómo está cada día más precarizada en los barrios, suprimiendo las urgencias y retrasando proyectos de ambulatorio como el de Federico García Lorca en Gamonal, y cómo estamos sufriendo ahora los recortes realizados durante los últimos años para afrontar la pandemia del coronavirus.
Pareciera que no tiene nada que ver un asunto con el otro, pero todo está conectado: recortes en sanidad, precariedad laboral, nulas opciones de ocio sin tener que pagar por él, individualismo exacerbado ligado a la falsa creencia de que cada quien se salva a si mismo, es el caldo de cultivo perfecto para que las salas de apuestas colonicen paulatinamente nuestros barrios y los vayan empobreciendo sin ningún tipo de rubor bajo la lógica neoliberal de la libertad individual.
Hoy más que nunca, vemos como es necesario luchar juntas, organizarnos para poder resistir al virus pero también al modelo capitalista que nos despoja de lo más natural: los lazos vecinales, el apoyo mutuo y los cuidados. Por eso, el pasado viernes se salió a cerrar simbólicamente estos espacios y cuando la pandemia del coronavirus pase, volveremos con más fuerzas y más energías colectivas para lograr que esta lacra salga de nuestras vidas.
Andrés Barrios
Pero bueno.
Que tendrá que ver una cosa con otra.
Conozco a los dueños y te puedo asegurar que no quieren hacer el mal a nadie y menos cerrar las urgencias. Te puedo asegurar además que no van a cerrar porque vosotros lo digáis.
Fuera salas de apuestas
Este tipo de negocios del juego está causando mucho sufrimiento a multitud de vecinos de Gamonal y otros barrios de Burgos . Si realmente Jesús Jiménez (dueño de esta sala de apuesta ) no quisiese hacer daño a la gente hubiese optado por no abrir, como ya se lo dijimos en persona hace tiempo. El equipo de baloncesto de la ciudad debería también tener en cuenta con quien está firmado acuerdos para evitar más dolor y sufrimiento a las personas:
https://www.sanpabloburgos.com/san-pablo-burgos-renueva-compromiso-c4sino-burgos/
Y ya veremos si va a cerrar o no…quien la sigue la consigue.