Hace no más de un mes dos personas sin hogar murieron en la calles de Burgos coincidiendo con las “señaladas fechas” del consumo desenfrenado. Fruto de aquello hechos, y de las lágrimas de cocodrilo vertidas desde las instituciones asitencialistas locales, surge este texto que ha sido remitido a la redacción de DV a través del correo electrónico.
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