No es cuestión de edad, ni de capa social, ni tan siquiera es un problema actual porque la posesión, la sumisión y el fascismo emocional llevan existiendo muchos, muchos años pero tal vez ahora es cuando más suenan. Esta semana ha muerto una mujer quemada supuestamente por su supuesto compañero sentimental. Una más para esta negra lista.
En 1998 Def con Dos saco un disco donde una de las canciones que sonaban denunciaban ya por aquel entonces las mujeres que morían a manos de sus maridos, se titulaba “Ellas denunciaron” y la he colgado como banda sonora de esta noticia, por aquel entonces el problema era menos evidente más marginal y los políticos no hacían que se preocupaban por el, han pasado diez años y el problema sigue existiendo pero mucho más generalizado, ya no es marginal.
Si te pones a recordar en Burgos hay violencia de genero y no solo muertes también hay situaciones típicas y comunes de fascismo emocional, nuestra educación y moral ha hecho que muchos de nosotros pensemos que podemos tener a personas en propiedad o vengarnos físicamente y materialmente de aquellos que nos han hecho daño emocional. Habitualmente las rupturas están llenas de acusaciones falsas, desdenes, amenazas, egoísmo… no es algo tan raro.
El problema es complicado y en parte alimentado por una sociedad aletargada que no se implica y espera que los políticos hagan algo, hemos delegado nuestras responsabilidades sociales en gente distante, en jueces que aplican leyes generales para problemas personales muy complicados, esperamos que los políticos hablen del problema en debates y generalicen públicamente, que legislen contra las relaciones personales violentas, pero esas relaciones son incontrolables, pocas personas pueden predecirlas y combatirlas. La desigualdad, el desamparo, padres de familia durmiendo en sus coches, mujeres maltratadas física y psicológicamente conforman este triste panorama social.
Hay gente que confunde querer con poseer y todos alguna vez hemos manipulado a los que nos rodean, ese puede que sea parte del problema.
Deja una respuesta