El 26 de Junio tendrá lugar un importante torneo de pastoreo estatal. Una competición emocionante que no os deberíais perder.
A pesar de las creencias populares, en los últimos tiempos se ha demostrado que las ovejas no son tan tontas como se pensaba. Recientemente se ha demostrado que dichos animales se organizan con estructuras sociales muy complejas, en su sociedad se distinguen raza, sexo e incluso clase social.
Este concurso estatal tiene grandes competidores burgaleses, entre los participantes podemos destacar los siguientes favoritos que compiten en nuestra provincia:
Mitxel Matau: Venido de la escuela alemana, es favorito a ganar el concurso. Su pastoreo se caracteriza por cautivar un gran número de ovejas de avanzada edad y ovejas jerarcas, internamente el rebaño es piramidal, las ovejas blancas controlan el rebaño y se impone un férreo control en la producción. Sus tácticas hacen un uso intensivo de feroces perros, de hecho es el pastor con más perros del concurso.
Oester Pena: Al igual que el pastor anterior su rebaño es claramente jerárquico y las ovejas de mayor edad lo controlan en detrimento de las jóvenes, la raza no es un factor de dominación aparente. Su pastoreo también usa gran cantidad de perros pastores pero escoge razas blancas y lanudas para que las ovejas no los perciban fácilmente pese a que su agresividad es notable.
Miguelón Villa y Monolo Asonso: Una novedad clara de estos pastores es que se han unido en una sola participación. Su rebaño es más diverso, no hay control de raza o de edad determinado, sin embargo su estructura social es también vértical, con líderes y jerarcas. Una de sus grandes novedades son las de no usar perros, que no significa que no usen métodos de control del rebaño ya que en cambio usan cerdos vietnamitas que se ha demostrado es la especie que más confusión crea en las ovejas, de esta manera el rebaño es mucho más incapaz de percibir el control.
Rodro Veas: Es una de las últimas novedades en el pastoreo, proveniente de un entorno empresarial, esta pegando fuerte. En su rebaño hay una clara jerarquía basada en la superioridad y la raza, está plenamente enfocado a la explotación del rebaño sin importar la calidad de vida del animal. Este rebaño se controla férreamente con perros de grandes dimensiones.
Cabe hacer una mención especial a esas ovejas que concurso tras concurso escapan al control de los pastores. En los últimos años el número de ovejas que decide vivir sin pastor va en aumento a pesar que el pastoreo cada día reinventa nuevos métodos de captación. Pese a ser un número nada desdeñable, en ocasiones superan con creces el número del mayor de los rebaños, normalmente son ignoradas en los balances y cuenteos del concurso.
Desde aquí animamos a todas las ovejas a vivir sin pastor ya que es posible.
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