A raíz de la noticia de este lunes sobre la infiltración de un policía en los movimientos sociales de Barcelona durante tres años, las redes feministas autónomas han elaborado un comunicado de apoyo a las afectadas por la violencia sexual de este policía a cinco activistas.
Cuando el violador es el Estado
Somos mujeres, lesbianas y trans que llevamos desde los años 80 y 90 implicadas en el movimiento de okupación, antiautoritario y autónomo de Euskal Herria, Països Catalans, y Madrid. Queremos mandar un abrazo cálido a las compañeras afectadas en Barcelona por la violencia específica que el Estado y sus policías infiltrados han ejercido contra ellas en tanto que mujeres y activistas. Todo nuestro apoyo a cada una de las estrategias de resiliencia, denuncia y respuesta que ellas decidan dar ante lo ocurrido. Cuenten con muchas.
Porque ahí donde estáis vosotras ahora, hemos podido estar todas, quizás incluso sin saberlo. Porque vuestro dolor y vuestra rabia son nuestros también. Porque a muchas de nosotras también nos han seguido, investigado, estudiado nuestros vínculos y redes sexoafectivas, conceptualizado como anexos de los compañeros de luchas y/o vidas, amenazado velada o directamente con la violencia sexual…y muchas también hemos sobrevivido a las violencias sexuales de la policía y de otros cuerpos represivos que han buscado romper las luchas a través de nuestros cuerpos. Y no han ganado, porque seguimos vivas, juntas, unidas e indignadas…porque sentimos en nuestra piel que si tocan a una nos tocan a todas.
Todo nuestro apoyo también a la querella interpuesta por 5 de las compañeras afectadas, bajo la dirección jurídica de abogadas feministas.
El Estado debe rendir cuentas, y el precedente abierto en Inglaterra por un caso similar, nos da aliento a todas. Gracias también a las compañeras que sostuvieron esa causa referente durante tantos años, por su contribución inequívoca a que esta forma específica de violencia de género con finalidades represivas pueda ser nombrada y reconocida.
Cuando el violador es el Estado, no olvidemos nunca que su finalidad última es rompernos como comunidades. La violencia sexual en contextos represivos tiene como finalidad socavar la integridad de nuestros vínculos. Porque éstos son imprescindibles para que las comunidades en lucha puedan plantar cara al tardocapitalismo patriarcal, colonial y extractivista.
Sabemos que son momentos difíciles para el barrio de Sant Andreu del Palomar, para la Cinétika y otros proyectos. Además de las relaciones sexoafectivas, que también construyen y sostienen los grupos humanos, incluso antes de que estas se den, la amistad entre compañerxs, la complicidad de compartir luchas y proyectos comunitarios son la base emocional y una de las fortalezas de la autoorganización popular.
Toda esta capacidad de vincularnos, hoy dañada, merece de nuestros cuidados y de poner lo mejor de cada unx al servicio de los aprendizajes colectivos.
Contraatacar con más vida y con más y mejores vínculos, para fuertes y juntxs seguir plantando cara y construyendo alternativas.
Seguir revisando, cuestionando, transformando, sanando nuestras formas de relación, nuestro deseo y nuestros vínculos para no hacerle el juego al heteropatriarcado, uniformado o disfrazado de transformador.
Fuera el estado, el patriarcado, el racismo y el capitalismo colonial de nuestras vidas, nuestras camas, nuestras luchas.
No estáis solas, compañerxs!!! Fuerza y amor, arriba lxs que luchan!!!
El Estado Represor es un Macho Violador
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