Publicado por DV & archivado en 15M, Tiparracos.

Esta historia comienza con el 15-M, parte del movimiento que acampó en las plazas protestaba contra el PPSOE enérgicamente.
Era un grito fresco, un eslogan claro que no dejaba lugar a dudas…

El PP y el PSOE eran las dos caras de una moneda con trampa, saliese lo que saliese, salí­a siempre cara. Ganaba la banca y perdí­a el pueblo. Además el 15-M se deshizo por la gracia y la desgracia de una “nueva casta”, los que cantaban aquello de “PP, PSOE la misma mierda es”. Esos eran la “nueva casta”, jóvenes polí­ticos, eruditos con carisma que vení­an a salvarnos del PPSOE. El discurso del cambio convenció a muchos jóvenes pero también a mayores, vení­an a por todas, iban a acabar con el bipartidismo, traer la justicia social y no sé cuantas bondades más. Aquel movimiento nacido en 2011 y repleto de indignados fue poco a poco fagocitado por la “nueva casta” hasta que en 2015 prácticamente inerte sucumbió a los nuevos partidos polí­ticos. Abandonamos la calle, abandonamos las plazas y muchas luchas. El canto de sirena parecí­a coherente, las cosas iban a cambiar.

Pero hoy, a 8 años vista de aquella revolución de primavera y a 4 años vista de la creación y el asalto de nuevos partidos a las instituciones el bipartidismo está más cerca que nunca, el PPSOE ha vuelto. Si Pedro no logra hacer gobierno, convocará elecciones y esos jóvenes partidos pueden empezar a recorrer el camino marcado por Rosa Diez. Por contra, si alguno de ellos decide poner la alfombra roja en la Moncloa al PSOE hay muchas posibilidades de que acaben en la misma situación. ¡El bipartidismo ha muerto, larga vida al bipartidismo! Nos gritan continuamente los morados, los naranjas o incluso los verdes, ¿Quién tiene agallas para seguir tragándose este cuento?.

La tonterí­a ha llegado tan lejos que algunos partidos, como los naranjas, han fagocitado por completo las estructuras de los viejos partidos. Otros como los morados, no han conseguido aguantarse los unos a los otros y se han envuelto en luchas fratricidas que los han ahogado más de lo debido. Además esos partidos llamados “los del cambio” son continuamente torpedeados por el poder, “las cloacas” y la prensa. Y sí­, puede incluso que sea verdad, que les hacen la vida imposible desde el ministerio del interior, el IBEX y los grupos de comunicación. Pero esto, esto es el pan de cada dí­a de los movimientos sociales, las cazas de brujas, las noticias falsas, las detenciones, las multas, los datos ilegales de la brigada de información, las zancadillas… A estos partidos no les vendrí­a mal leer el poema de Martin Nuemí¶ller, “Primero vinieron…”. Han girado tantas veces la cabeza en tan pocos años, que a pocos nos dan pena.

Señores, estamos cerca de volver a 2007, los indignados ya no son parados, tienen empleos precarios; El bipartidismo ya no es PP o PSOE, es izquierda o derecha; con una posible crisis a la vuelta de la esquina y un panorama polí­tico muy parecido al de por aquel entonces. Nada ha cambiado ¿En 2022 volveremos a acampar en las plazas?.

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