Como una esperada primavera que se hace de rogar, el cómic de Gamonal ha irrumpido ya en los escaparates de las librerías de Burgos y otras ciudades. Tras su reciente puesta de largo el pasado 14 de mayo, nos encontramos con una novela gráfica que no sólo analiza el conflicto vecinal de enero de 2014, sino que nos propone un auténtico viaje a los más profundos estratos de la memoria social del barrio.
Después de una exitosa campaña de crowdfunding y de habernos hecho esperar algo más de la cuenta, Gamonal. En el eco de un mismo recuerdo es por fin ya una realidad al alcance de todos aquellos que quieran conocer el agitado devenir de este populoso barrio burgalés. Un cómic que ve la luz justo en el momento en el que el debate público sobre el futuro urbanístico de Gamonal vuelve a ser actualidad y, como de costumbre, no se encuentra exento de vivas polémicas.
Cubierta de Gamonal. En el eco de un mismo recuerdo
Al contemplar la portada de este cómic lo primero que se nos viene a la cabeza son las protestas vecinales que hicieron mundialmente famoso al barrio en enero de 2014. Y, efectivamente, el conflicto contra el bulevar de la calle Vitoria está presente, como no podría ser de otra manera. Pero la novela gráfica, lejos de “contentarse” con una descripción más o menos exhaustiva de aquellos acontecimientos, nos propone una narración hilvanada a través de varias tramas argumentales que se superponen entre sí como si de aquellas famosas muñecas matrisukas se tratase. Y todas ellas confluyen en torno al personaje de Laia Pastor, vórtice y motor de este relato en viñetas. Laia es una figura de ficción encarnada por una joven estudiante de Sociología de la Universidad de Barcelona que regresará a la ciudad donde su familia hunde sus raíces para investigar sobre el conflicto de Gamonal en el marco de su Trabajo Fin de Máster. Además, tendrá que enfrentarse también a un “inconfesable” secreto que los suyos empeñan en ocultarle y que nos mantendrá en vilo haciendo que no podamos evitar leernos el cómic de un tirón.
A medida que Laia lleva acabo su investigación académica descubrirá que la revuelta de 2014 sólo fue la punta de un iceberg mucho más profundo de lo que pudiera haber imaginado. De esta manera, no tardará en llegar a la conclusión de que Gamonal no puede entenderse sin el largo elenco de protestas vecinales que se han vivido en sus calles desde finales de los años 70. Entre ellas, el conflicto por la construcción de un aparcamiento subterráneo en la avenida Eladio Perlado (hoy Derechos Humanos) en el verano de e 2005; o la revuelta contra la subida del precio del billete del autobús urbano en 1980 que también tuvo a la calle Vitoria como principal escenario. Un trabajo que puede entenderse como una suerte de “intervención arqueológica” en los estratos más profundos de la memoria social de un barrio en el que se han venido repitiendo los conflictos a lo largo de estos últimos 40 años.
Secuencia del cómic con imagen de la Real y Antigua de Gamonal
Con un inconfundible estilo de línea clara que recuerda mucho al cómic franco-belga, este relato en viñetas sobre Gamonal y sus batallas nos muestra un universo habitado por paisajes urbanos reconocibles que hacen que el barrio sea personaje más de la novela gráfica: un personaje colectivo, y, a fin de cuentas, el personaje con mayúsculas.
Y, aun cuando Gamonal. En el eco de un mismo recuerdo es una novela gráfica coral, destacan algunos otros personajes clave. Uno de ellos es sin duda ese relojero libertario, personaje del cómic y persona de carne y hueso a partes iguales, que será el encargado de mostrar a la joven Laia algunas de las razones de la ruidosa protesta de los vecinos del barrio en aquel frieron enero de 2014. Mención especial merece Virgilio Mazuela, o al menos el espíritu de que fuera el fundador del Ateneo Popular “Los Otros” y figura clave de la cultura en el Burgos del siglo XX. Virgilio será uno de los encargados de guiar a Laia entre el laberinto de calles de una ciudad en la que se encuentra atrapado a la espera de poder completar la misión que le permita cruzar “al otro lado”, trama argumental que añade ciertas dosis de realismo mágico que hacen de este cómic un relato con voz tan sumamente personal.
Virgilio Mazuela, personaje principal del cómic
No está de más comentar que, si algo ha de reconocerse a esta novela gráfica de los autores burgalés María de la Fuente (dibujo) y Sergio Izquierdo (guion), es contar con una exhaustiva documentación que no lastra en ningún momento la intensidad narrativa de la historia. Un reto que se antoja nada fácil cuando el lector se sumerge en los numerosos flashbacks que recorren las viñetas de En el eco de un mismo recuerdo y que mezclan de manera tan vertiginosa periodos tan dispares de la historia del que un día fuese un pueblecito a orillas del río Pico, y hoy es uno de los barrios más densamente poblados del norte de España. Algunos de esos periodos tan sumamente oscuros como los de aquel verano de 1936 en el que Fernando Plasencia Sastre, el último maestro que trajo la República al pueblo de Gamonal de Riopico, fue asesinado en el monte de Estépar junto con otras tantas personas que no mostraron el suficiente entusiasmo por el alzamiento militar que acababa de producirse.
Fernando Plasencia, el maestro de Gamonal
La obra se ve acompañada de un amplio dossier histórico que ahonda en la explicación de alguno de los sucesos que esbozan las viñetas de este tebeo que, al igual que otras obras sobre el barrio de Gamonal que lo han precedido (1) y (2), trata de poner en valor el estallido social de unos vecinos cualquiera, de un barrio cualquiera, que en enero de 2014 pocos sabrían situar en el mapa, y que hoy en día es sinónimo de unión y resistencia.
El barrio como protagonista colectivo
Y ya que hablábamos del debate público sobre el futuro urbanístico de este barrio, la novela gráfica que acaba de ver la luz lleva implícito un mensaje encriptado que no es difícil de descifrar: “a veces, en Gamonal recordar el pasado equivale a predecir el futuro”. Valga como aviso para navegantes para quien lo sepa interpretar…
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