Publicado por DV & archivado en Burgos, Entrevistas, Gamonal, Pensamiento, Publicaciones.

El conflicto que protagonizó Gamonal hace tres años se ha convertido en un fenómeno sociológico que ha suscitado gran interés para los investigadores sociales. No sólo Gamonal y sus luchas han sido protagonistas de varias publicaciones a lo largo de estos años (1, 2, 3), sino que lo sucedido en el barrio y su historia más reciente ha servido también como elemento de análisis desde diferentes perspectivas dentro del marco académico.

Desde DV hemos tenido la oportunidad de entrevistar a Jose Antonio Dorado Ruiz, autor del Trabajo de Fin de Grado “El Efecto Gamonal. Análisis del éxito de la movilización vecinal”, un estudio que aborda el conflicto de Gamonal y sus repercusiones desde la Psicologí­a Social y de las Organizaciones.

 

¿Cómo surge tu proyecto de escribir un estudio de investigación sobre el conflicto ocurrido en el barrio de Gamonal en 2014?

La idea de dedicar mi trabajo de final de grado a estudiar el Efecto Gamonal surge de la conexión de diferentes puntos. En primer lugar, el curso pasado estuve colaborando en Prohabit, un proyecto que analiza la situación de tres barrios de Barcelona: Vallcarca, Trinitat Nova i Plus Ultra que actualmente se encuentran en proceso – o amenaza – de reestructuración urbana. Básicamente la investigación tiene el objetivo de ver cómo afectan a los vecinos dichos procesos. En segundo lugar, en 2015 cayó en mis manos el libro Gamonal: barrio vivo, barrio combativo, un texto que me sirvió en su momento para conocer el conflicto y que constituyó el punto de partida de mi investigación.

Un dí­a simplemente conecté los dos puntos, vi que el caso de Gamonal tení­a algo en común con los barrios que estábamos estudiando: una amenaza de reestructuración urbana que habí­a tenido ciertas consecuencias sobre los vecinos. Además, Gamonal tení­a una cosa que me llamaba especialmente la atención: los vecinos no solamente fueron capaces de organizarse para defender al barrio de la especulación, sino que consiguieron lo que querí­an, algo que por desgracia no se ve todos los dí­as.

¿Qué metodologí­a has empleado para llevar a cabo tu proceso de investigación?

A la hora de investigar, creo que no es suficiente saber qué fenómeno se quiere estudiar y cómo se quiere hacer. Pienso que es igualmente importante saber qué papel ha de jugar el investigador en todo el proceso.

Yo lo que querí­a era aprender de forma vivencial de las experiencias de algunos protagonistas del conflicto y contestar algunas preguntas que me parecieron pertinentes. A partir de aquí­, mi rol se limitó a dar voz a algunos vecinos mediante entrevistas semi-estructuradas y a recolectar, ordenar y sistematizar la información que me proporcionaron. Mediante ese proceso obtuve un punto de vista sobre los acontecimientos que me sirvió para dar respuestas a las preguntas que me habí­a formulado. Para evitar el mayor sesgo posible en la extracción de conclusiones, consideré imprescindible someter los resultados a la aprobación de algunos de los entrevistados. Para confeccionar las entrevistas realicé un análisis de la prensa y entrevisté a tres expertos en movimientos sociales.

El análisis del éxito de la movilización vecinal es uno de los principales apartados de tu trabajo, ¿en qué sentido consideras que fue un éxito la movilización contra la construcción del bulevar?

El tema del éxito fue algo bastante controvertido para mí­. Al principio de la investigación veí­a muy claro que la movilización habí­a tenido éxito. Parecí­a evidente: un alto porcentaje de los vecinos tení­an el objetivo de evitar la transformación de parte de la calle Vitoria en un bulevar y lo consiguieron. No obstante, conforme me iba documentando e iba viendo la cantidad de encausados que hubo y que no habí­a sido posible cumplir algunos de los objetivos – como por ejemplo la dimisión del alcalde – dejé de tener las cosas tan claras.

Ante esta situación – y siguiendo con la lí­nea de dar voz a los protagonistas – decidí­ preguntárselo explí­citamente a las personas entrevistadas. En general, todas ellas vivieron la paralización definitiva de las obras como un éxito de la movilización, es por ello que yo lo considero como tal. A pesar de esto soy consciente de que las voces de las 15 personas con las que hablé no son suficientes como para recoger todas las sensibilidades que puede haber sobre un tema tan delicado como este, principalmente porque entre ellas no habí­a ninguna encausada, las que salieron peor paradas del conflicto.

Al fin y al cabo, pienso que el tema del éxito está fuertemente ligado con las expectativas. Es posible que quien se unió a la movilización únicamente para decir no al bulevar lo considere más un éxito que quien buscaba un cambio social más profundo.

¿Cuáles son las principales conclusiones que has obtenido sobre lo ocurrido en Gamonal hace ya tres años después de haber finalizado tu estudio?

Más allá de las respuestas que di a las preguntas que me formulé, quizás uno de los aprendizajes más valiosos que obtuve fue la importancia de contextualizar los fenómenos sociales. Al buscar las claves para entender cómo se origina la movilización vecinal en Gamonal y cuáles son los factores que explicaron su éxito, de forma inconsciente, una parte de mí­ querí­a encontrar respuestas “universales” que se pudieran aplicar a todas las movilizaciones sociales, como una especie de fórmula del éxito. Al ver la incontable cantidad de variables que entraron en juego en el conflicto pude ver que, simplemente, eso es imposible. Lo que pasó en Gamonal no se puede entender sin tener en cuenta factores como la historia y la cultura del barrio, las caracterí­sticas concretas de la problemática, la influencia de diferentes movimientos sociales o el contexto social, cultural y polí­tico en el que se enmarca.

Después de haber visitado el barrio, de haber realizado numerosas entrevistas con sus vecinos, ¿qué es lo que te ha llamado más la atención de Gamonal desde un punto de vista sociológico?

Recuerdo mi estancia en Gamonal como una de las mejores experiencias que he tenido como estudiante de psicologí­a. Aunque por cuestiones geográficas y temporales solamente pude estar 2 dí­as, fueron jornadas muy intensas en las que tuve la oportunidad de charlar con varios vecinos y aprender de sus vivencias.

Sin lugar a dudas lo que me llamó más la atención fue el trato personal, el grado de humanidad de sus vecinos. Bastó con enviar algunos mails para que 15 personas confiaran en mí­ y me cedieran parte de su tiempo para contestar mis preguntas. Una vez allí­ el recibimiento por parte de los vecinos no pudo ser más cercano y auténtico: me abrieron las puertas de sus casas para que los entrevistara y me enseñaron el barrio y algunos de los lugares donde hacen esa vida de barrio que los caracteriza. En las entrevistas fueron amables, pacientes y crearon tal clima de confianza que pude llegar a hacerme una idea de la rabia que sintieron durante la protesta y la alegrí­a que supuso la victoria.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.