Publicado por DV & archivado en Burgos, Tiparracos, todos somos animales.

El 4 de Diciembre del 2017, el Ayuntamiento de Burgos publicaba el pliego de condiciones para la explotación de los espectáculos taurinos para los años 2018 y 2019. Que finalmente lo gano la empresa Tauroemoción.

Uno de los puntos clave del pliego reza lo siguiente:

El Empresario adjudicatario de la organización de la Feria, deberá pactar directamente
con la Federación de Fajas, Blusas y Corpiños de Burgos, fijar el precio de los Abonos,
su ubicación en los tendidos, así­ como las condiciones organizativas para su acceso a la Plaza.

La Federación de Fajas, Blusas y Corpiños de Burgos se podrí­a definir como la federación encargada de representar a las peñas, lo que hace que la financianción de los toros este ligada directamente con las peñas. En el 2014 según declaraciones de su presidente en una entrevista, en la que intenta reflejar la importancia de las peñas en la celebración de los toros, apuntaba que por aquel entonces las peñas combraban 2.300 abonos fijos. Por otro lado durante este año algún medio de comunicación ha calculado que en 2018 acudieron a las corridas de toros cerca de 3000 peñistas. Esta situación hace que pocos sean los años en los que la negociación de la entrada entre la empresa adjudicataria de los eventos taurinos y la Federación de Fajas,Blusas y Corpiños este exenta de polémica. La negociación es crucial para la viabilidad de la tauromaquia en Burgos.

En concreto la negociación de este año ha sido especialmente dura. Durante las negociaciones se llego a pedir la intervención del Ayuntamiento y se han vertido declaraciones a los medios bastante graves. Las peñas, por ejemplo, han acusado a la empresa de no cumplir el 70% del pliego, han pedido al Ayuntamiento que controle los desmanes de la empresa y han llegado a amenazar con no comprar ningún abono. Por su parte, la empresa, pedí­a más ayudas ya que considera el negocio ruinoso. O bien las peñas pagaban más por el abono o bien las 600 localidades que el Ayuntamiento se reserva debí­an ser abonadas.

 

 

¿Cómo puede ser este un negocio ruinoso? Por una parte, la empresa se ahorra los costes de alquiler y mantenimiento del pabellón en el que realiza las corridas los asesinatos de toros. Además se garantiza, con una buena negociación, la venta de un gran número de entradas a las peñas. Otro de los puntos del pliego dice:

El concurrente deberá acreditar un volumen anual de facturación de al menos 1.000.000 €, siempre que dicho volumen hubiera sido obtenido mediante actividad taurina. No
incluyendo dicho volumen el IVA.

Nada hace pensar que una empresa que ganó este pliego pudiendo acreditar esa facturación se haya pillado los dedos al hacer sus cuentas. Y si realmente fuera un negocio deficitario, ¿Eso no harí­a pensar en abandonar ese negocio? Ojala sea deficitario, ojala todas las corridas de toros sean deficitarias, parece ser que serí­a la única manera de acabar con ellas.

Se lleva años tratando de luchar contra esta tortura que nos venden como bien de interés cultural. Se lleva años tratando de concienciar sobre el maltrato al que son sometidos los toros mientras unos disfrutan de ellos como si de una fiesta se tratara. Igual, por una vez, el capitalismo nos ayude y la “fiesta nacional” caiga por su propio peso, a no ser que los polí­ticos sigan subvencionando este maltrato animal.

 

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