Texto de la convocatoria de la coordinadora antiprivatización de la sanidad de Burgos que convoco a la manifestación del pasado sábado 17 de octubre.
Al final de la misma se animo a continuar las protestas concentrándose en los centros de salud los lunes a las 20:30 h.
“Muchos aplausos, pero la sanidad pública está a punto de estallar, mientras el negocio privado engorda cada día más.
Después del verano las cosas están peor que antes. Los aplausos y las declaraciones de los gobiernos de apoyo a la sanidad pública eran una hipócrita farsa para seguir alimentando el negocio de los seguros y la sanidad privada.
Las carencias en los centros de salud y hospitales públicos son cada día mayores: falta personal médico y de enfermería, de salud mental y otras especialidades, de fisioterapia, etc. El resultado son demoras enormes en las citas en atención primaria, un personal exhausto y largas listas de espera para intervenciones quirúrgicas y primeras consultas.
Las personas enfermas cuando necesitan atención sanitaria tienen que llamar a un teléfono que, en ocasiones, no responde y obliga a llamar múltiples veces. Bastantes aguantan en casa dolores musculares que luego son infartos, vértigos periféricos que luego resultan en ictus o dolores varios que finalmente son tumores avanzados, sin diagnóstico ni tratamiento por no ser atendidas presencialmente. La consecuencia, como hemos visto, es un crimen que se ha llevado y se sigue llevando muchas vidas. Ha habido y sigue habiendo miles de muertes que no tenían que haberse producido.
Esta situación explosiva es el resultado de la ausencia de planificación de la formación de profesionales, la falta vergonzosa de recursos humanos y materiales, el cierre de salas enteras de hospitales y, en general, de una gestión vergonzosa por parte del gobierno central y de las Comunidades Autónomas.
Y no es sólo por desidia. De todo este desastre se benefician las aseguradoras médicas, las clínicas privadas con las que se han disparado los conciertos para “disminuir listas de espera” que se forman por la falta de recursos públicos, la privatización de las pruebas del COVID, de los rastreadores, de los nuevos hospitales de emergencia construidos con fondos públicos, etc.; en tiempos en los que se cuentan por miles la gente que pierde su trabajo, aumentan los desahucios y el hambre se extiende en los barrios obreros.
Está claro que todo este escandaloso negocio a costa de nuestras vidas seguirá si no lo paramos. Es preciso reforzar la Atención Primaria con medios humanos y organizativos que pongan el foco en la Salud Pública, la Atención Comunitaria y los factores sociales de la enfermedad. Hay que abrir las camas cerradas en los hospitales públicos, echar a las empresas privadas de la sanidad y acabar con el lucro privado.
Necesitamos un sistema exclusivamente público y universal, planificado en función de las necesidades de salud y con recursos suficientes para todas las personas.
Por todo ello exigimos:
-La potenciación y mejora de la Atención Primaria, en claro declive ante la falta de atención personalizada y el abusivo recorte de recursos económicos y de profesionales. Por un sistema sanitario centrado en los determinantes sociales de la salud y la enfermedad.
-La descentralización de las urgencias de Atención Primaria, que vuelvan los centros de salud de San Agustín y Gamonal como Puntos de Atención Continuada, con mejora de sus instalaciones y equipamiento e incremento de personal sanitario.
-Que se retomen las obras de construcción del centro de salud del Silo, paralizadas desde hace un año.
-Una sanidad rural digna y de calidad, retomando la actividad en los consultorios locales.
-Cuidados con dignidad para nuestros mayores. Exigimos unas condiciones laborales y asistenciales dignas y de calidad en las residencias, las cuales tienen que dejar de ser un negocio en manos de multinacionales y fondos buitre.
-Recuperar el HUBU como hospital público.
-Ampliación de las plantillas de todo el personal sanitario (medicina, enfermería, celador@s, auxiliares, limpieza) y mejora de sus condiciones laborales y salariales. Eliminación de servicios externalizados (limpieza, restauración), deberán ser públicos.
-La descentralización de las urgencias de Atención Primaria, que vuelvan los centros de salud de San Agustín y Gamonal como Puntos de Atención Continuada, con mejora de sus instalaciones y equipamiento e incremento de personal sanitario.
-Exigimos que nos sea devuelto el derecho robado a la salud y se implante de manera inmediata una sanidad pública, universal, gratuita en el momento del uso, de calidad para todos y todas, sin requisitos ni excepciones, incluidas las personas migrantes en situación irregular.”