Con la desvalorización del conocimiento histórico objetivo se buscaba borrar del imaginario social todo lo que el pensamiento revolucionario había vuelto consciente y que por el bien de la dominación tenía que caer en el olvido […] La reflexión académica seudorradical se convirtió entonces en el instrumento idóneo para empujar la historia a la clandestinidad y hacer que el orden volviera al terreno de las ideas gracias a la recuperación de fragmentos críticos convenientemente desactivados […] Así pues, los pensadores de la clase dirigente se defendían de la subversión llevando los acontecimientos fuera de la historia, integrándolos en su visión del mundo como metarrelatos, es decir, como categorías literarias atemporales.
[…] La tarea inmediata de la crítica consistirá entonces en denunciar los mecanismos psicopolíticos de contención y la mentalidad mesocrática conformista en la que se anclan. Pero la reflexión no marcha separada de la pasión: el deseo de razón parte de la razón del deseo. Kafka, Anders, Marcuse, Reich, Sade y los surrealistas pueden ser de gran ayuda. Sin embargo, la labor de más largo alcance es la de afrontar la crisis de la idea de Progreso, de la Historia y de la misma Razón –la crisis de la sociedad capitalista– sin volver al redil cayendo en la irracionalidad, en un escapismo estético o ruralizante, en un antihumanismo naturalista y sociófobo…
Miquel Amorós es historiador, teórico crítico y militante anarquista. En 1968 se dio a conocer en la agitación universitaria valenciana, lo que le valió un juicio en el Tribunal de Orden Público y pasar algún tiempo en las cárceles franquistas, para luego exiliarse a Francia. En la década de los 70 participó en la fundación de varios colectivos: Bandera Negra, Tierra Libre, Barricada, Los Incontrolados y Trabajadores por la Autonomía Obrera y la Revolución social. En los primeros años 80 colaboró con la revista L’Assommoir (denuncia de la nuclearización del mundo y apoyo a los obreros polacos) y con Guy Debord en una campaña por la liberación de los presos autónomos y libertarios. Entre 1984 y 1992 formó parte del equipo redactor de la revista «anti-industrial» Encyclopédie des Nuisances junto a Jaime Semprún y Pierre Lepetit. Después, mantuvo una relación directa con las ediciones de la EdN hasta 2008. Ha pronunciado multitud de conferencias sobre cuestiones sociales, principalmente en la perspectiva antidesarrollista, en la crítica del ciudadanismo y en la defensa del territorio, la mayor parte reproducidas en la prensa libertaria o compiladas en forma de libro. Muchos escritos suyos han sido traducidos en varios idiomas y publicados en distintos países. Ha prestado su apoyo a las luchas contra el Tren de Alta Velocidad y los tendidos de Muy Alta Tensión. También tiene publicadas varias obras sobre la guerra civil revolucionaria española y otras sobre los anarquistas y el movimiento obrero asambleario durante los años 60 y 70. En 2012 fundó con otros compañeros la editorial Les Amis de la Roue. Desde el 2013 es coeditor de Argelaga, revista antidesarrollista y libertaria.
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