Publicado por DV & archivado en Cárcel y Pres@s.

La represión es un arma del estado para acallar a las personas que conscientes del sistema desigual en el que vivimos luchan por cambiar esta situación. La izquierda es el cauce permitido de protesta, donde deben encauzarse las aguas revueltas, es la ilusión de cambiar la situación de injusticia partiendo de esta y sus reglas de juego. El palo y la zanahoria se convierte en un clásico histórico del poder, zanahoria para los que desmovilizan las calles para organizar un partido polí­tico y llevan la rabia del conflicto social a las urnas, palos y mas palos para los que se quedan sujetando la pancarta, gritando por el megáfono y continúan en la calle.


En los tiempos actuales de desmovilización la porra golpea con mas fuerza. Tampoco era de extrañar que este se cebara con aquellos que no se venden y siguen luchando en cualquier circunstancia por una sociedad libre y sin clases, donde no exista la explotación del ser humano por el ser humano, ni nadie mande sobre nadie, donde el apoyo mutuo y la solidaridad sean los valores frente a la competición y la incomunicación. Que mejor opción que detener y encarcelar a los anarquistas y asaltar sus locales y bibliotecas.

A dí­a de hoy mas de treinta compañeros con acusaciones de terrorismo se encuentran a espera de juicio, con tres de ellas en prisión, dos con condena y uno en preventiva. En una entrada reciente os explicábamos la situación actual de Mónica y Francisco, que llevan mas de tres años en prisión. El compañero Nahuel lleva mas de un año en prisión preventiva.

En este mes dos personas del estado español han sido detenidas y encarceladas en la lucha contra la deforestación de un bosque en Alemania. Según el blog de solidaridad han sido excarceladas estos dí­as.
También en Alemania siguen encarceladas dos compañeras detenidas en Barcelona acusadas de expropiar bancos en dicho paí­s.

En nuestra propia ciudad tenemos una nueva cita con los tribunales para Marzo de 2017 por la revuelta de enero de 2014 contra el Bulevar. Decenas de personas detenidas durante aquellos dí­as seran juzgadas como cabezas de turco de un barrio que digo basta.

Alguien apuntó que un movimiento que se olvida de sus presos está condenado a la derrota. Nuestra  responsabilidad es apoyar y dar cobertura a todos los represaliados, llevar a la practica la palabra solidaridad y continuar con mas fuerza si cabe con la lucha.

¡Libertad para todas!
¡Viva la anarquí­a!

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