Ayer, martes 26 de noviembre, tuvo lugar en Aranda el XVI Congreso de Juego de Castilla y León. El evento congregó a personalidades políticas y empresariado del sector con la intención de configurar las leyes que dejarán vía libre a esta industria para seguir atesorando millonadas a costa de la clase obrera.
Solo hay que escuchar las palabras de Ángel Ibáñez, Consejero de la Presidencia para conocer las intenciones de este encuentro: “hay que valorar la importancia del sector desde el punto de vista económico y de dinamización del empleo”. Está más que claro que a la clase política y empresarial solo le importa los beneficios económicos que se derivan del suculento negocio de las casas de apuestas, cuyas firmas más visibles son Codere y Sportium. En cambio, los estragos que genera en la salud de quienes apuestan y la degradación de los barrios poco les interesa.
Pero obviamente, mucha parte de la ciudadanía no está de acuerdo con la expansión masiva de las casas de apuestas que se está produciendo principalmente en los barrios obreros y ayer se pudo comprobar cómo un centenar de personas se manifestaron en contra de este congreso trampa, que intenta blanquear una industria que genera enfermedad, precariedad y miseria.
La protesta se vio empañada por la negligencia policial cuando tras la pregunta de una vecina por la presencia de unos coches oficiales en una zona prohibida para el estacionamiento, pasaron a identificarla y ante la negativa de ella no dudaron en reducirla y detenerla frente al estupor de los presentes ya que la actuación policial fue desproporcionada para la situación que se había producido. Una vez más, dejan en evidencia de parte de quienes están, defendiendo los intereses de los poderosos, mientras reprimen al pueblo que se alza contra la droga del S.XXI.
En esta trama de intereses donde todos quieren parte de este suculento pastel, encontramos a la Fundación Bancaria Caja de Burgos colaborando con las mafias del juego, al dejarles hacer el Encuentro en sus instalaciones. La misma Fundación que está amenazando con desalojar el Centro Social Recuperado de Gamonal, se congratula con el empresariado del juego sin importarles las repercusiones sociales, psicológicas y políticas que genera la industria de las apuestas. También es muy llamativo ver a asociaciones como Cáritas colaborar o dejarse agasajar con premios que vienen de estas empresas; recientemente se ha sabido que Infoplay donará a Cáritas los fondos de los Patrocinios a la entrega de los II Premios al Juego Responsable.
El Congreso del Juego ha finalizado hoy, tras dos días de conferencias entre instituciones públicas, empresas del juego y sindicatos mayoritarios. Mientras ellos siguen apostando con nuestras vidas, nosotras, las vecinas, las expoliadas, seguiremos apostando por nuestros barrios y luchando por el cierre de estos locales que arruinan la vida comunitaria de nuestros pueblos y ciudades.
Deja una respuesta