En estos días en los que desde distintos barrios del estado español se está poniendo el foco de denuncia en lo perjudicial de las empresas de juego para la sociedad, un grupo de empresarios decide otorgarle un premio al dueño de una de ellas.
El 5 de julio, el dueño de Luckia, José González Fuentes, fue premiado por la Confederación de Empresarios de A Coruña con el Premio a la Excelencia Empresarial.
Según dicha confederación el premio se le otorga “Por su contribución al progreso económico y social, así como a la creación de empleo”. ¿Progreso social? ¿Qué es para ellos progreso social?
Si entendemos por progreso social, que una persona se beneficie de su situación de poder (en este caso económico) para comprar y alquilar locales en barrios obreros a precios bajos para seguir aumentando sus beneficios, en ese caso sí es progreso social.
Si entendemos por progreso social, que una persona, a través del tipo de empresas que crea, provoque que muchas otras sufran la enfermedad de la ludopatía, aumentando cada vez más la misma entre los jóvenes, en ese caso sí es progreso social.
Si entendemos por progreso social, que la juventud se traga todos los días una inmensa cantidad de anuncios que junto a sus ídolos los animan a jugar para triunfar en la vida, en ese caso sí es progreso social.
Perdonen nos señores empresarios, pero creo que tenemos un concepto muy distinto de lo que significa progreso social.
Pero esto no es todo. Además del motivo por el que se le otorga tan “distinguido” premio, están las grandes frases que lanzo en su discurso de agradecimiento como la siguiente:
Los empresarios tenemos la responsabilidad de preparar a los nuevos líderes del futuro para que sigan creando valor para las empresas y la sociedad, sin duda el mejor legado que podemos dejar a nuestro país
Destacar el orden en de importancia en la creación de lideres, primero, lógicamente crear valor en las empresas. ¿Alguien se cree que esos “grandes lideres” pueden aportar algún valor a la sociedad?
Los grandes lideres empresariales sólo crean valor en una dirección, la de su bolsillo.
Si echamos la vista atrás, los “grandes lideres” sólo han creado grandes desigualdades.
Fuera salas de juego de nuestros barrios
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