Publicado por DV & archivado en Opinión.

A lo mejor estoy en un momento de la vida en que no creo en personas hipócritas que tienden a buscar maneras rápidas y poco honestas para hacer el mal, es ahí donde aparecen las estrategias creadas para no pensar en nadie nada más que en sí mismo y partir siempre desde el yo, no les importa nada y su vida es una completa mentira.

Siempre buscan una excusa para enmascarar su irresponsabilidad de no pensar en uno mismo y menos en la comunidad, todo esto se podría resumir diciendo quédate en casa, pero vale la pena recordar que leer no es únicamente descifrar los signos que conforman una palabra, un párrafo o un libro entero, sino además entender de manera amplia el sentido.

Hay personas, que no quieren entender aquello que les molesta, mientras unas exponen su propia vida en ayudar a la comunidad estando en la primera línea enfrentándose al coronavirus, sufren problemas de abastecimiento de medios de protección con los que puedan desarrollar su trabajo con las suficientes garantías poniendo en riesgo su salud y seguridad, los problemas que sufren para atender a los pacientes son de tan grave magnitud que ya contamos con fallecidos entre el personal sanitario pero les da igual.

Además de la vulneración de los derechos laborales a la que se ven sometidos en la empresa pública con sus trabajadores, no nos pilla por sorpresa. La falta de personal y la sobrecarga de trabajo están a la orden del día, pero con esto no acaba todo, la directiva de Correos no está dispuesta a cuidar la salud de su personal y menos la comunidad no están dispuestos paralizar la actividad inmediatamente para evitar que la pandemia se siga expandiendo y limitan la actividad a lo socialmente esencial, entre su plantilla ya cuenta con cerca de trescientas personas infectadas por el coronavirus y ya se ha cobrado la vida de una trabajadora que realizaba tareas de atención al cliente y reparto pero les da igual.

Hay personas que no tienen más remedio que trabajar de cara al público donde no se están tomando medidas de precaución para contener los contagios de coronavirus. Los cajeros o reponedores de supermercados donde el uso de mascarillas no se ha prohibido expresamente pero tampoco se ha dotado al personal con las mismas, tienen que lidiar la situación a la que se enfrentan haciendo frente de compradores ansiosos por hacer acopio de productos donde lo más importante para ellos es tener el maletero del coches repleto mientras otras personas utilizan su tiempo para escribir quejas por la carencia de existencias en algunos supermercados importándoles lo más mínimo las condiciones laborales de estos, expuestos a miles de compradores diariamente donde se han visto desbordados con más carga de trabajo y sin equipos de protección ,la salud de los trabajadores no se compra con dinero no necesitan ningún tipo de plus para realizar su trabajo en unas condiciones dignas y ya son más de doscientos trabajadores de los supermercados infectados por coronavirus pero les da igual.

En situaciones adversas a veces es cuando la vida nos pone a prueba y tenemos que tomar decisiones, hay quien antepone los intereses de la empresa a la salud de sus trabajadores sin mirar más allá de su propio beneficio, son capaces atender a sus clientes, almacenar equipos de protección individual sin impórtales los más mínimo esta situación, mandan a los trabajadores a sus puestos de trabajo abarrotando las oficinas mientras las fábricas talleres y tiendas están sin equipos de protección individual que garanticen la salud y seguridad de las personas, son cientos de los infectados y varios los muertos pero les da igual.

Mientras tanto los poderosos y los que mandan ganan mucho más que las personas y tienen más privilegios, dado que a ningún personal sanitario o trabajador le han realiza el test cuando se encuentra mal, para los políticos o para quien tiene dinero y pueda pagarlo hay un test de coronavirus exprés y en este momento la sanidad pública ha dejado de analizar a los enfermos leves con sospecha de coronavirus con estas medidas autoritarias e individualistas donde demuestran que una vida es más importante que otra, no han reforzado la plantillas del personal sanitario dentro de las prisiones y han impuesto nuevos protocolos por los cuales les han cortado sus derechos pero les da igual.

Ahora que estamos encerrados vemos las cosas más claras, mientras a unos les da igual otros están por el bien común de las personas, sabemos que hay empresarios que se benefician del problema sin importarles la vida de los demás y que los responsables políticos nos dirán que no lo han sabido gestionar cuando están poniendo el valor económico por encima de las personas, pero les da igual.

No estamos conformes con un aplauso desde la ventana y no nos da igual.

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