Corría el año 1976, el monarca español Juan Carlos I de Borbón visitaba París en viaje oficial. Como medida de seguridad 12 anarquistas que habían formado parte de los GARI fueron deportados a una isla del atlántico durante el tiempo que el rey estuvo de viaje por Francia. Unos peculiares hechos que son narrados en el documental Vacances Royales. El próximo 21 de septiembre Juan Carlos I y su séquito visitarán Burgos para inaugurar una gigantesca bandera en la plaza España. ¿Ocurrirá algo parecido con los anarquistas burgaleses?
Las medidas de seguridad tomadas por las autoridades francesas de aquel entonces pueden servir de precedente para los actuales desplazamientos del monarca. Deportar temporalmente a los elementos indeseables o potencialmente peligrosos de cada ciudad que visite el actual rey a una isla que, tratándose en este caso del Gobierno de España será sin duda la isla de Perejil, en las proximidades de la costa de Marruecos. De esta manera la diplomacia española podría matar dos pájaros de un tiro: proteger la seguridad de la Corona Real y utilizar a estos apestosos desagradecidos como carne de cañón ante un futuro conflicto con la dinastía alaui.
Algunos anarcos burgaleses han comenzado ya a hacer las maletas deseosos de embarcarse en esas vacaciones pagadas por el rey (bueno, el sueldo del rey y de toda la Casa Real, lo pagamos entre todos, ¿no?), cosa preferible según ellos a los habituales cacheos, seguimientos, visitas indeseadas y detenciones preventivas que se sucederán esos durante esos días: “…si me tienen que llevar a algún lao prefiero que sea de vacaciones que los calabozos de comisaría los tengo ya mu vistos…” declaraba a este diario digital uno de los agraciados con las vacaciones reales.
Algunos otros a los que la brisa marina no sienta tan bien han preferido tomar las de Villadiego y han decidido desaparecer (en Villadiego nos han dicho que no están). Ya no se les ve por las manis, ni frecuentan los lugares habituales. Ya no responden a nuestras llamadas, ni contestan a nuestros correos. Todo nos hace suponer que quizá fueron al Eléctrosonic y algún mensaje subliminal filtrado por el Ayuntamiento de Burgos les impide volver, ahora continúan la fiesta en compañía del concejal que inauguró el festival y el DJ Nacho Vidal…o lo que es aún peor, se han pasao pero a la competencia, ahora trabajan para nuestros “compatriotas” de barrio tratando de implantar a base de paranoia la independencia de Gamonal.
Pero también es cierto que hay algunos que, imperturbables, jamás descansan dentro de sus oscuras madrigueras. Les anima un secreto propósito de alquimista: conseguir la fórmula que, una vez invocada, les permita dar con la entrada a esas oscuras regiones que conducen al Limbo Negro donde una vez muertos van a parar los ácratas. Una vez allí, sin saber muy bien cómo, aspiran a encontrar a Mateo Morral y llevarlo de nuevo a la tierra para tan señalada fecha.
Esperan confiados que esta vez el joven anarquista de Sabadell tenga más puntería, y a ver si a la tercera va la vencida.
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