Publicado por DV & archivado en Burgos, CSR Gamonal.

El CSR de Gamonal organiza un Vermut solidario con los menores extranjeros que residen en Melilla. La cita tendrá lugar el sábado 25 de Junio a partir de las 12:00h.
í­ndice

A continuación podéis leer un texto que narra la problemática de estos menores.

Es en Octubre de 2014 cuando a raí­z de trabajar en un proyecto con los niños del Centro de Menores “Fuerte Purí­sima”  nos damos cuenta de la cruda realidad que rodea a los Menores Extranjeros No Acompañados. Es entonces cuando comenzamos una labor de acompañamiento con los niños que viven en la calle huyendo del sistema de protección y con la esperanza de colarse en un barco que los lleve a alcanzar su sueño; una vida mejor en Europa.
Como consecuencia a este acompañamiento, las Fuerzas de Seguridad del Estado comienzan una estrategia de miedo y persecución donde se nos empieza a acusar verbalmente de la cantidad de delitos que nos pueden caer por acompañar y apoyar a los “temidos menas”; favorecer la inmigración ilegal, favorecer el desamparo, venta de pegamento y hachí­s, terrorismo… Ante esta situación, buscamos el apoyo y el asesoramiento incondicional en manos de PRODEIN (Pro Derechos de la Infancia) y empezamos una labor de denuncia con el objetivo de visibilizar la vulneración de los derechos de los niños migrantes en la ciudad fronteriza de Melilla.
Es en 2016 cuando decidimos formarnos como Asociación Socioeducativa con un proyecto propio e independiente a la vez que pretendemos sumarnos a PRODEIN y dar el doble de fuerza y de voz a los niños desprotegidos por el sistema.
La situación de los MENAS en la ciudad sobrepasa los umbrales de pobreza a los que Occidente está acostumbrado.
Consideramos varios aspectos que influyen en esta situación:

En primer lugar la institución que tutela a estos niños, Consejerí­a de Bienestar y Centro residencial de la Purí­sima, (por orden de importancia) aplican un maltrato institucional a los niños que pasan por el centro, promoviendo el tráfico de influencias entre los niños, además de recibir tratos vejatorios por algunos de los llamados “educadores”, y en general por el sistema de “protección de menores” que vulnera sus derechos continuamente.
A esta precaria situación debemos sumar la violencia documental que sufren los niños… las pocas garantí­as de documentarse les empuja a estar en la calle practicando el riski para poder llegar a la pení­nsula, con todas las consecuencias negativas que esto implica para su salud : heridas, hongos, palizas por parte de la policí­a y guardia civil del puerto, desnutrición, consumo de drogas como el pegamento y/o tranquilizantes, alcohol, etc, además de todas las repercusiones emocionales que implica sobrevivir en la calle.
Niños malviven en la calle, duermen en los cajeros, puentes, en las cuevas de la escollera, y en los contenedores para refugiarse del frí­o y la lluvia, crecen sin ninguna protección por parte de los adultos y todo esto por la búsqueda de un futuro mejor, la tierra prometida que sus colegas mandan ví­a Facebook cuando llegan a la pení­nsula y los internan en algún centro de menores. No queremos con esto fomentar la idea “efecto llamada” del cual nos desvinculamos por expresar ideas xenófobas que justifican en odio a la migración.
Otro de los factores que influyen negativamente en la situación actual de los niños de la calle es el rechazo social por parte de la ciudadaní­a melillense, la prensa y los diferentes medios de comunicación local se encargan de crear una imagen de delincuencia y peligrosidad que pesa sobre los niños, respaldados por las entidades polí­ticas. Además de considerarlos algo ajeno a la ciudad, niños que están de paso y que consideran que es Marruecos quien debe de encargarse.
Por estos factores y muchos más que se podrí­an profundizar contando con los testimonios de los niños, creemos necesario trabajar sobre este aspecto, abordando la problemática de raí­z, y para esto consideramos necesario una labor de denuncia a la institución que “tutela” a los menores. El argumento tan oí­do: Si tienen un centro donde pueden dormir y comer. ¿Por qué no van? Debe de ser respondido, algo pasa en el centro, algo pasa en las instituciones….un niño no decide libremente vivir en la calle dejando atrás las supuestas comodidades que afirman darles en el centro.

Consideramos que cuando un niño deja su paí­s y llega solo a otro, pasa a ser el niño de todos, o es que acaso hemos olvidado que la protección a la infancia debe de ser el principio que rija todas las sociedades que merezcan avanzar.

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