Tendrá lugar este año del 26 de julio al 1 de agosto en Antzuola (localidad gipuzkoana situada cerca de Bergara). Hacemos por ello un llamamiento a participar en la acampada para crear un espacio de encuentro participativo y asambleario, dotado de discurso crítico y movilizaciones frente a la sociedad capitalista e insostenible en la que vivimos.
Durante una semana se llevarán a cabo diferentes actividades de debate, talleres, acciones informativas y de protesta, marchas montañeras y actuaciones de música y teatro. Asimismo, llamamos a unirse a la manifestación a las obras que se celebrará el sábado 31 de julio, partiendo desde Bergara hasta el destrozo que las obras iniciadas recientemente en este municipio están ocasionando cerca del pueblo.
Se avecinan tiempos duros, que lo serán aún más si no actuamos y no promovemos una reflexión crítica. No podemos quedarnos de brazos cruzados ante la grave crisis ambiental, social y económica que estamos padeciendo. Creemos por el contrario que los momentos críticos en los que nos adentramos han de llevar a la reflexión sobre lo absurdo e innecesario de la construcción de grandes infraestructuras como el TAV, entendiendo que la enorme inversión de dinero público en estos proyectos de elevado impacto ecológico y social no es la solución, sino una causa más del problema.
El TAV ha despertado una fuerte y constante contestación en la sociedad vasca, ante la que el Estado español y el Gobierno Vasco han optado por la prueba de fuerza y la imposición, criminalizando a cualquier intento de oposición y resistencia civil. Sin embargo, el difícil panorama actual no refleja una lucha imposible, como lo demuestran la multitudinaria manifestación realizada el pasado mes de enero entre Hendaia e Irun y las acciones de resistencia desarrolladas últimamente en Zornotza e Itsasondo. Es preciso pues continuar la lucha por la paralización del TAV y demás proyectos con efectos catastróficos, dado que las agresiones a la tierra llegan desde muchos frentes: ya sea el Superpuerto de Jaizkibel, la planta de Coke, la incineradora de Zubieta, la autopista Supersur, o la autovía Durango-Beasain, entre otros muchos ejemplos.
A nuestro entender, oponerse al TAV significa también una lucha por la forma en que queremos vivir. Se trata de una lucha por orientar la vida social en otra dirección y responder a necesidades diferentes, rechazando las imposiciones y dependencias creadas por la actual sociedad derrochadora y de consumo. Hoy de lo que se trata es de romper la pasividad, informar, sensibilizar, impulsar el debate antidesarrollista y romper el discurso manipulador del poder. Se trata pues de impulsar las luchas populares en defensa de la tierra, retomando la fuerza de los grupos locales en los pueblos de Euskal Herria y fomentando la coordinación de forma asamblearia y horizontal.
Así las cosas, seguiremos invirtiendo nuestras energías en la lucha contra el TAV desde un planteamiento y una sensibilidad antidesarrollista, fomentando la autoorganización y desarrollando diferentes actividades de contestación, concienciación, movilización, desobediencia y acción directa.
Por todo ello, hacemos por ello un llamamiento a participar en la acampada, animando igualmente a unirse a la manifestación a las obras que se realizará el sábado 31, partiendo a las 17’30h desde la plaza del ayuntamiento de Bergara. Porque en este camino, cada participación, por mínima que parezca, es importante y necesaria.
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