Publicado por DV & archivado en Burgos, Opinión, Tiparracos.

La España vaciada se esta armando y hace tiempo que traspasó el tinte social, muchos de los movimientos sociales mas emblemáticos han desembocado en partidos o han impregnado los mismos con un ritmo aparentemente imparable.

A estas alturas todos conocemos el movimiento social ¡Teruel existe! y también deberíamos saber que hace tiempo que conformó un partido con el mismo nombre y “arrasó” en las elecciones del 10N arrollando a los partidos convencionales. No conozco bien el partido y probablemente lo haga sesgadamente, pero viendo su ideario, sus humildes pretensiones y su discurso son un torpedo en la línea de flotación del sistema político tradicional. Pese al sensacionalismo que suele traer el conocido programa llamado Salvados, en el hace poco pudimos ver a un político sin experiencia y no profesional merendarse al resto de políticos profesionales de los partidos nacionalistas clásicos. A los turolenses España no les roba, España los maltrata.

Pero, ¿Quién maltrata más a los turolenses Zaragoza o Madrid?.

Los leoneses lo tienen claro, no quieren saber nada con Valladolid y razones no les faltan, pero tampoco a los sorianos, zamoranos y, porqué no, burgaleses. El sentimiento del robo vallisoletano es algo común en Castilla y León pero también lo es en otras comunidades autónomas, en Andalucia con Sevilla o en Castilla La Mancha con Toledo. El movimiento leones no es como el turolense, la esencia secesionista ha calado en el discurso de la práctica totalidad de los partidos desde PSOE a Vox. La senda “legal” para comenzar los trámites de divorcio con Valladolid aparentemente es viable y es posible. En León ha despertado el espíritu del 86, el que exigía una comunidad autónoma propia, y todo apunta a que el respaldo social es amplio como para conseguir los números que hacen falta para comenzar el proceso “legal”.

¿La secesión “provinciana” tiene lógica?

La vía que está tomando León en cierta forma no es nueva, hace no mucho los cántabros y riojanos eran castellanos y a decir verdad les ha ido muy bien fuera de Castilla, tan bien que sus habitantes no tienen mucho que envidiar a ningún castellano.

El AVE de Burgos dice mucho de como se dirimen las cuestiones políticas en Castilla y León. Hace muchos años el Gobierno central planteo una línea de AVE directo Madrid – Burgos que uniría la Y vasca, pero Valladolid paró la propuesta haciendo que el tramo Madrid – Burgos pasase por Valladolid. Pero si a los burgaleses nos han ”robado” una línea de tren independiente mucho más les han robado a los sorianos o zamoranos, la perversidad de las infraestructuras y servicios hace que no sea rentable políticamente invertir en minorías. Nuestros vecinos sorianos, por ejemplo, deben desplazarse a Burgos si sufren una dolencia grave y necesitan especialización sanitaria. Que te roben la vida es quizás algo que te debería hacer reflexionar muy seriamente y sin duda volvería a cualquiera un secesionista provinciano.

La secesión provinciana tiene cierta lógica, te quitas un intermediario molesto y como administración puedes negociar directamente con el estado sin necesidad de que te tergiversen propuestas por el camino o administren desde otra provincia tus recursos. Además, los representantes son más fieles a la tierra y no tienen que seguir una conducta de partido nacional.

Los nuevos partidos no son mejores ni peores que los viejos partidos, con toda seguridad terminen siendo la misma “mierda”. Pero a medida que el problema de la España vaciada se pronuncie, que se pronunciará, estos partidos cobrarán más sentido y probablemente no solo modifiquen las sillas del parlamento, tal vez modifiquen esos vetustos mapas políticos que los mandamáses del 80 orquestaron.

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