Publicado por DV & archivado en Burgos, Internacional, Proceso de Salónica.

fist1El próximo viernes 14 comienza de nuevo el juicio por las manifestaciones contra la cumbre de ministros europeos en Salónica en junio de 2003. El pasado Mayo de 2008 tuvo lugar el juicio condenando a cuatro personas, entre ellos un compañero anarquista Burgalés, a altas penas. La defensa apelo quedando la nueva fecha para celebrarse el pasado 24 de septiembre de 2010 y de nuevo volvió a posponerse hasta el próximo viernes 14 de Enero de 2011.

Recordemos que es el proceso de Salónica como ya explicamos en su dí­a.

Para conocer los hechos nos tenemos que remontar a junio de 2003 cuando el compañero fue detenido arbitrariamente en una multitudinaria manifestación en Salónica (Grecia). Tras lo cual permaneciendo 6 meses encarcelado junto con otras 7 personas, siendo solamente liberado tras una larga huelga de hambre que llegó a durar 53 dí­as, a la que se sumó una intensa campaña de movilización internacional.

El 21 de junio de 2003 una multitudinaria manifestación recorrió las calles de la ciudad griega de Tesalónica durante la celebración de una cumbre de ministros de la UE, un encuentro internacional que se integraba dentro de la presidencia griega de las instituciones europeas y cuya finalidad última consistí­a en lavar la imagen del capitalismo internacional y dar carta blanca a las diferentes polí­ticas de desigualdad.

Cientos de personas de todos los paí­ses acudieron a Tesalónica para mostrar su rechazo a los poderosos poniendo en marcha desde planteamientos anti-autoritarios tres dí­as de debate y acción contra el capital. Entre ellas se encontraba Fernando, un joven anarquista burgalés que fue detenido durante el transcurso de aquella manifestación internacional junto con otras 60 personas. Todas ellas torturadas y vejadas durante la detención abriéndose denuncias por tortura tras estos hechos.

Fernando pasó a formar parte de los 7 compañeros que fueron encarcelados arbitrariamente, entre los que se encontraban 3 jóvenes griegos, Spyros Tsitsas, Michalis Traikapis, Dimitris Fliouras; Simon Chapman un libertario inglés, Carlos Martí­n,otro compañero libertario de Aranjuez (quien fue acusado finalmente de cargos menores habiendo sido ya juzgado en la primera parte del proceso) , y Souleiman Dakduk “Kastro”, un refugiado polí­tico de origen sirio que viví­a desde hací­a años en Grecia. Todos ellos fueron encarcelados de forma arbitraria durante 6 meses con confusas acusaciones.

Durante el trascurso de su encarcelamiento Fernando, junto con otros 4 de los detenidos iniciaron una huelga de hambre que se prolongo durante 53 dí­as como protesta por el mantenimiento arbitrario de su detención, iniciativa a la que se sumó la importantí­sima campaña de solidaridad internacional en pro de la liberación de los 7 de Salónica con acciones de apoyo en infinidad de paí­ses.

La imagen del cambio de mochila por parte de la policí­a Griega a Simon, siéndole sustituida la que portaba inicialmente por otra cargada de artefactos incendiarios, recorrió el mundo y mostró la verdadera cara de la represión, que continuará dando sucesivos zarpazos, esta vez en el Estado Español. El 16 de septiembre de 2003, seis anarquistas son detenidos en Barcelona acusados de toda una baterí­a de acciones en apoyo a los detenidos de Grecia. Daba inicio una operación represiva paralela que buscaba castigar la solidaridad.

La enorme campaña de solidaridad hizo que al aparato represivo del Estado Griego no le quedase más remedio que soltar de su fauces a los 7 de Salónica para intentar lavar su imagen y salvar el expediente ante la opinión pública internacional.

Siete años y medio después de lo sucedido en Salónica los encausados por aquellos hechos vuelven a tener que sentarse en el banquillo.

Los juicios

En un primer juicio del proceso contra algunos de los detenidos, acusados por delitos menores, entre los que se encontraba Carlos de Aranjuez, fueron sentenciados a penas que no entraban en prisión. En Mayo de 2008 comenzó el juicio contra siete compañeros acusados de delitos mayores, la sentencia condeno a cuatro, entre ellos Fernando, a penas entre cinco años y medio y ocho años y medio. Los abogados de la defensa recurrieron para que se celebrase un nuevo juicio y no tuvieran que entrar en prisión mientras tanto. La fecha definitiva fue septiembre de 2010 pero tuvo que aplazarse hasta enero de 2011 por la detención de uno de los cuatro procesados unos dí­as antes, acusado de atracar un banco.(Leer abajo del todo la carta del compañero en prisión preventiva explicando los hechos 1)

Destacar la agitación que vive Grecia desde diciembre de 2008 cuando la policí­a asesino a sangre frí­a a un joven de 15 años. Múltiples luchas han sucedido durante los dos últimos años haciendo temblar los pilares donde nació la civilización, de esta manera el estado ha redoblado la represión. En la actualidad hay decenas de presos anarquistas (también en busca y captura) en las cárceles griegas  y varios procesos abiertos.
El mismo viernes 14 comienza un juicio contra 23 presos de la cárcel de Koridallos en Atenas por rebelarse en Abril de 2007 contra la paliza pegada contra el preso anarquista Giannis Dimitrakis. El Lunes 17 empieza el primer juicio por el  caso de Conspiración de células del fuego en el interior de la carcel de Koridallos en Atenas.

Para mas información ver la categorí­a Proceso de Salónica.

Web del grupo de apoyo de Londres.

koriCartel llamando a concentrarse en el tribunal del Pireo el viernes a las 9:00 h. por el juicio de la rebelión de la carcel de Koridallos.

cons
Cartel de la iniciativa anarquista contra las prisiones llamando al evento-debate sobre el caso de Células del fuego el jueves 13 en la universidad politécnica a las 18:00 h. y convocando a protestar frente a la carcel de Koridallos el lunes 17 a las 9:00 h.

(1)Carta de lxs tres acusadxs por el atraco en Psahna

Hace un par de semanas hemos informado sobre el arresto de compañeros acusados por un atraco al banco en localidad de Psahna(isla de Evia, algunos 150 km al norte de Atenas) ocurrido el 17 de septiembre pasado. Lxs compañerxs recién publicaron una carta.

Somos testigos de un cambio histórico crucial, vemos el nuevo, todaví­a más destructivo, mundo que está por venir. La llamada “crisis capitalista” seguida por el inexorable pillaje marca una nueva fase de la guerra metropolitana y sus dos aspectos destructivos. La violencia y la violencia. Violencia ideológica, violencia represiva. Nos referimos a esto como a una nueva fase de guerra, justo porque la época anterior a la crisis la percibimos igualmente bárbara y arrasadora. Pues, se trata de ésta inolvidable época de “la abundancia”, que, de manera taimada y paciente, prologó a lo que estamos viviendo ahora. Era una guerra, permanente y de “baja intensidad”, que logró durar dos décadas repartiendo ensueños, ilusiones e ideologí­as.

El fenómeno de créditos, como el ultimo “invento” gracias al cual el mundo desarrollado capitalista pudo mantenerse vivo, no tuvo que ver solamente con los nuevos ricos o los números en estadí­sticas. Si que también fue todo esto, pero sobretodo fue la promoción ideológica del estilo de vida moderno a través de los créditos, la promoción que atravesó, determinó y trasformó todo el conjunto de las relaciones sociales. Era el lenguaje dominante y sus anuncios publicitarios. Era el cinismo y la caza de felicidad personal aunque sea sobre los cadáveres.

Todo esto convirtió las ciudades en unos inmensos teatros de guerra. El trí­ptico: fuerza, riqueza y poder, que se debí­a de obtener cueste lo que cueste, fue glorificado por todas las clases, en todos les aspectos de la vida social, mientras que cada crimen cometido contra los “otros” fue disculpado. Los “otros” eran, como siempre, los invisibles, los parias, los pobres, los inmigrantes. Al mismo tiempo una bárbara masa -en que cada uno estaba solo y contra todos los otros-pudo consumir, explotar, administrar, divertirse y violar sin sentido de culpa ninguno. Fue una época en que todo era permitido. No obstante, fue una época de préstamo y, como todas otras cosas, también ella se acabó.

La época que ahora amanece al horizonte lleva consigo la pobreza, la desgracia y las prohibiciones. Es una época del vací­o que escupe en la cara de todos que viven con ilusiones. ¿Y ahora qué? Ahora ya no tienen nada para prometer, por esto van a dar órdenes. El lenguaje del Poder gotea de sangre y el discurso con que se presenta las devastadoras trasformaciones sociales como una condición previa necesaria para afrontar la crisis, es un discurso de guerra. Es un discurso directo, violento y cruel. El hecho de declarar “el estado de excepción” y de obligar a todos de ser obedientes ante lo que manda “el interés nacional”, no dejan ningún margen para malinterpretar. Estamos en guerra. El Estado se fortifica construyendo un inmenso muro de protección. Lo hace porque sabe que a pesar de que todaví­a está sobreviviendo-de los restos de “abundancia” de las décadas anteriores-a pesar de que la individualización y el fatalismo todaví­a absorben el descontento y a pesar de que nosotros, los de abajo, todaví­a no hemos formado una fuerza antagonista compacta, no va a tardar el momento en que la rabia acumulada se expresará. Y luego estallará. Estallará aunque sea llena de contradicciones, aunque sea sin salida ninguna. Y lo demuestran las huelgas que son criminalizadas, las leyes anti-terroristas que se expanden, los disturbios en las ciudades, el ejercito que se está instruyendo, el armamento autorizado y los gastos aprobados, las ciudades, los barrios, las casas y nuestras propias vidas que están asediadas.

En éste percal las persecuciones penales, los arrestos y encarcelamientos de los que luchan son ineludibles. Porque ahora, golpeando a nosotros, tienen que sembrar el miedo en todos aquellos que se piensan de o ya están preparados para actuar, porque ahora es el momento en que tienen que demostrar su supuesta omnipotencia, porque ahora es el momento en que tienen que declarar cada forma de la lucha como algo en vano y sin salida.

Por lo tanto, estamos en la punta de mira de las autoridades porque así­ lo requiere la época en que vivimos. Puede ser que esto nos hace susceptibles y expuestos a la represión, pero en ningún caso nos hace ví­ctimas. Quizás al contrario. Por esto hablamos sobre las decisiones y la consciencia de la lucha. La consciencia de que desde el momento en que empiezas de luchar estás tomando tu vida en tus propias manos y dejas de verse a sí­ mismo como una ví­ctima. Nunca más. Definitivamente. Pues, lo vamos a repetir: estamos en guerra. Teniendo en cuenta éste hecho, vamos a contar nuestra historia.

El viernes de 17 de septiembre, bastante lejos de Psahna, donde un poco antes fue realizado un atraco al Banco Nacional, los maderos nos retienen y nos llevan a la comisarí­a de Artaka. Mientras que no existe ninguna prueba agravante que podrí­a conectarnos con el dicho atraco, la identificación revela a nuestra “identidad” y provoca un giro en los acontecimientos. El hecho de que fuimos detenidos en el pasado por las acciones dirigidas contra el régimen constituye una “firme” prueba de nuestra implicación en el dicho caso. El traslado inmediato a la comisarí­a central de Halkida y luego la insistencia de los interrogadores de enfocarse en nuestro pasado fueron indicativas con respecto a sus intenciones. Y, puesto que nuestra presencia en la zona donde hubo el atraco por sí­ misma no era suficiente, se tuvo que inventar las pruebas. Pues, que más se puede decir sobre las ridí­culas declaraciones de algunos chivatos locales de allí­, que “reconocieron” nuestra manera de andar, las marcas de nuestros relojes, etiquetas de chaquetas y todo el resto que les dictaron policí­as secretas de Halkida, que a su vez fueron ansiosos de llevar a cabo la misión que les fue encargada por sus superiores en la Comisaria Central de Atenas. En éste momento todos tres estamos acusados y dos de nosotros están en prisión preventiva por unos cargos evidentemente irreales.

Podrí­amos denunciar la arbitrariedad policial e invocar nuestra inocencia. Sin embargo, para nosotros las palabras nunca son neutrales. Están siempre cargadas con sentidos y significados. Constituyen mundos enteros que a veces son totalmente enemigos uno hacia el otro. Por lo tanto, las palabras se enfrentan entre sí­. ¿Qué significa en nuestros tiempos tan raros denunciar la arbitrariedad? Según nosotros esto significa nada otro que tener, sea indirectamente, la fe en el monopolio de las leyes. Es la consentida admisión que la arbitrariedad no está en la naturaleza misma del sistema, sino de que trata de una obra de algunos perjuros y corruptos. Es una táctica de desorientación que de un modo refinado apunta al problema lejos de su rices. Lo apunta en las nuevas “revelaciones”, escándalos, “algunos casos aislados”. El sistema en sí­ es todo una maquina criminal, y la violencia, solamente la violencia es el aceite que la engrasa. Alguien que todaví­a sigue ignorándolo es bien sospechoso o simplemente finge no verlo.

Por lo tanto no nos vamos a centrar en los maderos que “se pasaron, en los fiscales que “fueron arbitrarios”, ni tampoco en los periodistas que “desinformaron”. Lo que pretendemos es, con nuestra historia como ejemplo, describir las reglas modernas de subyugación. Mostrar en público estas pequeñas historias que componen el mundo bárbaro que nos rodea. Que cada uno y una se posicione al respecto. Nosotros hemos tomado ya nuestra posición. Reclamamos que caen los cargos y que se nos excarcele, sin que vayamos a mendigar por algo. No somos ví­ctimas, somos parte de nuestras decisiones. Por lo que hicimos, por lo que no hemos logrado de hacer, por otras cosas que hemos dejado. Que no busquen “inocentes” entre nosotros. Desde ya tiempo estamos con los que siguen siendo “culpables”. Estamos con los pobres diablos, con los inmigrantes, con los delincuentes, con los atracadores, con los “terroristas”. Y así­ seguiremos.
Por lo de antes, lo de ahora y para siempre.

Aleksandros Kassivas,
Mihalis Traikakis

(en prisión preventiva, Modulo A de cárcel Koridallos)
Maria Ikonomou
(acusada en el mismo caso)
19 de octubre de 2010

5 Comentarios para “De nuevo el juicio de Salónica”

  1. midat

    Suerte y libertad al compañero, y ya vale de juicios-farsa para reprimir las ideas.

  2. anónimx

    ínimo compañeros! ínimo Fernando!
    Que la libertad se imponga a toda ley, a toda condena y a toda forma de poder judicial.

  3. Kalandracas

    Y recordar que su ley no es nuestra.

    Salga lo que salga estamos con vosotros.

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