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La resistencia kurda en Rojava, especialmente durante la batalla de Kobaníª, ayudó a desenmascarar este diabólico pacto entre Turquí­a y el ISIS.La expansión del grupo terrorista ISIS está viéndose reforzada por el apoyo sin vacilaciones de Turquí­a, junto con algunos otros estados. Artí­culo publicado en Rojava Azadi Madrid.

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Desde el comienzo de la guerra civil en Siria, el gobierno del AKP en Turquí­a ha estado realizando una polí­tica exterior informada y motivada por su mentalidad excluyente con respecto a sus propias comunidades étnicas y religiosas, así­ como en relación a los grupos progresistas y revolucionarios del paí­s. El gobierno del AKP, con el fin de reprimir y contrarrestar cualquier rédito polí­tico de los kurdos, quienes desarrollan un proyecto democrático radical en Siria, presta apoyo a cualquier grupo extremista, incluido el Daesh, el Frente Al Nusra, etc.

Por qué Turquí­a apoya al Estado Islámico

El renacimiento de un enfoque neo-otomano por parte del gobierno del AKP, lo que básicamente implica su conversión en potencia hegemónica regional, junto con las cuestiones socio-polí­ticas históricamente arraigadas en Turquí­a, ha impulsado al gobierno turco hacia una polí­tica regresiva diseñada estratégicamente que, según algunos sugieren, está al borde del colapso.

Antes de la llamada “primavera árabe”, el entonces Ministro de Asuntos Exteriores de Turquí­a, Ahmet Davutoglu, introdujo una nueva polí­tica exterior, más agresiva, destinada a dominar la zona. Al considerarse a sí­ mismo como el “hermano mayor” de la región, el AKP cree que Turquí­a podrí­a convertirse en un estado hegemónico que coordinarí­a la región junto con las potencias imperialistas occidentales. Sobre la base de este razonamiento, el AKP ha implementado una polí­tica de dos caras. Por una parte, desde 2007 hasta nuestros dí­as, Turquí­a ha estado interviniendo en los paí­ses de la región a través de un conjunto de organizaciones islamistas, desde diferentes ramas de los Hermanos Musulmanes a organizaciones yihadistas extremistas, con el fin de remodelar la configuración polí­tica de la zona en su propio interés. Por otra parte, el gobierno del AKP ha tratado de desarrollar buenas relaciones con las potencias regionales, con el fin de ampliar la influencia económica y cultural de Turquí­a, que ha sido descrita como “el poder blando de Turquí­a” por el actual primer ministro DavutoÄŸlu en su polémico libro “Profundidad estratégica” (Stratejik Derinlik). Esta polí­tica del gobierno del AKP fue respaldada por las potencias imperialistas occidentales hasta finales de 2012, en su búsqueda de una alternativa al radicalismo islámico en el paí­s.

Sin embargo, en primer lugar, los acontecimientos en Egipto y Túnez en el marco de la llamada “primavera árabe” y, en segundo lugar, la guerra civil en Siria, han cambiado dramáticamente la situación en la región para el AKP, así­ como sus relaciones con las potencias imperialistas, al hacer visible su relación y colaboración con organizaciones terroristas yihadistas.

Turquí­a ha apoyado, facilitado y colaborado en exceso con diversos grupos yihadistas, entre ellos el ISIS, con el fin de dar forma al futuro de Siria en lí­nea con sus intereses. Irónicamente, la colaboración Turquí­a-ISIS ha salido a la luz en parte gracias a la división de los poderes imperialistas en el campo de batalla de Siria. Durante la cumbre del G-20 en Turquí­a, el presidente ruso, Vladimir Putin, que no quiere perder su último aliado en la región mediterránea -Bashar Assad-, mencionó a unos 40 paí­ses que apoyan a Daesh; uno de los cuales, como todo el mundo ha sabido después , es Turquí­a.

Como se ha indicado antes, la cuestión kurda en Turquí­a es un factor determinante para la polí­tica exterior turca desde la formación de la república. Así­ pues, la diplomacia turca está indexada para evitar categóricamente cualquier tipo de avance polí­tico kurdo. Esto ha sido observable tanto en el Kurdistán iraquí­ tras la invasión de Irak por Estados Unidos, como en el Kurdistán sirio o Rojava (Kurdistán Oeste, norte de Siria), donde los kurdos han captado la atención mundial con su heroica resistencia, seguida de una victoria histórica contra el ISIS en Kobaníª. Puesto que cualquier avance polí­tico de los kurdos, allá donde fuere, supondrí­a catalizar la lucha kurda en el norte de Kurdistán (Turquí­a oriental) contra Turquí­a, el bloqueo a los kurdos a nivel internacional se ha convertido en una prioridad para el estado turco.

En este sentido, el primer aspecto de la resistencia kurda contra el ISIS, con respecto a la colaboración Turquí­a-ISIS, es que el gobierno del AKP ha llevado a cabo una guerra de poder contra los kurdos de Rojava a través del grupo terrorista islamista, con el fin de bloquear, o al menos contener, el éxito kurdo en Siria. El gobierno del AKP es también responsable de los ataques del ISIS contra los kurdos e izquierdistas en Turquí­a al no poner en marcha una investigación efectiva a pesar de todas las evidencias. El ISIS llevó a cabo tres bombardeos: en Diyarbakir durante un mitin electoral del pro kurdo-izquierdista HDP; en Suruí§, una ciudad en la frontera entre Turquí­a y Siria; y en Ankara durante una marcha por la paz.

La segunda es que la resistencia kurda en Rojava ha desenmascarado esta sucia colaboración, especialmente durante la batalla de Kobaníª. De hecho, la colaboración de Turquí­a con grupos yihadistas y su utilización en particular contra los kurdos, no se inició con ISIS, como tampoco ha surgido de la nada. Lo ha hecho en el ámbito de su enfoque intervencionista en Oriente Medio y se remonta a principios de 2011, cuando apoyó a otro grupo yihadista, el Frente Al Nusra, la rama siria de Al Qaeda, que no es menos cruel que el propio ISIS. A raí­z de una división interna dentro del Frente Al Nusra, éste fue sustituido por el ISIS, que ha estado perpetrando ataques desde entonces en tierra kurda liberada con la ayuda del gobierno del AKP. La colaboración AKP-ISIS continuará, siempre y cuando uno necesite del otro. Pero se produce aquí­ un equilibrio de terror para Turquí­a, creado por la propia Turquí­a: en el caso de que detenga su colaboración con el ISIS, es muy probable que el grupo terrorista se vuelva contra ella, ya que la única puerta para sus necesidades logí­sticas es la frontera turca.

Cómo apoya Turquí­a al Estado Islámico
Turquí­a colabora con el ISIS tanto polí­tica como ideológicamente, colaboración que expande por muchos canales, como ha sido expuesto en detalle por David L. Phillips en el Huffington Post. El ISIS ha servido a los intereses turcos militarmente en la lucha contra los kurdos, mientras que el gobierno del AKP ha facilitado la campaña asesina del ISIS logí­stica y financieramente, proporcionándole igualmente equipamiento militar. Tres camiones repletos de armas se detuvieron en la región de Adana el 19 de enero de 2014. A pesar de la negativa del gobierno, ha quedado claro que estas armas iban a ser entregadas al ISIS. Según muchos documentos sacados a la luz y a la cobertura de los medios de comunicación, además de estos tres, ha habido muchos otros camiones con armas entregadas al ISIS, lo que también ha sido demostrado por medio de videos y fotos tomadas por combatientes YPG/YPJ kurdos. Por otra parte, el suelo turco ha sido utilizado por los saudí­es para el transporte de armas dirigidas al ISIS.

El gobierno del AKP también ha facilitado el paso de la frontera a miembros del ISIS recién reclutados, de acuerdo con un documento firmado por el Ministro del Interior Muammer Gí¼ler el 13 de junio de 2014. También se ha constatado por los medios de comunicación internacionales que el gobierno de Erdogan hace la vista gorda en la “puerta de entrada a la yihad”, la frontera turca con Siria.

Siguen sin respuesta oficial del gobierno muchas enmiendas y preguntas planteadas por la oposición en el Parlamento turco, en relación con la permisividad en el cruce de fronteras para los yihadistas. Entre otras muchas preguntas sin respuesta, la del diputado del HDP Ibrahim Ayhan, dirigida al Ministro del Interior, relativa a si el gobierno proporciona refugio a los miembros del ISIS en el campamento de refugiados del distrito de Akí§akale.

Combatientes del ISIS, entre ellos altos mandos, recibieron atención médica y han sido tratados en hospitales de ciudades fronterizas de Turquí­a.

El periodista turco Fehim TaÅŸtekin afirma que el gobierno ha permitido la compraventa de petróleo desde el territorio ocupado por el ISIS. Asimismo, según otras fuentes, algunos de los miembros de la familia del presidente Erdogan están involucrados en el comercio de crudo controlado por la organización terrorista.

Al abordar esta cuestión, es fundamental tener en cuenta que una intervención militar internacional sólo servirí­a para reforzar al Estado Islámico y otros grupos terroristas similares. En su lugar, el apoyo a las fuerzas sobre el terreno que luchan por su tierra y la libertad serí­a mucho más eficaz.

En última instancia, mantenerse en permanente solidaridad con la singular experiencia de democracia radical en Rojava, en medio de una región llena de violencia y atrocidades, es una responsabilidad para todo el mundo y la mejor manera de avanzar.

Yasin Sunca es un activista polí­tico kurdo e investigador independiente – @kurdeditir

Este artí­culo fue publicado originalmente en telesurtv.net

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