El pasado lunes 2 de marzo se han reanudado el proceso contra varios vecinos de Gamonal acusados de haber participado en los hechos que se vivieron en Eladio Perlado durante la noche de aquel 18 de agosto de 2005. Si hacemos un poco de memoria, un ejercicio que no suele gustar demasiado a los encargados de ejercer el poder, nos daremos cuenta que esta es sola una (la última) de las muchas movilizaciones sociales en las que en las últimas décadas se ha visto inmerso el barrio de Gamonal.
La memoria es una herramienta que se antoja indispensable para conocer el propio presente, en ocasiones la única clave posible para comprender la idiosincrasia de determinados lugares o determinadas situaciones. Su contrario, el olvido, suele ser recomendado, desde las altas cumbres desde donde se pretende imponer un determinado status quo.
El proceso en el que actualmente están siendo juzgados los vecinos encausados por los sucesos de Eladio Perlado se nos muestra terriblemente revelador en este sentido. Para aquellos que conocen el conflicto contra el parking únicamente por lo vertido en los mentideros oficiales que se han esforzado en mostrar la versión oficial del Ayuntamiento de Burgos como la única verdad absoluta en este conflicto, quizás la actitud de los vecinos parezca algo aparentemente contradictorio: ¿por qué oponerse a la construcción de un parking cuando existe ese problema claro de aparcamiento en Gamonal?
Sin embargo, como en la mayoría de las cuestiones es necesario analizar la cuestión buscando los orígenes del conflicto. Es aquí donde la memoria, esa actividad que contribuye a que seamos más libres y menos manipulables, entra en acción. En este sentido, el recientemente estrenado documental Gamonal(ES), así como ¿De quiénn es la calle? que narra la movilización contra el parking, realizan una función sin duda alguna bastante esclarecedora.
Gamonal de Río Pico deja de ser pueblo y se convierte en barrio allá por mediados de la década de los cincuenta. Pierde su autonomía y se anexiona a Burgos a cambió de una serie de promesas más o menos cumplidas a desgana. Para finales de la década de los sesenta se convertirá en el núcleo de recepción de gran parte del éxodo rural que abandona el campo para acudir a la ciudad atraído por la puesta en marcha del Polo de Desarrollo. Para ello era necesario construir un barrio, o mejor dicho, era necesario alojar a toda prisa a todo esa gente en masa estaba llegando. En la mayoría de los casos se hizo siguiendo las directrices de las empresas y las constructoras y no de las necesidades reales de la gentes que empezaron a poblar el barrio, haciendo que de las 400 personas que era aconsejable ubicar por hectárea se transformaran en unas 1000, siguiendo una política de máximo aprovechamiento del espacio lo que provocará los problemas de masificación que actualmente se viven en esta zona
Cuando esta población proveniente de las áreas rurales comienza trabajar en las fábricas de la ciudad, Gamonal es un barrio que todavía no esta construido. Existen las casas y los edificios, algunos de ellos levantados a toda prisa, pero poco más. No hay ninguna dotación para esas gentes. Todas las posteriores mejoras que fueron llegando al barrio se consiguieron “a punta de reivindicación”, pagando en algunas ocasiones un alto precio por ellas.
Y aquí, si hacemos uso de la memoria, si miramos al pasado para comprender un poco el presente, eso que tanto disgusta a nuestros gobernantes, nos daremos cuenta que la historia de Gamonal está plagada de movilizaciones y reivindicaciones sociales y vecinales.
Sin ir más lejos, muchas de ellas se originaran en el propio Eladio Perlado, avenida cuyo nombre gracias al actual proceso judicial vuelve a repetirse en los televisores de gran parte de este país.
Allá por finales de la década de los años setenta y comienzos de los ochenta a un señor que estaba en el Ayuntamiento de Burgos, un tal José María Peña, se le ocurrirá la brillante idea de que tiene que ser los propios vecinos los que tengan que pagar la urbanización de la avenida exigiéndoles para ello el pago de una contribución especial de 40.0000 de las pesetas de aquel entonces bajo amenaza de no recoger las basuras.
La movilización hizo que el Ayuntamiento desistiera en su propósito de querer hacer exigir a los vecinos que realizaran lo que era labor del consistorio. Más tarde el señor Peña será condenado en el llamado Caso de la Construcción junto con su socio Méndez Pozo. Hoy ambos continúan siendo parte integrante de los jerifaltes locales, y en algunas ocasiones sin dejar de colgarse medallas y haciendo todo lo posible para que aquel caso no se recuerde. ¿Qué habíamos dicho de la memoria?
En la misma época se desarrollará la intensa lucha contra la subida del precio del autobús, durante varios días se produjeron durísimos encentamientos en las calles de Gamonal, la cólera de un barrio entero que se había echado a la calle fue aplacada por los antidisturbios venidos desde Miranda de Ebro. Algunas de las imágenes que esta batalla ha dejado grabadas en la retina de aquellos que tiene ya cierta edad es la de aquel autobús urbano ardiendo en plena calle Vitoria.
Siempre en relación con las movilizaciones contra las imposiciones urbanísticas se enfoca la lucha por la recuperación de la Plaza Santiago, también llevada a cabo durante el periodo ene le que el Señor Peña fue alcalde.
En este caso, ante la tentativa de edificar en este zona, que como ya hemos dicho esta intensamente poblada, hizo que los vecinos se movilizaran para poder salvar uno de los pocos espacios lúdicos de los que disponía el barrio.
Una mañana cientos de vecinos decidieron que allí no se construiría un edificio sino que se tenía que respetar la plaza que había sido acondicionada por ellos mismos. Las vallas que acotaban el perímetro donde se construiría dicho edificio fueron derribadas. ..¿Toda comparación resulta odiosa?
Cuestiones urbanísticas también hicieron que varias asociaciones vecinales se movilizaran para salvaguardar el Parque de Félix. Pero no solo lo urbanístico se ha convertido en catalizador de las movilizaciones en Gamonal y Capiscol. En estos barios se han desarrollado luchas por cuestiones como la demanda de centros de salud, de institutos de enseñanza e incluso algunas con argumentos tan sorprendentemente actuales como aquella contra la carestía de la vida.
Las movilizaciones contra el parking de Eladio Perlado nos son por lo tanto algo ajeno a la historia de Gamonal producto de la acción de algunos radicales como han vendido desde el principio determinados medios oficiales. La solidaridad durante estos tres años con los vecinos encausados ha conseguido que, a pesar de las públicas e institucionales prescripciones de olvido, la gente haya sabido reconocer que durante estos días no solo se está juzgando a 8 vecinos detenidos arbitrariamente aquella noche, sino que lo que se juzga es la capacidad de movilización de un barrio entero que supo decir no, como en el reciente pasado, a las imposiciones de aquellos que manejan los hilos.
El precio que se paga es elevado por ello es elevado. Durante esta semana 8 vecinos se sientan en el banquillo de los acusados. En la totalidad de los casos fueron detenidos de forma arbitraria y convertidos en chivo expiatoria para esta venganza judicial. Una venganza que solicita escalofriantes condenas de años de reclusión como escarmiento por no haberse sabido someter.
De un tiempo a esta parte se ha generalizado aquella frase de si tocan a uno nos tocan a todos “recientemente he oído decir a una persona que ha vivido gran parte de estas luchas que Gamonal es un barrio que cuando le llamas responde. Siempre responde.
Está vez debe ser así también.
Yomixmo
El artículo sencillamente genial. Sin lucha, sin protestas no hay progreso, no se avanza y los que mandan se acomodan.
Anónimo
Algunos vais a dar en bobos fomentando la bronca y la confrontacion. Los de Gamonal de toda la vida estamos hasta las narices de tanta tontería.
Yomixmo
¿Los de Gamonal de toda la vida? ¡Tu eres tonto! De los que están hasta los huevos los de Gamonal es de gilipollas como tu.
¡Apa vente a Capiscol! ¡Solidaridad encausados!
Anónimo
Eso de los de “Gamonal de toda la vida” me suena a algo parecido a “gente como dios manda”, es decir gente que agacha la cabeza y besa la porra de su amo.
Solidaridad encuasados
mendas
los de gamonal de toda la vida estamos hasta las narices de tanto mamoneo. es que manda huevos… como les gusta lamer el culo a mucha gente…
lo dicho, hasta las narices, por no decir otra cosa.