El sábado 25 de mayo, tendrá lugar en la Huerta Comunitaria de Capiscol el séptimo aniversario. Como el año pasado la Huerta junto al colectivo de Comunales Vivos se unen para organizar un día de juegos, actividades relacionadas con la siembra y los árboles, comida popular y una adra de limpieza del cauce molinar bajo el lema: ¡mójate por tu barrio!
Desde las 10.30h. del próximo sábado 25 de mayo, se iniciará la jornada festiva del 7º aniversario de la Huerta Comunitaria de Capiscol, con una adra, tarea comunitaria, para limpiar el río que acompaña a la huerta y que se pierde en la Deportiva. El otro año, ya se hizo esta actividad un tramo más arriba de donde comienza la huerta; toda la basura encontrada se dejó fuera para que el Ayuntamiento únicamente lo recogiera pero estos días hemos podido comprobar que ahí sigue como se dejó ese día. Este sábado 25 seguiremos con la limpieza río abajo y denunciaremos públicamente que a las instituciones sólo les interesa la defensa del medio ambiente de cara a la galería.
Seguidamente, a las 12.30h. está prevista una gymcana de señalización de los árboles de la huerta: encinas, robles, arces, lilos, ciruelos, higueras, nogales, perales, y muchas más especies que están habitando este espacio. Aprenderemos a diferenciarlos, a conocer sus características más importantes y a cómo cuidarlos.
Tras la comida popular a las 15h. habrá juegos para peques y mayores y alguna actividad hortícola para disfrutar de este espacio abierto a todas las personas que quieran participar.
A continuación reproducimos el texto del 7º aniversario de la Huerta Comunitaria:
En la actualidad, observamos cómo la juventud está poniendo el foco de la lucha sobre la crisis medioambiental que sufre el planeta y del expolio capitalista que se hace de la naturaleza.
Urge cambiar el paradigma productivista que tenemos sobre el entorno y preguntarnos ¿cómo nos relacionamos con la tierra? Ante esta cuestión sólo podemos contestar que necesitamos potenciar los encuentros y la cercanía en los vecindarios frente al individualismo imperante; necesitamos generar alianzas entre los proyectos locales cuyo modo de actuación no se base en el intercambio de dinero sino en el cuidado de las personas y en la autoorganización vecinal.
Recuperar modos colectivos de hacer y de habitar los espacios, en definitiva, recuperar la conciencia de lo comunitario, se convierte en el ariete imprescindible para combatir esta crisis de civilización en la que nos vemos inmersas.
La tierra es un bien común irremplazable y esencial para la sostenibilidad de la vida; por eso, su valor no puede reducirse a un precio de mercado con el que especular y sangrar a las clases más precarizadas como pretenden hacer con el solar donde actualmente se encuentra la Huerta Comunitaria de Capiscol. Un espacio donde sino se participa de él, aportando cada quien en la medida que pueda, acabará en las garras depredadoras de las constructoras convirtiéndola en bloques de hormigón como pronto sucederá con la parcela colindante.
No hay intención institucional de cambiar los usos de la tierra, apenas plantean insuficientes zonas verdes para las plazas del barrio como recientemente publicaban en prensa. Solamente nos queda fortalecer las relaciones entre las vecinas para gestionar colectivamente estos espacios abiertos con la intención de que la naturaleza no sea un escenario más, sino un sujeto activo en la lucha contra la degradación ambiental y la miseria moral que nos impone el sistema capitalista.
Hace siete años que la Huerta Comunitaria dio sus primeros pasos apostando firmemente por la recuperación de los solares abandonados donde experimentar las ideas comunales del buen vivir. Desde esta visión, aprendemos entre nosotras a cultivar, hacer compost, guardar las semillas, crear botiquines naturales, valorando el potencial que tenemos cuando nos juntamos y empezamos a pensar conjuntamente sabiéndonos menos vulnerables cuando creamos un nosotras desde donde hacer comunidad.
Hoy más que nunca, que siga viva esta Huerta significa plantar cara a la especulación urbanística y al maltrato de la tierra ofreciendo estrategias colectivas que nos hagan avanzar en el camino de la transformación social que tanto ansiamos.
El sábado 25 de mayo, junto a Comunales Vivos celebraremos el séptimo aniversario, una ocasión especial para conocer ambas iniciativas y contribuir en la defensa de lo común.
Mari-Sol
Me encanta sentir que todavía hay sensibilidad a lo natural. Felito a todos los que siguen trabajando ese trocito de tiera. Adelante campeones! Si necesitáis voz para ayudaros, pedizlo por esta vía. Yo no tengo fuerza fisica. Me acercaré el día 25 por alli para apoyamos con mi presencia. Un abrazo.