Sin aviso previo, y en medio de un abrumador despliegue policial, han dado comienzo las polémicas obras de la Plaza de Toros de Burgos. Por enésima vez el Ayuntamiento de Burgos ha hecho oídos sordos a las protestas que durante los últimos meses han puesto de manifiesto que este nuevo proyecto urbanístico, en los términos y maneras en los que se ha impuesto a la ciudad, es una nueva maniobra especulativa destinada a satisfacer las demandas del empresario de la construcción Antonio Miguel Méndez Pozo.
La razón de Estado, que como en la Historia más reciente de la ciudad, pasa por seguir ofreciendo suculentos beneficios a los lobbies del ladrillo por encima de los intereses reales de sus habitantes, se está nuevamente tratando de imponer por la fuerza.
Desde DV hacemos un llamamiento a secundar las movilizaciones contra este nuevo proyecto especulativo y a acudir a las concentraciones que se realizarán todos los días desde el martes 21 de octubre a las 19.00 en la Plaza de Toros.
Muchas eran las voces que en los últimos días alertaban del alarmante incremento de las dotaciones policiales en la ciudad. Una inquietante presencia que no permitía albergar nada bueno y que despertaba numerosas suspicacias. Finalmente las sospechas se ha visto confirmadas y las obras de remodelación de la Plaza de Toros han dado definitivamente comienzo en medio de una intensísima polémica, la cual tiene su origen en el mismo instante en el que viene adjudicada una obra cuyo proceso de adjudicación podríamos definir cuanto menos de opaco.
Siguiendo su habitual modus operandi, el consistorio burgalés ha pasado por alto las protestas ciudadanas que venían exigiendo que la inmersión millonaria destinada a la remodelación, se invirtiese en gastos sociales. Un escenario que recuerda mucho a lo vivido en Gamonal hace apenas medio año y que vuelve a tener en nómina a los mismos actores de lo que parece ser un nuevo sainete cocinado con los ingredientes de la más genuina ópera bufa burgalesa.
No son pocas las voces que apuntan que tras verse interrumpida la construcción del bulevar de la calle Vitoria en Gamonal, el Ayuntamiento de Burgos ha querido indemnizar al empresario Antonio Miguel Méndez Pozo con una nueva concesión que le reportase los beneficios que no pudo obtener del anterior proyecto especulativo frustrado por la movilización popular.
Desde hace décadas la política local de la ciudad viene supeditada a los intereses empresariales de un turbio personaje que a través de sus redes clientelares controla los entresijos de la ciudad. Desde la Cámara de Comercio, pasando por el Grupo Promecal, y hasta la Fundación Siglo, o la propia Fundación Atapuerca, no hay instancia en Burgos en la que no se deje sentir la alargada sombra de aquel al que apodan El Jefe, cuyos tentáculos se incrementan de manera exponencial justo allá donde decrece a la inversasu moralidad .
Pero, ¿ante el inicio de las obras que podemos hacer los habitantes de Burgos? El Ayuntamiento de Burgos juega una vez más a la política de hechos consumados y ha dado el primer paso blindado el coso burgalés de efectivos policiales que, a pesar de lo que afirman sus estatutos, son empleados como tropa de choque en la defensa de intereses especulativos en vez de las necesidades de los ciudadanos a los que dicen servir. En los próximos días la tensión irá en aumento y veremos cómo desde los rotativos de Diario de Burgos se señala y criminaliza toda forma de protesta utilizando para ello las más variopintas estrategias. Pero no todo está perdido, ni mucho menos.
Una vez más la batalla contra la especulación urbanística vuelve a tener un escenario claro y bien definido. Una vez más el Burgos rebelde al que siempre la crónica oficial se ha esforzado en hacer desaparecer, y que a pesar de todo nunca ha dejado de existir, se tendrá que encontrar en la lucha. Uno de esos Burgos perdidos de los que hablara aquel otro insigne burgalés que debe reencontrarse a sí mismo en la negación frontal del Burgos de la oligarquía y los estómagos agradecidos.
En los aledaños de la Plaza de Toros se dan cita nuevamente los dos Burgos antagónicos que desde la noche de los tiempos han convivido en nuestra ciudad. Dos Burgos que llevan siglos disputando la misma batalla de la que este nuevo conflicto urbanístico no deja de ser su enésima reedición.
Hay que parar este nuevo proceso especulativo, está en juego no sólo un montón de ladrillo sino nuestra dignidad.
PPSOE Y LA CORRUPCIí“N
Es una verguenza nacionalcatólica gastar dinero en reformar una plaza de toros para que los más corruptos de una de las ciudades más corruptas del mundo vayan en San Pedro gratis a los toros de mentira con sus amiguetes. Hay demasiada condescencia en esta puta ciudad. Como la chocahda que contaba aquel en otro día en la oja parroquial, en esta ciudad hace falta mucho racionamiento, que siempre se los llevan los mismos notables de la charca, entre tanto hambre, paro y desesperación. De existir el Dios en el que según sus actos, no creen, que no esperen parcelas en el celo.