Unas reflexiones en torno a la necesidad de buscar un ecologismo que vaya más allá de “preservar el planeta sólo para un puñado de privilegiados”.
Esta semana fui a pasar o más bien no pasar la ITV. Unos “pequeños cambios sin importancia”. Es decir, casi un mes de sueldo y en mi caso aun me puedo considerar una persona afortunada puesto que no necesito el coche para ir a trabajar y cuando aquí escribo “necesito” hablo de una necesidad REAL para buena parte de la población. Mucha gente que precisamente no pertenece a las élites sino a clase obrera precarizada tiene la necesidad real de tener un coche para poder cubrir necesidades VITALES-REALES como son tener techo, calor y comida.
Mientras estaban haciéndome la revisión del coche me di cuenta que cada vez son más exhaustivas, cosa que me parecería maravillosa puesto que estamos hablando de una máquina, a mi entender bastante peligrosa para una misma y para las otras, es decir para todas, si no fuera por el hecho de la prisa que se están dando por anunciarnos y vendernos los coches eléctricos y el cambio de una forma fósil de alimentación a otra “supuestamente” más ecológica.
En lo referente a su “supuesta” ecología sólo mencionar algunos ticks o más bien lanzar algunas preguntas:
-¿De dónde va a salir todo ese litio necesario para fabricar las macrobaterias que tienen que llevar esos coches?
-¿De qué manera o construyendo qué tipo de macroembalses se podrá generar toda esa energía eléctrica o de qué material se construirán inmensas e innumerables placas solares necesarias para su alimentación?
Y la última, la que me ha animado a escribir estas líneas, aunque para nada la más importante pues importantes a mí entender son todas pues no son preguntas aisladas sino interconectadas.
-¿Quiénes van a poder optar a tener un coche eléctrico?
Lo único que me parece ver aquí es el inicio de un ecofascismo, es decir, se preserva el planeta sí, pero sólo para unas pocas, pues la gente que ya vivimos en precario, las que mantienen el sistema capitalista, la clase obrera, pasan a las afueras de ese mundo que se está construyendo, pasan a ser parte de las desposeídas junto con todas las formas de vida no humana que debido al antropocentrismo hace ya largo tiempo que no se las tiene en cuenta o como parece ser, también están al servicio de unas pocas privilegiadas.
Algunas respuestas a las preguntas planteadas pueden ser:
– Extractivismo depredador para todas las formas de vida y medio ambiente, con el consiguiente deterioro y empobrecimiento del suelo.
– Tala masiva de montes, empobrecimiento atmosférico para la vida como la conocemos y su salud, que es la nuestra.
– Modificación de cauces de ríos y empobrecimiento de vergeles naturales dadores de vida.
– Y desposesión del territorio; aquí con la palabra desposesión me refiero a despojarnos, echarnos de la tierra de la que venimos y nos sostiene, la que forma parte de nuestras células y ADN y nos hace ser como somos. A ese territorio que es de todas y no es de nadie y que compartimos cada uno de los seres vivos que lo habitamos.
El ecologismo si no es para todas, si no estamos todas, no es ecologismo. Y las soluciones se han de pensar y construir entre todas.
ander
El ecologismo que comentas es ese, un movimiento de clase, feminista y anticapitalista. Otra cosa es el ecologismo que nos venden que basa sus premisas en el consumismo, la falsa sostenibilidad y, en definitiva, en mantenimiento del statu quo. Los recursos energéticos son fabas contadas. Como seres vivos no hay posibilidades de seguir creciendo si los recursos energéticos decrecen. Quienes pretenden blindar su progreso y el mantenimiento de su estatus económico sólo pueden hacerlo provocando un genocidio más o menos drástico (por omisión llevan produciéndolo hace siglos) o reconociendo que el sistema económico que capitanean tiene que acabar. Con los avances técnicos la productividad ha aumentado de tal manera que la jornada de 20 horas debería estar instaurada, pero el capital siempre quiere más. Digo esto como ejemplo de la perversión de este sistema. En cuanto el tema que inicia tu artículo, el coche, el automóvil como medio de transporte individual está condenado a desaparecer, sea eléctrico o de combustión. Simplemente es insostenible. los recursos energéticos deberán administrarse para lo realmente necesario, y los medios públicos bien organizados y capilarizados han de sustituir al automóvil, que quedará para servicios de urgencia (bomberos ambulancias etc…). Igualmente el transporte turístico aéreo es inviable. tienen que cambiar tantas cosas que si se hace con consenso y equidad globales será penoso y duro, pero si no se hace así será catastrófico para toda nuestra civilización. Ni siquiera esa élite resguardada en su burbuja se salvará. Y de esto último se encargará la propia naturaleza. Salud y Decrecimiento
Art
Se ha pensado siempre que el vehículo eléctrico es ecológico. .Pero no se imagina o habéis pensado que al final de su vida útil, lo llevan a desguazar a lejanos lugares y sus residuos acabarán en algún lugar de Asia o ífrica donde la mierda se esconde mejor que aquí en Europa, como las montañas de ordenadores y otros aparatos eléctricos e industriales que contaminan ya todos los territorios por tierra, mar y aire.
El capitalismo hace negocio hasta del ecologismo.
Habría que transformar la sociedad, expropiar a los capitalistas, hacer un censo de necesidades, organizar el trabajo para una sociedad tal que evidencie una gestión real de óptima producción consumo y reciclaje efectivo y eficaz y verdaderamente sustentable y hacer politica ecológica seria. La perfección no existe, pero si existe la opción de mejorar.