El movimiento de los indignados entra de lleno ya en su segunda semana de movilizaciones en un contexto de protesta social que está comenzando a extenderse más allá de nuestras fronteras. Desde la redacción de DV hemos creído conveniente publicar esta Carta abierta a las asambleas que circula por la red junto con la referencia a otra serie de contribuciones que se están realizando en el seno de multitud de acampadas para que se inicie un debate que ayude a consolidar un movimiento con el que pocos hubieran soñado hace algunas semanas.
Compañeros y compañeras:
Las protestas que desde hace más de una semana se desarrollan por todo el país han llegado a un momento decisivo. A partir de ahora solo hay dos caminos: quedarnos en este punto hasta que poco a poco seamos fagocitados por el sistema, o extender y desarrollar a fondo las protestas convirtiéndolas en una auténtica revuelta social que retumbe en todos lados.
Muchos de los que estamos en las calles desde hace ya más de una semana, apostamos sin duda por la segunda opción. Pero para ello tenemos todos mucho que aprender, tenemos mucho con lo que desengañarnos. Hay que reflexionar sobre la metodología a emplear, sobre como consolidar y extender las organizaciones de las que nos dotamos, en definitiva, sobre un gran número de cuestiones que serán fundamentales.
Ahora, queremos reflexionar sobre una cuestión primordial que está sobre la mesa: el camino a seguir.
Los políticos, los sindicatos y los medios de comunicación nos presionan para que concretemos cuanto antes el movimiento, para que dejemos ya claro qué es lo que queremos. De hecho desde hace días en todas las asambleas se trata de consolidar una tabla de reivindicaciones. se está poniendo como el primer punto de todas las asambleas. Hay todo tipo de propuestas más o menos difundidas. En los últimos días se está hablando de la reforma electoral, de la democracia participativa, de la intolerancia a la corrupción, también se está hablando de cooperativas, de nacionalizar la banca, de cambiar el sistema, etc. En definitiva, se discute una serie larga de reivindicaciones, algunas de las cuales chocan entre sí y han creado ya tensiones en muchas asambleas. Y algunos estamos firmemente convencidos de que todo esto es una trampa, que si seguimos por este camino daremos vueltas en un círculo que acabará desgastando nuestras energías. Y pensamos así porque consideramos que definir lo que alguien quiere, sintetizar lo que esta protesta que estamos realizando quiere, es lo más difícil.
Estamos convencidos de que no será a la carrera, como interesadamente quieren que hagamos los políticos y todos aquellos que quieren que nada cambie, o mejor dicho los que quieren cambiar pequeños detalles para que todo siga igual. de que no será proponiendo de repente una tabla de reivindicaciones, como conseguiremos sintetizar lo que queremos todos los que luchamos, no será creando un amasijo de reivindicaciones como nuestras protestas se expresen y se fortalezcan. Podemos comprobarlo viendo todo lo que se está proponiendo y hace un momento comentábamos.
Y entonces qué, pensaréis algunos. No se vosotros, pero para algunos de los que aquí estamos, la mejor manera de ir dando forma a estas protestas es concretando no lo que queremos, sino lo que no queremos. Así es. Es eso lo que en realidad ha forjado nuestra unidad en las calles. Y es así, insistiendo en lo que no queremos, como, sin prisa, iremos viendo poco a poco lo que queremos. Por eso proponemos definir la lucha en base a lo que no queremos, pues repetimos que es lo que nos ha sacado a la calle y donde se encuentra nuestra fuerza. Es la negación lo que abre el proceso a la afirmación. Hay que sintetizar las cuestiones generales que nos han llevado a sacar nuestra indignación, nuestro rechazo. Hay que explicitarlas. Este es el único camino que contemplamos algunos.
Para terminar queremos proponer ya, tres ejes concretos que van en este sentido, como expresión y articularlación de nuestras protestas, como camino por el que continuar caminando:
“¢ No queremos ser mercancías, ni malvivir en un mundo que convierte todas las relaciones humanas en relaciones mercantiles.
“¢ No queremos seguir sometidos a la tiranía de la economía que destruye nuestras vidas y todo el planeta.
“¢ No queremos una sociedad dividida en clases donde la gran mayoría de la humanidad vive en una esclavitud encubierta para que unos pocos vivan como reyes.
Pensamos firmemente que son ejes sobre los que podemos articular y extender las protestas. Que son ejes sobre los que podemos desarrollarnos e ir vislumbrando más adelante, paso a paso, sin prisa, lo que queremos.
Compañeros, compañeras, las experiencias en diferentes asambleas nos han demostrado que no estamos de acuerdo todavía (o que aun no sabemos claramente) qué es lo que queremos. pero estas experiencias también nos han demostrado una cosa a buen seguro más importante: coincidimos y tenemos claro lo que no queremos.
¡¡avancemos por ahí!! .
Un saludo.
Contribuciones para el debate:
15M: Política sin políticos ¡Todo el poder para las Asambleas!
Intervención de Agustín García Calvo desde la Puerta de Sol
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