Basándome en el “argumento del mal de Epicuro“ puedo razonar lo siguiente:
1) Los políticos quieren hacer cosas buenas y no pueden.
2) Los políticos pueden hacer cosas buenas y no quieren.
3) O los políticos ni quieren ni pueden hacer cosas buenas.
4) O los políticos quieren y pueden hacer cosas buenas.
en el caso 1, los políticos son impotentes lo que contradice su capacidad para gobernarnos.
en el caso 2, los políticos son malvados lo que contradice su supuesta bondad.
en el caso 3, los políticos son impotentes y malvados a la vez.
en el caso 4, si los políticos quieren y pueden hacer cosas buenas, ¿porque no las hacen?. en este caso los políticos son incoherentes y no merece la pena fiarse de ellos.
Acerca de todo esto ¿Os acordáis de los Parques en Gamonal de Aparicio?, la gente de “a vista de cerdo“, tiene uno, dos y tres capítulos que recogen documentos gráficos sobre su estado calamitoso. A mi mente llega una frase que leí el otro día en la pared: “políticos estafadores (A)“.
ita
Ante esto solo se me ocurre decir:
UN POLITICO MUERTO UN POLITICO MENOS!!!!
A la hoguera con los politicos………
pepelu
A mi no se me ocurre nada para añadir
Anónimo
vaya chorrada…
Alfonso
No es ninguna chorrada. Eso, al igual que Epicuro hizo, simplemente demuestra que no hay, o bien políticos omnipotentes (o que puedan hacer las cosas, si traducimos), o bien no hay políticos bondadosos (o buenos, que se preocupen).
Yo me decanto por la segunda opción.