En la tarde de ayer, se convocó anónimamente una concentración en Aranda por la sentencia del caso Arandina. El mundo al revés; se apoya a quien agrede y se culpabiliza a quien sufre la violencia sexual. Toca repensar en qué estamos fallando en esta sociedad cada vez más alejada de la supuesta igualdad que nos venden.
Otra vez la mirada culpabilizadora sobre la víctima; programas de televisión, editoriales de periódicos, tertulianos que no paran de vomitar juicios de valor sobre la mujer agredida y que todas recibimos como bofetadas simbólicas y aviso a navegantes: por qué subió a ese piso, ya tendría que saber a lo que iba, no sabían que era menor de edad, si es que es una fresca… Los miles de comentarios que se vierten en esta sintonía apuntalan con cada letra la cultura de la violación que padecemos en todo el mundo. Da igual que las chilenas hagan un himno universal expresando un dolor y una rabia reconocido por todas las mujeres a lo largo y ancho del globo; no importa el incremento en agresiones sexuales que se está produciendo de forma generalizada y alarmante en estos últimos años; poco se valora el testimonio de la chica sobre la intimidación, el miedo y la angustia que sintió en ese piso. Al final, ella -y todas- es la mala, la que ha jodido la vida a tres chicos jóvenes, guapos, españoles, blancos y futbolistas; es evidente que depende quien cometa el acto, el cuestionamiento popular que se hace del mismo varía mucho. No es difícil imaginar que si esta agresión sexual la hubieran realizado unos chavales de un barrio de clase baja, que además fueran extranjeros y feos, la sentencia condenatoria de la sociedad hacia ellos hubiera estado escrita desde el minuto uno. Por lo tanto, es muy largo el camino de pedagogía que aun debemos realizar en esta sociedad machista, racista y clasista.
Mucho tenemos que seguir trabajando para hacer comprender a ciertos hombres – y por desgracia también mujeres que siguen culpabilizando a la víctima- que la VIOLACIÓN es un acto tan deleznable y miserable como el canibalismo; si usáramos esta equiparación no se tendría duda alguna en apoyar a la verdadera víctima que es quien sufre la violación.
Por otra parte, con esta sentencia ejemplar, lejos de servir como útil herramienta contra las violaciones y agresiones, lo que se consigue es desviar el foco de atención de lo realmente importante -la agresión- a la condena dictada. Es más que evidente que a golpe de cárcel el problema de las agresiones sexuales no se va a acabar, simplemente se aísla a unos individuos en un recinto, donde ni tan siquiera son consciente de lo que han hecho, mientras la sociedad sigue generando mensajes misóginos y machistas, produciendo una sexualidad agresiva a través del porno más comercial donde se cosifica y deshumaniza a las mujeres, manteniendo, en definitiva, el caldo de cultivo idóneo para que estas violaciones se repitan una y otra vez, aquí, en tu pueblo, en los campos de vendimia, en los países del sur, en la Europa más moderna, en tu curro, en el metro…Si dejamos de lado la pedagogía feminista, tan imprescindible para generar cambios duraderos y realmente transformadores, y se sigue apostando por medidas punitivas, seguiremos construyendo una sociedad cada vez más enferma, donde se proteja a los agresores y donde nosotras, hagamos lo que hagamos, seguiremos siendo las culpables de que las violaciones existan.
NÚRIA
Si, realmente este caso ,entre muchos, es espeluznarte, justificar y victimizar al agresor machista es una doble agresión hacia la mujer y es un retorno a sigles pasados de los que creíamos ya íbamos saliendo. Toda mi solidaritad a las mujeres que seguimos empeñadas en la lucha por la igualdad y el respecto y ademàs la justícia social, es decir de unos tribunales mas feminizados.
Anónimo
Aquí no es victimizar a un agresor o violador porque no están condenados. En todas las historias hay dos versiones y no se puede sacar que son unos violadores porque ella lo diga. Las cosas en este caso no cuadran no solo porque subió al piso si no por las llamadas repetidas y después de los hechos ella seguía yendo a los partidos pero hasta que se enteró la madre y ella tuvo que decir algo para defenderse y se sabe que esto es muy polémico y lo que pueden sacar siendo futbolistas. Esto es lo que yo pienso siendo víctima de agresión sexual, que en esa misma noche fui a urgencias y lo denuncie, por si acaso os creéis que no se de lo que hablo.
Ana
Foticos de Aranda
https://ana.aktivix.org/aranda
Anonimo
Una pena este artículo tan sesgado que invisibiliza parte de la realidad. Existen bastantes dudas en este caso de que no fuera algo consentido (escuchando los audios se te caen los palos del sombrajo)..Yo no estuve allí y no hago de juez, pero si no se entiende que una mujer TAMBIÉN puede mentir y que TAMBIÉN existen denuncias falsas e intereses varios muy mal vamos. Yo no estuve allí, pero me intentaron denunciar por los transtornos de personalidad de una mujer transtornada…TAMBIÉN existe eso..Metete tu demagogia facilona por donde te quepa, la realidad es mucho más compleja..Es una minoria de casos pero también existen.
Anonimo
“produciendo una sexualidad agresiva a través del porno más comercial”
Esto es absolutamente ridículo (y puritano). Es como echar la culpa a Torrente de la corrupción policial.
Vaya forma tan nefasta de tratar un tema tan serio.
Horacio Suarez
El fascismo global trata de seguir influyendo para desacreditar la revolucionaria lucha de las compañeras.
A vuestro lado solidariamente.
http://www.horacio-suarez.com