Apaguemos todo el 1 de febrero de 19:55 a 20:00h
El 1 de febrero de 2007: participad en la más grande movilización de ciudadanos contra el Cambio Climático! La Alianza por el Planeta (grupo de asociaciones medioambientales) lanza una llamada simple a todos los ciudadanos, 5 minutos de tregua para el planeta: todo el mundo apaga sus velas y luces el 1 de febrero entre las 19:55 y las 20:00h.
No se trata de economizar 5 minutos de electricidad únicamente ese día, pero sí de llamar la atención de los ciudadanos, de los medios de comunicación y de los que deciden sobre el desperdicio de energía y la urgencia de pasar a la acción!
5 minutos de tregua para el planeta: esto no lleva mucho tiempo, no cuesta
nada y mostrará a los candidatos a las elecciones legislativas de junio 2007 que el Cambio Climático es un asunto que debe pesar en el debate político.
¿Por qué el 1 de febrero? Ese día saldrá en París, el nuevo informe del grupo de expertos climáticos de las Naciones Unidas. Este evento tendrá lugar en el país vecino: no hay que dejar pasar esta ocasión de torcer los proyectos sobre la urgencia de la situación climática mundial.
Si participamos todos, esta acción tendrá un peso real mediático y político, algunos meses antes de las elecciones! Haced circular al máximo esta llamada!
Hace unas horas que llegó a mi correo este mensaje.
Lo primero que pensé fue en que ningún otro mundo es posible mientras el capitalismo y el Estado existan, y que los todopoderosos del planeta saben muy bien lo que están haciendo y no basta con recordárselo.
El dinero manda y no podemos seguir confiando en que algún día recapacitarán, aprendimos bien a base de golpes lo que es la moral cristiana pero a la Libertad no se la puede dormir por mucho tiempo, el eco de los gritos en aquella manifestación o el sonido de unos cristales rotos pueden despertarla.
Apaguemos las luces y busquémonos en la oscuridad.
Una de las muchas acciones que se están llevando a cabo en solidaridad con los detenidos el 18 de Agosto 2005 en Eladio Perlado fue la de apagar todas las luces de la avenida y hacer una cacerolada.
Os aseguro que fue impresionante el quilombo que se montó. No solo sirvió para mostrar que si tocan a un@ tocan a tod@s sino que las miradas, risas, sonrisas, gritos y silbidos fueron un lenguaje propio, el lenguaje de la complicidad, una buena muestra de unión y solidaridad de los que saben sin lugar a dudas que ganarán la batalla.
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