Caravana fascista

Es un hecho que el partido fascista VOX hoy sacará pecho y lo peor es que probablemente no les falten razones para hacerlo. Su caravana ha tenido una visibilidad notable hoy en Burgos.

Ciertas ideologías hoy más que nunca deberían estar escondidas en un rincón muy oscuro, abrumadas por su ineptitud y asediadas por la razón. Pero no es así, los discursos de la privatización cacareados por los partidos de derechas hasta la saciedad deberían ser un chiste, un chiste de mal gusto que indigne a cualquiera. Sin embargo, las ideologías de la privatización hoy toman las calles mientras el resto nos quedamos en casa.

Para muchos el pasado 1 de Mayo fue el primer día que en vez de tomar las calles nos resignamos a pasarlo en casa, había razones más que suficientes para cancelar ese día de fiesta y reivindicación; En todo caso lo celebraríamos en la intimidad de nuestro confinamiento. Algunos buscaron otras soluciones como la que hoy VOX ha puesto en práctica, una manifestación de vehículos, pero tanto la subdelegación del gobierno como el TSJ de CyL les denegó el permiso. En ese momento no había motivo ni tan siquiera para el enojo, la salud de muchas personas estaba en juego. Hoy, sin embargo, vemos como el fascismo ha conseguido realizar lo que a unos compañeros no les dejaron, es cierto que el contexto no es el mismo pero a todas luces es injusto. La salud de muchas personas sigue en juego. Además en Burgos otras manifestaciones mucho más peligrosas y promovidas por los mismos partidos que hoy convocaban han salido a la calle emulando a las protestas de los “borjamaris” en el madrileño barrio de Salamanca.

La extrema derecha está canalizando el descontento de muchos ciudadanos, con un claro objetivo: desestabilizar o acabar con el gobierno. Pese a que pueda importarnos tres pimientos que el gobierno se vaya al traste sí nos debería importar el poso social que estas diarréicas ideologías dejan en nuestros barrios. Es urgente, necesitamos plantar cara al fascismo. Tal vez te pueda consolar ver la cantidad de suntuosos vehículos que desfilaban hoy por la calle Vitoria y puedas pensar que estas concentraciones son de clases medias-altas. Puede que no te equivoques y que los que hoy han salido a la calle sean en su mayoría empresarios cabreados por no poder arrear a sus obreros. Pero cuando llegue el paro y el empresario este contento la extrema derecha sacará el discurso del odio al inmigrante y la patria. Puede que sea tarde para parar a todos los vecinos obreros que se hayan contagiado con las mentiras y los falsos enemigos de la extrema derecha. Es cierto que a su paso por Gamonal la caravana ha sido increpada por muchos vecinos, algunos incluso arrojaban desperdicios desde sus ventanas. Muchos ni tan siquiera entendían que estaba pasando, pero otros aplaudían y vitoreaban la hilera de sinsentido que quemaba gasolina en opulentos coches ocupados en muchas ocasiones por una sola persona.

Solos, en nuestros hogares o en nuestros grupos de afinidad es probable que no consigamos nada contra maquinarias ideológicas bien financiadas y socialmente bien cimentadas. Necesitamos recuperar las calles respetando la salubridad en nuestros barrios. Necesitamos contrarrestar sus mensajes con lemas que perduren en nuestras calles sin líderes, siglas y partidos. Necesitamos mantener presente que los pobres no tienen patria, ni bandera, que no necesitan amos ni el odio entre los de su misma clase. El enemigo desfiló a las 12h en coche por la Calle Vitoria un desdichado sábado 23 de Mayo en plena pandemia.