Desde hace algún tiempo la Universidad de Burgos está ofertando prácticas en el centro de menores que la Fundación O’Belen tiene ubicado en Burgos. Publicamos esta carta abierta al colectivo de Estudiantes de Educación Social de nuestro colaborador habitual Modesto Agusti donde plantea algunos elementos para el debate.
El tiempo pasa y no perdona, por eso mismo os digo, queridos amigos de Educación Social de la Universidad de Burgos, que hace ya casi una década que terminé mis estudios en la UBU, por eso rara vez me dejo caer por la facultad. Aunque escribo bajo este catalanizado pseudónimo, algunos me conocéis porque hemos compartido ratos juntos, otros, más bien la mayoría, no sabréis quién carajo es Modesto Agustí. No importa demasiado quien yo sea, a todos vosotros, os hago llegar esta carta abierta con la esperanza de generar un debate entre vuestra comunidad.
Si os sois sincero hace algunos años tenía la firme convicción de que en la Universidad de Burgos jamás llegaría a existir ningún movimiento crítico que fuese capaz de cuestionarse cosas que desde determinadas cátedras se nos presentan como inmutables. Cuanto me equivocada. Ahora me gustaría tener 10 años menos para poder estar con vosotros compartiendo algunas de las interesantes iniciativas que estáis planteando. En realidad me gustaría tener 10 años menos para muchas otras cosas, pero ya sabéis amigos, que el tiempo no perdona, pero vayamos al grano.
Uno de los debates que desde el curso pasado se plantean en la facultad es el de los “centros de menores” y la problemática social que de ellos se desprende. Sin ir más lejos en Burgos, justo en el barrio de Villatoro existe uno de estos centros gestionados por la Fundación O’Belen. En nuestra ciudad se han escuchado voces que ponen sobre la mesa argumentos suficientes para pensar que, en muchos casos, más que de centros, estaríamos hablando de cárceles de menores. Otras voces sin embargo los alaban sin reparos amparadas en toda la artillería mediática financiada por la empresa del ladrillo, vosotros sabéis a lo que me refiero porque habitáis el mismo Burgos en el que yo nací.
Recientemente desde la Universidad de Burgos se están ofertando prácticas en dicha fundación. Aún recuerdo cuando apenas iniciada mi andadura en la universidad se produjeron movilizaciones porque nuestra querida universidad no ofertaba prácticas para las titulaciones de educación, y a base de movilización se logró superar esa situación ilógica. Pero antes de aceptar unas prácticas en fundaciones que se dedican a encerrar menores yo personalmente me plantearía algunas preguntas:
¿Cómo un chaval puede acabar recluido en un centro de este tipo?
¿Con qué fondos se gestionan este tipo de fundaciones?
¿Quién esta detrás de la Fundación O’Belen?
¿Por qué el Defensor del Pueblo emitió un informe desfavorable que generó una amplia polémica?
¿Qué sucedió con un menor que se encontraba en aislamiento en uno de estos centros de menores y termino suicidándose?
Considero que la universidad, además ser una medio que permite formarse e insertarse en el mercado laboral, es también un lugar donde debería cultivarse el sentido crítico. No seré yo quien os diga lo que tenéis que hacer, por eso os invito a que consultéis la numerosa documentación que puede encontrarse en la red sobre esta cuestión. Hay quien incluso pensará que es necesario conoces por dentro cómo funcionan este tipo de fundaciones para poder generarse un criterio. Entiendo estos argumentos, pero personalmente sigo pensando que encerrando no se educa.
Siempre vuestro
Modesto Agustí
Anónimo
Pues deja que los alumnos hagan las prácticas allí y se formen una idea por sí mismos en lugar de invitarles a seguir ciegamente tu opinión.
Modesto
Te equivocas, yo no les digo que sigan mi opinión, sino que simplemente se informen antes de tomar una decisión porque detras de Fundación O’Belen hay muertes de menores. Simplemente que los alumos sepan que detras de esa Fundación que tanto alaban los medios locales se esconden aspectos no demasiado educativos como asilamientos, malos tratos, medicación forzosa.
educadora social primera promoción de la UBU
Querido amigo Modesto: Creo que lo que estas pidiendo al alumnado supera las entendederas de muchas y muchos tanto alumnas como docentes. Aplicar criterios éticos en el desarrollo de la tarea de la educadora social, hace ya muchas promociones que se ólvido. El motivo seguro que está impregnado del mensaje generalizado que se oye en los departamentos de la Facultad de Educación “Todo vale por un puesto de trabajo”, “Todo por la necesidad de ser figuras necesarias en el campo del trabajo social” y por último yo añadiría otro ” de algo tenemos que vivir los docentes que nos encargamos de imaginar estas asignaturas”.
Bajo mi punto de vista hace ya más de 8 años que la mal bautizada como Educación Social (toda educación es social), perdió el rumbo, su perpectiva de analisis de la realidad social, y sus ganas de transformación social. Como ha ocurrido en otras disciplinas universitarias no ha sabio adaptarse a los tiempos y no ha evolucionado. En un primer momento sirvió para hacer un compendio de tareas que diferentes profesionales del trabajo social sin ser asistentes sociales, realizaban con población específica en algún tipo de riesgo de marginación, y no dudo que por lo menos se reconíó la labor de algunas compañeras que durante años realizaban labores de educadoras, monitoras, talleristas, etc. sin reconocimiento alguno. Más tarde los colegios profesionales de Trabajadoras sociales, psicólogas, y más ologísmos.. se blindaron, relevando a la educación social a realizar las tareas que nadie quiere y sin reconocimiento profesional alguno, no hay que recordar que en los planes de trabajo social de la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Burgos no se reconoce la figura de la educadora social y si se reconoce en la categoría de monitor (volvemos al comienzo año 1990). ¿De que sirve la figura de la educadora social entonces?, pues muy facil, “de chica para todo ” lo que no quieren hacer trabajadoras sociales, psicólogas y funcionarios de la administración pública y para las labores de represión y control social en las carceles de inmigrantes “CIES” y las cárceles de menores “centros educativos” y por último para reirse ya un poco del todo ¿Quienes creeis que imparten las asignaturas específicas que forman a las educadoras sociales?, personal con un gran bagaje en el campo de lo social, pues no. Como no podía ser de otra manera en Burgos-ciudad cacique- la mayoría son personal del funcionariado quemados, por haber desarrollado tantas insanas tareas dentro de la máquina y amigos de las personas que por desgracia dirigen esta diplomatura que nunca han visto un caso real más que cuando van a visitar algún centro de prácticas.
Por lo que concluyo diciéndote amigo Modesto, que el hecho de prestar profesionales de la educación a labores propias de funcionarios de prisiones o pseudo policías es algo que se propicia desde la carrera- Cuando vuelva a morir otros menor en un centro de menores, porque ocurrirá, no estaría de más responsabilizar también a las personas que facilitan unas malas condiciones laborales, un conocimiento de la realidad solo del lado de la máquina-administración y quienes no han recomendado revisar el comportamiento ético de las educadoras en sus clases mientras se formaban.
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http://www.centrosdemenores.com/
ACAB
Buen artículo y bien completado por los comentarios (en ocasiones hasta sirven de algo…)
Visto lo visto y además de denunciar esta realidad ¿Qué podríamos hacer para “reconducir” estas carreras tan desvirtuadas?
Juan
Para reconducir la educación social primero es empezar a exigir que el profesorado universitario que imparta clase en el Grado de Educación Social sea Educador Social o tenga experiencia profesional en educación social acreditada.
Anónimo
Sin duda alguna que de Psicología del desarrollo siempre va a saber más un Educador Social que un Psicólogo ¿verdad Juan?
Venga por favor… lo que hay que hacer es fomentar es un espíritu crítico y no fabricar “mercenarios de lo social” ni educadores que se han formado en ese ámbito porque está guay ser solidario (que de esos también hay unos cuantos)
Para los Tibios
“RUTINARIA CONSTRICCIí“N DE MENTES IRREBELDESâ€
Entre disimulos cobardes e hipócritas esfuerzos por camuflar de humanidad, e incluso en algunas ocasiones de cierto atisbo de rebeldía –signifique lo que signifique-, se muestran los lobos con piel de cordero. Me explico, sin entrar a juzgar si la persona es tal o cual, lo que si pongo en entre dicho son las intenciones (“hazlo o no lo hagas pero no lo intentesâ€); ganarse la vida “abriendo y cerrando las puertas de un penal†(de adultos o de chavales) supone ser carcelerx; hacerlo garantizando el control social, bien trabajando directamente para las fuerzas represivas o bien para los servicios sociales, implica ser “maderxâ€; nutrirse de la miseria ajena a través de una supuesta organización no gubernamental y/o de una empresa es de buitres carroñeros.
A las cosas por su nombre.
El trabajo (“tripalium†) es una tortura. Trabajar, nos guste o no, requiere doblegarse, así que partiendo de esa base el panorama esta oscuro, sin embargo no hay nada peor que perder la dignidad insidiosamente o lo que es aún más repugnante mostrando indolencia. “¡Total, alguien tendrá que hacerlo (…) y mejor que sea alguien como yo!†–Típica excusa de los que ocupan los puestos más viles de este abominable espectáculo al que llamamos sociedad-, menudo ego amigxs. Te asquea lo que haces, te produce vómito pensar en aquello que has elegido como “el pan de tus hijxsâ€, sin embargo, en lugar de plantarle cara, prefieres irte a la cama cada noche regurgitando una y otra vez los desechos de tu propia existencia. “La estupidez insiste siempreâ€
Pensemos ahora en quienes trabajan como “educadores†con chavales en centros o mejor dicho en cárceles (me da igual que se trate de un centro de reforma, o de un piso tutelado, o de cualquiera de las formas que adoptan). Pensemos en la educación social, en el trabajo social. La crítica ha de ser profunda no puedo quedarme en la superflua condición o intencionalidad del sujeto, para ello analicemos la situación sin extendernos mucho.
El estado actúa en nuestro tiempo como válvula de escape, es decir, lejos de ser un organismo protector o garante (como intentan vendernos) es el cancerbero de esta civilización que padecemos. El control social es una de sus prioridades. Para manejar el cotarro evocan a la auto-contención y si no es suficiente, te contienen a la fuerza. La cárcel es el último eslabón. -si no compartes estas afirmaciones es muy probable que nos cueste entendernos, aún así insisto y continúo-. “De niñxs en peligro a niñxs peligrosxs†Con esta frase se resume parte de la historia de los últimos 30 años. Han reventado el tejido social y hemos participado con el consumo borreguil. Nos han divido hasta el infinito. Nuestros padres y abuelos quisieron darnos una vida mejor, pero fracasaron. El resultado es nefasto, una civilización totalitaria, sí totalitaria, donde hasta la pobreza es rentable. ¿Pero cómo hacer para sacar tajada de algo así? “Pues muy sencillo. Suplantando la pobreza real por otra virtual, más aprovechable. Para ello han empleado diversos procedimientos: hacer a los pobres casi invisibles, reducir su número y existencia real al número de plazas atendidas; rodearles de mediadores que desvíen los recursos que les corresponden; encubrir sus problemas carenciales con otros de diseño, virtuales (“hiperactivosâ€, “disléxicosâ€, “inadaptadosâ€, “violentos callejerosâ€, “abusones sexualesâ€, “necesitados de logopedaâ€, “disruptivosâ€, “con trastornos de conductaâ€), para confundirles y confundirnos sobre lo que realmente les está ocurriendo†Aún así hay quien insiste con aquello de ¡desde dentro se pueden cambiar las cosas, puedo ayudar! Mentira, no tiene sentido; tan sólo, en casos muy puntuales como táctica ofensiva, para sacar algún rédito concreto y no obstante el asunto es discutible y tiene muchos matices. “De mil maneras diversas el hombre contemporáneo se ha involucrado en la reproducción del sistema; y obstaculizar o torpedear esa reproducción equivale a obstaculizar o torpedear su propia subsistencia†: Por ello implicarse en estas gestas salvaguardando la integridad supone no tener miedo, no resignarse, supone hacer de tu estilo de vida una lucha activa; no tiene cabida de ocho a tres. La solidaridad, la supresión de los roles, la crítica directa a todxs aquellxs que representan la perpetuidad de las instituciones, la ganancia de las empresas y no el apoyo a los nuestros, a nuestros chavales, nuestros hijos, nuestros vecinos del barrio. Los límites de esta guerra, por difusos que parezcan, están muy claros.
Esto es una simple reflexión, sin embargo todxs pagamos las consecuencias. Algunxs intentamos entenderlo y combatirlo, otrxs ni se lo cuestionan, pero creo que no hay nada peor que entenderlo, desear combatirlo y sin embargo participar de ello con excusas baratas. Tú decides de qué lado estás.
O ESTíS CON NOSOTRXS O ESTíS CONTRA NOSOTRXS
Tampoco sois el centro del mundo
¿Cómo pretendeis que una carrera universitaria financiada y dirigida por el sistema económico capitalista y sus formas de poder enseñe a destruirse a sí mismo, a dar alternativas de otra sociedad posible si lo que interesa es precisamente hacer negocio de todo? La educación y sus “maestros ” están podridos, y dado que la educación es la base de todo no interesa cambiar las bases del sistema.
yantas
Para el primer anónimo: Dejemos que los torturadores en prácticas vayan cogiendo tablas en vez de escuchar las voces de la calle. Dejemos que el rol del educador se configure como un carcelero con habilidades sociales. Permitamos pues las prácticas en éstas prisiones que se abanderan con el lema de lugares para la reinserción. Cubramos todo de eufemismos y tibieces para dejarle el camino más facil al tiburón de la individualidad y el consumismo salvaje. Seamos pues borregos al servicio del dinero y los que no lo sean…
a la carcel con los de prácticas.
Anónimo
el primero que no tienes educacion social eres tu, que hablas en toda esta pagina de que no hay derecho de expesion y tu que estas haciendo? engañar igualmente pero con todas estas pantomimas madre mia… a vosotros os tenian k poner una cartilla de racionamiento asi os callabais de decir tontadas.
mari
Para:”para los tibios”
Bonita interpretacion de la realidad. Estoy ansiosa por saber cual es tu solucion a este problema sin que sea prevencion, puesto que ya existen niñ@s en riesgo(victimas de esta sociedad)con un comportamiento mas que abusivo. Y no me refiero a l@s chavales/as antisistemas, sino a personitas que agreden a sus padres, violan a semejantes o simplemente acosan a otr@s mas debiles que ell@s.Partiendo de la base de que actualmente existen, ¿como actuarías con ell@s?
Si no te gusta que la gente trabaje en los social,¿ que propones, mas fuerzas de sseguridad?el problemas y sus victimas estan aqui, piensa una alternativa asistecial por supuesto…me encantaria que alguien la tuviera…
Educadora
Hacía tiempo que no leía un artículo tan estúpido como éste. En realidad, sigue la linea de la web, por lo que no sé de qué me sorprendo.
El joven que se suicidó en el centro de menores era un adolescente con un pasado muy problemático.
Lo de siempre… padre desconocido, madre toxicómana, relaciones sexuales tempranas en ocasiones a cambio de unos euros, coqueteo con las drogas e inicio en las artes delincuenciales…
Pues bien… tristemente y a pesar de los conocimientos de cualquier equipo técnico multidisciplinar, en muchas ocasiones “lo que mal empieza mal acaba”. D.E.P.
Un saludo a tod@s
Anónimo
“lo que mal empieza mal acaba” es un dicho que también se puede aplicar a O’Belen…