Publicado por DV & archivado en Asamblea de Solidaridad Permanente, Burgos, convocatoria.

Coincidiendo con la confluencia en Madrid de las marchas de protesta organizadas por los mineros ha sido convocada una concentración solidaria en Burgos para hoy miércoles 11 de julio de 2012 que se desarrollará a partir de las 20.00 horas frente al Teatro Principal.

mineros en huelga

11 Comentarios para “Concentración en Burgos en solidaridad con los mineros”

  1. Mane

    Ey si son de los vuestros ¡también los mineros son tan tí­midos que se tapan la cara para salir en las fotos!

  2. CALATRACA

    APOYO AL SECTOR MINERO? ECOLOGISTAS? A VER SI OS ACLARíIS CHICOS, MANIFESTARSE NO CUENTA COMO HOBBI

  3. Para calatraca

    Los mineros están luchando por sus puestos de trabajo (dando ejemplo a muchos); claro que el carbón de la minerí­a contamina, pero para poder prescindir de él primero serí­a necesario transformar y reindustrializar las cuencas mineras para que toda la gente que vive en ellas tuviera de qué vivir en su tierra, porque si se acaba la minerí­a en las cuencas esas zonas se mueren.
    ¿Dónde están los miles de millones de los fondos mineros para la reestructuración de las comarcas mineras que dió la UE? Pregunta a los polí­ticos que tantas mentiras cuentan sobre los mineros.

  4. (M)

    rescatando bancos y a la gente obrera a palos muy bien que paí­s de pandereta vivimos no sé que tendrá que pasar mas para que los borregos mansos despierten.
    venga a haber todos a los 11 millonarios metro sexual pegar patadas a un trozo cuero y a reí­rse de la masa borreguil mientras tiene el dinero ganado en paraí­sos fiscales

  5. Para Paca

    ¿Quieres saber dónde están los millones que debí­an de revitalizar las cuencas mineras? Pues metidos en autopistas de las cuencas que 10 años después aún no se han terminado, metidos en subvenciones a puticlubs (no es broma, en la prensa está). El dinero que tení­a que quitar la dependencia de las cuencas está en las propias cuencas, (mal)gastado en lo que los de allí­ han estimado.

    A ver si va a resultar ahora que el dinero de los fondos mineros lo administró Bush y lo gastó en hacerle la guerra a Irak.

  6. Polí­ticos y banqueros bastardos

    Por cierto, al anterior comentario: gastado en lo que los de allí­ han estimado NO, gastado en lo que los ladrones mal llamados “al servicio del pueblo” han decidido por su cuenta sin consultar a la gente.

  7. Bat

    La crisis capitalista no da soluciones, ni para el trabajo, ni soluciones económicas, ni medioambientales, etc..porque el capitalismo es en sí­ mismo causa de miseria y explotación…Ahora se está desmoronando y solo lxs timoratxs pueden defenderlo …otra cosa es que se pongan todos los frenos para el avance de la capacidad de lxs oprimidxs contra toda forma de dominio.Tenemos que rompernos la cabeza para transformar esta sociedad y cambiar este régimen de propiedad por otro más acorde con las necesidades reales de lxs trabajadorxs, destruyendo así­ la especulación y los intereses creados por una minorí­a privilegiada y despótica…, aniquilando el Estado , las jerarquí­as y toda forma de autoridad, origen de desigualdades e injusticias , aboliendo el patriarcado origen de discriminaciones, …con acción socialista y la insurrección revolucionarias y unidad podemos lograr una sociedad y unos individuos más libres y solidarixs.

    Salud y valor a todxs lxs que luchan!!
    Viva la humanidad libre!

  8. Para Polí­ticos y Bastardos

    Efectivamente, gastado en lo que los mal llamados “representantes” de los de allí­ han querido. ¿Y cuándo se supo lo de las subvenciones en puticlubs por qué no salieron a la calle a decir aquí­ no se roba? Las consecuencias de dejar hacer, pues ahora a apechugar.

  9. V. N.

    Una de las tesis que se promueven con mayor ahí­nco en los cí­rculos neoliberales del paí­s es que España entró y permanece en crisis por su excesivo gasto público y falta de disciplina fiscal…

    Catedrático de Polí­ticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University

    Una de las tesis que se promueven con mayor ahí­nco en los cí­rculos neoliberales del paí­s es que España entró y permanece en crisis por su excesivo gasto público y falta de disciplina fiscal. De esta tesis se concluye que hay que reducir el gasto público y recuperar la famosa disciplina fiscal, reduciendo el déficit público para alcanzar el nivel exigido por el Pacto de Estabilidad (el 3% del PIB).

    Esta tesis es fácilmente demostrable que carece de credibilidad. El Estado español era, en realidad, el modelo de rectitud ortodoxa neoliberal. Tení­a un superávit en las cuentas del Estado en los años 2005, 2006 y 2007, y su deuda pública era de las más bajas de la Eurozona. Durante el periodo 2004-2007, tal deuda pública bajó del 46% al 36%. España no podí­a ser más modélica desde el punto de vista neoliberal. Los responsables de la polí­tica económica y fiscal del Gobierno español recibieron el aplauso de las autoridades europeas que gestionan y dirigen la Eurozona (desde el Consejo Europeo y la Comisión Europea al Banco Central Europeo) y como no, del Fondo Monetario Internacional.

    En realidad, la sensación de euforia era tal que el Gobierno socialista español, bajo la presidencia de José Luis Rodrí­guez Zapatero, decidió bajar los impuestos, identificando tal medida con ser de izquierdas. Su slogan más conocido en aquellos años fue que “bajar los impuestos es de izquierdas”. Esta bajada de impuestos aumentó el déficit estructural del Estado, es decir, el déficit público, que determinan los ingresos y gastos estructurales y no coyunturales. Este aumento del déficit estructural permaneció ocultado o ignorado por el aumento de los ingresos al Estado, resultado de la situación coyuntural provocada por la burbuja inmobiliaria. Ahora bien, cuando esta burbuja explotó, el déficit estructural apareció con toda claridad y contundencia. Los ingresos al Estado bajaron en picado, resultado, en gran parte, de que la estructura fiscal del Estado español depende excesivamente de las rentas del trabajo y muy poco de las rentas del capital. Cuando la actividad económica se colapsó y el desempleo se disparó, los ingresos al Estado bajaron y mucho. De ahí­ el déficit público del Estado. No tiene nada, nada que ver con el aumento del gasto público, el cual, medido en gasto público por habitante, ha ido bajando, no subiendo. Y los datos así­ lo muestran. Se están recortando y recortando, y en cambio el déficit público apenas baja y el crecimiento económico está decreciendo. ¿Qué evidencia esperan los cí­rculos neoliberales para poder ver que están profundamente equivocados?

    Por otro lado, un punto clave poco estudiado y con escasa visibilidad mediática es ¿por qué la burbuja inmobiliaria explotó? La causa primordial es que la mayorí­a del dinero que estaba detrás de la burbuja inmobiliaria procedí­a de bancos alemanes, franceses, holandeses, belgas, entre otros. En realidad el enorme flujo de dinero (lo que se llama inversión financiera) a España explica que la balanza de pagos (la diferencia entre el capital que entra y el que sale del paí­s) se disparara en aquellos años de burbuja inmobiliaria. El hecho de que la banca europea alimentara a la banca española se debí­a, como no podrí­a ser de otro modo, a que eran inversiones financieras extraordinariamente beneficiosas. Su rentabilidad era enorme. Pero cuando esta banca europea contaminada por los productos tóxicos procedentes de la banca estadounidense se paralizó, el dinero dejó de venir a España y la burbuja inmobiliaria explotó, creando un agujero en el PIB español equivalente a un 10% de su tamaño. Y todo ello en cuestión de meses.

    Ahora España tiene un problema enorme porque debe mucho dinero a los bancos europeos, que no puede pagar. Y los bancos europeos tienen un problema incluso mayor, porque han prestado tanto dinero a España y a los otros paí­ses intervenidos (Grecia, Portugal e Irlanda) que si éstos no lo pagan, tienen un problema graví­simo. En realidad, muchos de ellos se colapsarí­an. Los bancos alemanes habí­an prestado en 2009 la enorme cantidad de 704.000 millones de euros a los paí­ses PIGS (España, Grecia, Irlanda y Portugal), convertidos en GIPSI con la inclusión de Italia. Esta cantidad es muchas veces superior al capital en reserva de la banca alemana. Si estos paí­ses no pudieran pagar su deuda, la banca alemana colapsarí­a. El establishment financiero alemán y su Gobierno, presidido por la Sra. Merkel, es plenamente consciente de este hecho. Y de ahí­ su énfasis en que el objetivo prioritario de las polí­ticas de austeridad que está imponiendo a aquellos paí­ses y de la supuesta “ayuda financiera”a sus bancos, sea el de que la banca alemana recupere el dinero prestado.

    El objetivo de los recortes es salvar la banca alemana

    Y así­ nacieron las polí­ticas de recortes. Como bien escribí­a recientemente nada menos que el editor senior del Financial Times, el Sr. Martin Wolf (25.06.12) el objetivo de estos recortes en España tiene poco que ver con recuperar la economí­a española y sí­ con que se pague a los bancos europeos, incluyendo los alemanes, lo que se les debe. Así­ de claro.

    Ahora bien, como las cosas no se pueden decir tan claro, el argumento que se utiliza por los economistas y polí­ticos neoliberales, es que hay que reducir el déficit público para “inspirar confianza a los mercados financieros” de manera tal que éstos vuelvan a prestar dinero a España. Según tal argumento, la desconfianza de los mercados hacia España determina que la prima de riesgo española haya subido tanto, ignorando que el que marca los intereses de la deuda pública no son los mercados, sino el BCE, que es el lobby de la banca, y muy en especial de la banca alemana. El hecho de que el BCE no haya comprado deuda pública española durante más de tres meses es la mayor causa de que la prima de riesgo se haya disparado. Lo que le importa más a la banca alemana (y a su instrumento, el BCE) es que continúe la austeridad, que sigan y se profundicen los recortes por parte del Estado español a fin de que éste y la banca privada a la que el Estado español ha estado subvencionando y ayudando en cantidades exuberantes (más de un 10% del PIB) paguen ahora lo que deben a aquellos bancos europeos, incluyendo los bancos alemanes. Y los famosos 100.000 millones de euros que el Gobierno Rajoy ha solicitado de las autoridades que gobiernan la Eurozona irán destinados a continuar ayudando (todaví­a más) a los bancos, y todo ello financiado por el ciudadano normal y corriente que paga al Estado y sostiene la deuda pública. En realidad, incluso dirigentes del Gobierno alemán así­ lo han reconocido. Uno de los consejeros económicos del Gobierno alemán, Peter Bí¶finger, así­ lo ha dicho. “Las ayudas a la banca (de los paí­ses en dificultades) no tienen que ver con el intento de ayudar a tales paí­ses en sus problemas, sino ayudar a nuestros bancos que tienen gran cantidad de deuda de aquellos paí­ses” (Chatterjee, Pratap, Bailing Out Germany: The Story Behind The European Financial Crisis).

    En realidad, si de verdad tanto el Gobierno Rajoy o el Consejo Europeo desearan ayudar a la economí­a española, no transferirí­an estos 100.000 millones a la banca (que no ha estado ofreciendo crédito ni a las familias ni a las medianas y pequeñas empresas), sino a organismos estatales como el Instituto de Crédito Oficial (ICO), con el mandato de ofrecer crédito accesible y razonable (no el que provee la banca hoy) a la ciudadaní­a y a medianas y pequeñas empresas españolas. Tales transferencias públicas podrí­an también estimular el establecimiento de bancas públicas (tanto centrales como autonómicas) o cooperativas de crédito que garantizaran la existencia de crédito, uno de los mayores problemas que existe hoy en la España endeudada.

    Pero lo que las autoridades europeas desean más que nada es que la banca española y el Estado español paguen a los bancos alemanes, franceses, holandeses, belgas y otros lo que les deben, a fin de -según dicen ellos- recuperar la confianza de los mercados. Pero este argumento asume que existen mercados, lo cual es fácil de demostrar que no ocurre. En un mercado, la responsabilidad de un préstamo fallido es compartida. Es un fallo de la persona o institución que pidió el préstamo, pero lo es también de la persona o institución que ofreció el préstamo. Y esto no está ocurriendo. En esta situación se está penalizando al primero a fin de salvar los intereses del segundo. Esto es lo que está haciendo, entre otros, el Gobierno alemán, que acusa y critica al Estado español por haber permitido la formación de la burbuja inmobiliaria sin citar el papel clave que el Estado alemán y la banca alemana jugaron en el establecimiento y explosión de tal burbuja. No se puede hablar de prestatarios irresponsables sin hablar también de los prestamistas irresponsables. Y el Gobierno alemán está imponiendo las polí­ticas de austeridad para asegurarse de que a la banca alemana irresponsable se le pague la deuda con intereses (que, por cierto, alcanzan niveles estos últimos que cubren varias veces el coste de la deuda en sí­). Y así­ estamos.

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