Publicado por DV & archivado en Burgos.

punioHoy habí­a huelga de atención primaria, nada menos que en 12 comunidades autónomas en las que entra Castilla y León, el que pille cita hoy para el médico de cabecera tiene mucha suerte porque la huelga parece masiva. El sistema neoliberal se echa encima de cualquier cosa que huela a socialismo, la educación, la sanidad y el sistema de pensiones están amenazados de muerte por un librecambismo que azota nuestras vidas y hace que la tiraní­a de la moneda maneje nuestras condiciones de vida. Entonces me vienen a la mente Kropotkin y Paraf-Javal…

Kropotkin dijo una vez: “Hay una fuerza que desde hace medio siglo modifica la producción. Puesta al servicio de la mentira, ha dado como resultado la desigualdad. Puesta al servicio de la verdad , se llama felicidad. Es la ciencia“. De lo que podemos razonar que algo tan básico como la sanidad, que al fin y al cabo es ciencia, estará poco a poco en manos privadas y sujeta a la tiraní­a de la moneda. Así­ que de mi alma sale un grito interior de ¡CAÑA, CAÑA y CAÑA! Que extenúa mis neuronas.

Pero pronto inunda mi mente la paradoja de Paraf Javal (Un anarquista individualista): “¿Qué es un sindicato? Un agrupamiento de personajes que intentan hacer menos intolerables la relaciones entre obreros y patrones. Una de dos: o no lo consiguen y entonces la tarea sindicalista es inútil, o lo consiguen, y entonces la tarea sindicalista es perjudicial, ya que un grupo de hombres  habrá hecho menos intolerable la situación actual y, por consiguiente, habrá hecho durar la sociedad actual“.

¿De que vale la huelga en la sanidad? O continua la agoní­a de la sanidad o soluciona temporalmente un camino que solo tiene un destino, el fin de la sanidad pública, la proliferación de seguros médicos, de personas sin pasta buscando una clí­nica privada barata… la ciencia al servicio de la moneda también genera desigualdades. ¡CAÑA! Pero no caña, a la administración publica, a los empresarios, a la sanidad… CAÑA a este sistema desde abajo, a la raí­z, no nos valen parches, ni reformas ni huelgas.

3 Comentarios para “Huelga de atención primaria”

  1. D Juan de Mena en el alcornoque

    Veras al margen de que haya sindicatos amarillos, vendidos, etc resulta que si la patronal tiene enfrente a alguien que le para los pies se acojona y se queda a medias en sus “ataques”.

    Las cosas no son tan simples como decir que son negras o blancas, así­ se empieza y se acaba yendo a partir cabezas a irak con un “estás conmigo o estás contra mí­”. Parece un despropósito la comparación pero si la razonas es perfectamente válida.

    Entre otras cosas saber que tienes una organización detrás tuyo apoyándote te da seguridad, aunque en algunos casos algunas organizaciones se meneen solo por intereses y dejen tiradas a sus gentes.

    Cuando se creo la FT, los anarquistas de entonces (los de pistola y cartucho de dinamita) se tiraban de los pelos y se rasgaban la vestiduras. Luego de ese germen surgió la FAI y la CNT que creo que son organizaciones muy validas y así­ lo demostraron tras el golpe de estado de la junta de hijos de puta de la que surgió el enano que jodió a este estado durante 40 años. Aparte de haber creado por ejemplo ateneos para alfabetizar a la población, cajas de resistencia, comedores populares, etc

    es más, si los estalinistas y la república no hubieran jodido la marrana, serí­a curioso ver en que habrí­a quedado la cosa.

    Teniendo eso en cuenta ¿qué piensas de los sindicatos?.

    creo que hay que adaptarse a los tiempos sin perder nunca el norte. Conste que es una opinión personal.

  2. Eter

    Para el carro, a mi los sindicatos no me parece que estén en contra mí­a por el simple hecho de ser sindicatos(si hacen otras cosas, como denunciar, criminalizar, etc… SI) es más, me importan una mierda…

    Pero la paradoja del tal Paraf Javal es demoledora… no valen para nada sino para alargar la agoní­a.

  3. Huno

    La paradoja de Paraf Javal vale para todo.

    Es decir, según él no entrarí­amos en ninguna lucha reformista, pues de conseguirla, hemos mejorado nuestras condiciones de vida y la de muchos/as de los/as que nos rodean.

    ¿Para qué van a luchar los/as presos/as en las cárceles?, ¿Para qué nos vamos a oponer al TAV?,

    ¿Para qué oponerse a la construcción de un aparcamiento?. Esperemos a que se construya, se caigan algunas casas y entonces sí­ que estallará la rabia. ¿O no?

    Está claro que el sindicalismo está domesticado y es necesario que siga así­ para que esta sociedad funcione. Pero si en las luchas laborales/sindicales no pudiera haber un germen de revuelta, ¿De qué iba a permitir la patronal que se subvencione con esas cantidades multimillonarias al sindicalismo oficial?.

    Entonces no es tanto el qué se pretenda, si no el cómo. Si el transcurso de la lucha propician relaciones de solidaridad, y se crean ví­nculos para que ésta vuelva a ocurrir, si se propicia la reflexión, a la toma de conciencia de que lo que nos pasa a unos/as nos afecta a todos/as,… Claro, que para eso debemos estar también los/as concienziados/as luchando codo a codo, y lo más probable es que veamos que muchas de nuestras propuestas e ideas son rechazadas o se olvidan al finalizar el conflicto. Pero es lo que hay

    Quienes dicen cuanto peor, mejor, que se lo apliquen a sí­ mismos/as y escojan los peores trabajos, hagan horas por la cara, se busquen el piso más cutre para vivir,…

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