Hace poco más de dos años esta humilde página recibía la oferta de publicar contenidos con publicidad encubierta a cambio de dinero.
En su momento os enseñamos los correos cruzados con la empresa de marketing que pretendía que mostráramos dicha publicidad indirecta a nuestras lectoras.
Desde entonces, y para nuestra sorpresa, hemos recibido más invitaciones similares. Sin ir más lejos, acaban de contactar con nosotras para ofrecernos entre 30-35€ por cada publicación que les dejemos poner en nuestra página. La empresa se encargaría de escribir la noticia, según ella, algo que pueda interesar a nuestras lectoras y poner los enlaces necesarios para que alguien acuda al sitio web que realmente quieren sea visitado.
En este último correo entraron en detalle y nos comentaron que el artículo (y por tanto la publicidad) sería sobre apuestas deportivas y salas de juego online. ¿En serio? O no leen nuestra página o creen que pueden hacernos cambiar de opinión sobre lo que consideramos un lastre de la sociedad como son las salas de apuestas.
Evidentemente, no incitaremos de manera directa ni indirecta a que nadie se enriquezca con su sufrimiento este tipo de negocios.
¿Dónde esta el límite? Por todas es sabido que cada canal de televisión, programa de radio o periódico lleva consigo una carga ideológica que impide la imparcialidad (esta página para nada es imparcial ni objetiva ni trata de serlo).
Hasta aquí, no es que este bien, pero ya estamos acostumbradas. Mucha gente, desgraciadamente menos de la necesaria, se ha percatado de este tipo de manipulación y trata de contrastar la información que recibe.
En el época en la que vivimos, esto ha hecho que sean muchas las que naveguen buscando distintas versiones de una misma historia, los medios de masas han ido cayendo y ahora hay masas que crean medios. Esto sin duda ha hecho que la transmisión de información sea más difícilmente manipulable por estar en más manos.
Pero el capitalismo siempre busca por dónde salir y de todo se aprovecha. Las empresas de marketing están al acecho, esperando, buscando a quién y cómo comprar para engañar y obtener beneficios.
¿Te has planteado cuando visitas en una página de viajes y pinchas en un enlace si esa persona puso el enlace porque le parecía interesante o lo puso porque le pagan por ello? ¿estuvo en ese hotel o es el hotel que le paga?
Hay muchos ejemplos. Hace poco una conocida web de venta online retiró de entre las empresas que en ella venden a una por falsificar los comentarios que hablaban sobre sus productos.
Sonado ha sido también el caso de “youtubers” que han intentado ser comprados para hablar mal de ciertas vacunas contra la COVID-19 (se sabe de los que no se han vendido, no si alguno sí lo hizo)
Si son muchos los casos que se destapan, ¿puedes imaginar cuántos se quedaran ocultos?
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