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Durante el pasado mes de noviembre, y coincidiendo con el ante proyecto de la nueva Ley de Seguridad Ciudadana que prepara el ejecutivo de Rajoy, se han producido dos operaciones represivas en Madrid y Barcelona que ilustran de manera elocuente cuál será la hoja de ruta a seguir en un futuro próximo por parte de los mecanismos represivos. En tiempos de crisis y crispación social, el objetivo no es otro que sofocar toda actividad disidente.

solidarios

Noviembre ha sido un mes especialmente significativo en cuanto al desarrollo de procesos represivos. Un mes que muestra muy a las claras cómo quiere configurarse la estrategia intimidatoria que las instituciones represivas del Estado pretenden llevar a cabo. En medio de la polémica sobre el ante proyecto de Ley de Seguridad Ciudadana con el que se busca poner freno al incremento de la conflictividad social que la actual situación económica no para de generar, las operaciones policiales de Barcelona y Madrid, a pesar de la diversidad de elementos que las rodean,  son ejemplos significativos del salto cualitativo que desde los mecanismo inquisitoriales se está ya gestando.

El pasado 13 de Noviembre de 2013 cinco anarquistas fueren detenidos en Barcelona bajo la acusación de pertenecer al denominado Comando Insurrecionalista Mateo Morral y de haber participado en el atentado con bomba en la basí­lica del Pilar. Tras ser trasladados a las dependencias de la Audiencia Nacional en Madrid, tres de los libertarios detenidos fueron puestos en libertad siéndoles aplicadas medidas restrictivas. Por otra parte, dos libertarios de origen chileno han sido finalmente encarcelados en diversas prisiones Madrileñas.

Se da la circunstancia que tanto Francisco Javier Solar como Mónica Caballero, los dos anarquistas chilenos residentes en Barcelona que han sido recientemente encarcelados, fueron procesados en el denominado Caso Bombas, un compleja operación represiva con la que el Estado chileno acusó a conocidos militantes libertarios de todas las explosiones registradas en el paí­s latinoamericanos desde 2005 a 2009. Tras varios años de proceso jurí­dico quedó evidenciado que el manido Caso Bombas se trataba de un montaje elaborado montaje por parte de la fiscalí­a y Ministerio de Interior chilenos

Mónica y Francisco fueron absueltos de todas las acusaciones de aquel tortuoso proceso por lo que no pocas son las voces que plantean que su nueva detención podrí­a tratarse de una revancha por parte de la fiscalí­a chilena que pretende reactivar el Caso Bombas, esta vez en suelo ibérico.

Por otro lado, el 28 de noviembre de 2013 se produjeron numerosas detenciones en Madrid entre militantes del entorno anticapitalista y antiautoritario en las que se aprovechó el rifirrafe ocurrido durante la manifestación del 2o N en la Universidad Complutense de Madrid en el que se produjeron enfrentamientos dentro de la Facultad de Derecho entre los manifestantes y miembros de una asociación reaccionaria con ví­nculos con el decanato de dicha facultad.  Sin embargo, entre los detenidos hay personas que ni siquiera participaron en dicha manifestación y se baraja la posibilidad de que su detención se deba al hecho de ser conocidos miembros de los movimientos sociales madrileños.

Durante la misma tarde de las detenciones se llevó a cabo una concentración solidaria a las puertas de la comisarí­a de Moratalaz donde se encontraban los detenidos produciéndose una carga policial que se saldó con otras 11 personas detenidas.

El tratamiento que por parte de los medios de comunicación se ha dado en ambos casos no deja de ser inquietante, no solo no se ha tenido en cuenta en ningún caso la presunción de inocencia de los detenidos sino que la especial saña mediática con la que se han abordado los sucesos puede ser una muestra clara del salto cualitativo que está a punto implementarse en la estrategia represiva.

La carta de una madre de los detenidos del 28 de noviembre pone de manifiesto la impotencia de unos padres que ven como su hijo es secuestrado por agentes de paisano en su propia casa baja una serie de acusaciones fabricadas para la ocasión.

Está claro que actuaciones como las llevadas a cabo en noviembre así­ como la nueva Ley de Seguridad Ciudadana que se avecina son una muestra más de la ofensiva que el Estado está gestando contra la disidencia. De nosotr@s depende ser capaces de crear una alternativa de contrapoder que ponga de manifiesto las mentiras policiales y que logre aunar el clamor popular contra la represión.

2 Comentarios para “La escalada represiva”

  1. Anónimo

    Joder en Burgos se pueden hacer concentraciones en comisaria cuando detienen a alguien y no cargan…

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