Publicado por DV & archivado en Represión, Textos.

mafalda represionCon la economí­a española en cuidados intensivos y el ‘sistema’ en su globalidad recibiendo su mayor cuestionamiento en décadas, el gobierno del Partido Popular está llevando a cabo una calculada represión contra los sectores más activos en estos últimos tiempos. Un artí­culo publicado por alabarricadas.org donde se analiza la reciente oleada represiva en Barcelona pero que muchos de sus planteamientos son aplicables, salvando las distancias, también a Burgos.

Está bastante claro que la inesperada irrupción del movimiento del 15M el año pasado ha puesto sobre aviso a la derecha neoliberal que ahora gobierna. Es de creer que esperaban algún tipo de manifestación del descontento popular debido a la crisis. Pero también es de creer que no esperaban que los hechos ocurrieran a la manera que lo hicieron durante el año pasado, en forma de asambleas populares masivas que revitalizaron a, y se retroalimentaron de, los previos movimientos en lucha.

Ante la agudización de la crisis económica (con más de 5 millones de parados y con unas más que oscuras perspectivas de futuro), la generalización de los escándalos de corrupción (sobre todo en la manera de gestionar las fusiones de las cajas de ahorros) e incluso la inesperada crisis interna de la monarquí­a, hacen que el clima del paí­s entero entre en un estado de crispación que obliga al gobierno a tomar medidas para evitar que en cualquier momento se produzca una situación que se le vaya de las manos. Desde luego que no les ayuda mucho la posibilidad de que la Unión Europea y el BCE tomen el control de la economí­a española.

Entre unas cosas y otras era lógica la escalada de las protestas sociales en el año 2012. No es casual que el Jefe Superior de Policí­a de Valencia, Antonio Moreno Piquer, triste protagonista de larepresión contra los estudiantes valencianos en febrero, haya ascendido a la categorí­a de comisario principal, la máxima dentro de la Policí­a. Entra dentro de la lógica que este hombre hable en clave militar de “enemigos y aliados”, ya que nos encontramos ante una militarización de la respuesta policial. El trabajo de final de máster del cabeza de los mossos d’esquadra, David Piqué, es suficientemente explicativo sobre lo que podemos esperar a este respecto. Felip Puig, consejero de interior en Cataluña, ha anunciado que aumentará la dotación de antidisturbios en un 25% de forma inmediata, medida también prevista a nivel estatal.

Y es que desde la huelga general del 29M (como se vio, convocada a desgana por los sindicatos UGT y CCOO, y a remolque de la convocatoria de todos los sindicatos que están a su izquierda) no han parado de sucederse las detenciones. Por ejemplo, en Cataluña la cifra ya ha superado las 100 personas golpeando a prácticamente todos los movimientos polí­ticos y sociales que impulsaron dicha huelga. Desde la CCOO hasta los anarquistas insurreccionalistas, todos los sectores de la izquierda han tenido que lamentar detenciones, la mayorí­a totalmente injustificadas legalmente. En Valencia el clima de movilizaciones de estudiantes en febrero (que la respuesta a su absurda represión hizo más masivas, si cabe) continuó a raí­z de la huelga de marzo. El goteo llega también a junio. Lo mismo que en Navarra, donde las detenciones rondan la treintena. Alrededor de una veintena más hay que lamentar en las Baleares, entre los dí­as de la huelga y la oleada de protestas por diversos motivos que se han dado en el mes de mayo. Lo mi
smo que Madrid, que también cuenta en decenas las detenciones. En todas partes se dan las detenciones tanto de sindicalistas como de participantes en las luchas sociales.

La escalada represiva suma y sigue, y normaliza y extiende paulatinamente a todo el territorio español el clima que ya viven desde hace años los movimientos populares en Euskal Herria. Toda esta represión se contextualiza en el miedo del Estado a enfrentarse a un pueblo desesperado que sume su rabia a la organización preexistente de los movimientos ya establecidos. En esta lógica se puede comprender que, si bien las detenciones son injustificadas en el terreno legal o incluso policial, están justificadas en lo polí­tico. Se trata de una represión orientada a asustar y a desmovilizar a los militantes comprometidos en los movimientos sociales y en las organizaciones y colectivos libertarios y de la izquierda revolucionaria. Quiere la estrategia militarista que nuestro “bando” viva más pendiente de las multas y de la prisión que no de organizar a los nuevos sectores sociales que cada dí­a van saliendo a la calle de forma más decidida. Hoy son los transportistas y mineros, ayer los estudiantes, anteayer trabajadore
s de la enseñanza y la sanidad… mañana puede ser un barrio, un pueblo o una ciudad entera.

Vemos que la represión solo tendrá éxito en el aislamiento social, cuando las personas que la sufren no tengan a nadie que pueda sacar su caso a la luz, recabar fondos o impulsar un cierto apoyo social. Ante esto la respuesta parece obvia. Dejar a un lado las diferencias y no dejar que ninguna persona reprimida de la forma que sea quede sola, aislada. Denunciar cualquier caso lo máximo posible sacándolo a la luz inmediatamente, para evitar y combatir su criminalización, y proveyendo de fondos económicos para su defensa legal. Contruir un frente anti-represivo sólido y ágil es una manera de guardar nuestra retaguardia (hablando en los términos que usa el policí­a Antonio Moreno). Evitar el aislamiento es probablemente la mayor salvaguarda a la que podemos aspirar actualmente. Con las espaldas cubiertas podemos seguir pensando en proseguir con nuestra ofensiva social sin miedo.

2 Comentarios para “La escalada represiva”

  1. ojalá

    Como bien decí­s… “salvando las distancias”. Distancias enormes, años luz. No es comparable en ningún sentido ningún factor de las luchas sociales, la percepción social o la militancia en Barcelona con Burgos. ¡Ya me gustarí­a a mí­!

    Conozco bien Barcelona y a pesar de los pesares de algunas personas de Burgos, lo que ocurre allí­ jamás ocurrirá aquí­, ni en el caso de un hipotético y sobre todo ficticio levantamiento o insurrección revolucionaria en este paí­s. Aquí­ como mucho nos tacarí­a echar a correr para no acabar de nuevo en las cunetas. Y mal que me pese, viendo algunas actitudes, habrí­a que tener más cuidado con algunos sectores “revolucionarios” que con los sectores retrógrados a la hora de no acabar con un agujero de ventilación extra en la nuca.

  2. Uno de DV

    Tienes razón en lo referente a la indudablemente mayor capacidad de los movimientos sociales en Barcelona. Pero, aún cuando Burgos no sea ni mucho menos la panacea, existen luchas e iniciativas que pueden tener también su potencialidad.

    Una ciudad grande como Barcelona ofrece muchas posibilidades, pero llevar a cabo cualquier iniciativa en Burgos tiene todo un elenco de dificultades añadidas que en Barcelona están ya resueltas: gestionar un centro social, una asamblea de barrio, dar vida a una radio, aunque sea solo por internet, en Burgos es mucho más complicado por las caracterí­sticas propias de una ciudad de provincias, pero también mucho más satisfactorio por las dificultades que hay que salvar y los retos que hay que afrontar.

    Toda comparación es odiosa, comparar Burgos y Barcelona es absurdo, pero tenemos que creer en los proyectos que tenemos por aquí­ porque no por ser más pequeños o de “provincias” son menos auténticos. Además me atreverí­a a decir que actualmente Burgos tiene uno de los movimientos contestarios, en su más amplio sentido, más activos de esta región creada artificialmente como es Castilla y León.

    En cuanto a la represión, no me cabe duda de que aún no se han alcanzado los niveles de Barcelona, pero se puede observar un importante salto cualitativo que viene implementado desde la Subdelegación del Gobierno y su nuevo titular Sr. Jose Marí­a Arribas.

    Respecto a lo último, creo que es preferible evitar enfrentamientos entre personas que aunque difieran en muchos aspectos, pueden tener puntos d e encuentro.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.