De abril a julio de 2007 un grupo de jóvenes dio vida a un antiguo taller de coches abandonado en Gamonal, contribuyendo a sembrar semillas de libertad. Estos días se cumple el décimo aniversario del desalojo violento de los Antidisturbios.
10 años después recordamos que fue el Espacio Social Ocupado “La Zarza”.
En el siguiente artículo, escrito por este medio en el 2009, se explica la historia de estas Ocupaciones y las ideas que las impulsaron:
<Todo empezó en noviembre de 2006 cuando el colectivo la zarza ocupo un casa abandonada en el barrio san pedro siendo desalojada en los días siguientes. La gente protesta en la puerta del local y por el barrio con una pancarta que dice “los tiempos cambian, la dictadura continua, un desalojo otra ocupación”. El colectivo continúa con todas las actividades programadas durante el mes siguiente en un local de gamonal. El Hay-untamiento como propietario del inmueble decide mandar las excavadoras y derribarlo cuanto antes.
Aprendido los errores el colectivo se reafirma en la idea de abrir un espacio de lucha y decide volver a intentarlo, esta vez en un taller de coches abandonado en Capiscol, propiedad de Arranz Acinas. Después de una concentración de protesta contra la especulación urbanística en la plaza Santiago, en Marzo de 2007, se ocupa el taller abandonado que conseguirá resistir durante los cuatro meses siguientes a los ataques de la policía, a las órdenes de sus amos los especuladores.
Fueron muchas y diversas las actividades realizadas.
El pasado 23 de Julio de 2007, a las 7:45 de la mañana, cuando se cumplían cuatro meses del espacio, la policía antidisturbios que se encontraba en la ciudad por las protestas del día anterior contra una manifestación neo-nazi, procedía a desalojar a pelotazos y porrazos a los jóvenes que se encontraban en el interior. Esa misma tarde, con cuatro detenidos en comisaría, la gente toma la calle manifestándose por gamonal y cortando la calle vitoria en dirección a comisaría, en las puertas del bunquer se hace un amago de entrar en avalancha y los mercenarios se asustan, los detenidos en los calabozos escuchan los gritos y acompañan los canticos emocionados.
Al día siguiente son puestos a disposición judicial en un proceso que a día de hoy sigue abierto, enfrentándose a multas elevadas, y destacando la acusación particular de Arranz Acinas, responsable de la muerte de diez obreros en la calle Sauce, de la construcción del parking de Eladio perlado y del desalojo a porrazos de la ocupación.
Los amos de la ciudad y sus mercenarios a sueldo, policía, jueces y periodistas, conscientes del peligro que supone para su posición que la gente se organice para luchar contra quien le oprime, reprime con todas sus fuerzas cada acto de protesta.
A pesar que sus propias leyes establecen que las pertenencias de los detenidos en el desalojo deben ser devueltas inmediatamente, pasan meses hasta que empiezan a devolverlas sin antes presentar la factura correspondiente. La biblioteca, la distribuidora y todo el material del colectivo sigue a día de hoy secuestrado por los mercenarios de la pistola y la toga.
Nada se detiene y el colectivo la zarza intenta en marzo de 2008 ocupar un nuevo espacio, esta vez en un antiguo hotel abandonado en la zona sur de la ciudad, matones a sueldo del especulador impiden esta posibilidad.>
En enero de 2010 fue el juicio a los detenidos en el desalojo de “La Zarza” quedando absueltos todos los procesados. En su día informábamos:
<Destacar, por una parte, las declaraciones de los responsables de la brigada de información que escondidos tras un biombo, han incidido constantemente en la ideología de los acusados y su asistencia a actos políticos o protestas, convirtiendo en un delito grave pensar críticamente en democracia. Por otra parte la acusación particular de Arranz Acinas, la cual pide meses de cárcel y multas por rehabilitar un taller abandonado, cuando sus responsables evitaron ser condenados por la muerte de 10 obreros en la calle sauce pactando indemnizaciones con las familias.>
A día de hoy hay bloques de viviendas recién construidos en el solar donde estuvo este espacio. Como era de esperar ningún desalojo puso fin a los sueños y las ideas que allí se tejieron, estas siguieron extendiéndose y creciendo en otros proyectos hasta nuestros días.
¡Si me cortas me podas, si me quemas me abonas!
¡La Zarza vive, la lucha sigue!
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