Las personas antes que cuatro siglas

Con motivo de la manifestación organizada por la Coordinadora de Jubilados del sábado 17.

Queremos manifestar nuestro más profundo rechazo al enfrentamiento que se produjo con los sindicatos CCOO y UGT.

Es difí­cil de entender que después de haber asumido por parte de estos dos sindicatos la organización de la manifestación en la cual se acordó que estos sindicatos respetasen la cabecera de la Coordinadora y que a una distancia de 100 metros de distancia se posicionaran ellos con sus banderolas y sus siglas. Ya que según ellos no estaban dispuestos a renunciar a sus banderolas y a sus siglas.

Sus intentos de posicionarse en cabeza de la manifestación se hicieron visibles desde el primer momento. La actitud de dialogo por gente de la Coordinadora hacia los responsables de CCOO y UGT no fue posible por la actitud de sus lí­deres, los cuales incitaban a sus acólitos a rompen el cordón y situarse en cabeza. El último intento de enfrentamiento fue el que tuvo lugar al no respetar el itinerario establecido por la Coordinadora al querer atajar estos por la calle que va de la Cafeterí­a Milán a San Lesmes. Los insultos, empujones y algunos golpes contra los que hací­an el cordón dieron lugar a unos momentos de tensión que no deberí­an de haberse producido si la actitud de los lí­deres de estos dos sindicatos hubiese sido de respeto al acuerdo que ellos mismos asumieron.

A muchos jubilados que luchamos en los años duros del franquismo nos cuesta entender el deterioro, la manipulación, la degradación, las actitudes y el desprecio que los lí­deres de estos dos sindicatos sienten a ese pueblo autónomo que no necesita lí­deres, ni siglas, ni banderolas para luchar por su dignidad.

Os dejasteis decir que éramos ANTISISTEMA. Es verdad, muchos de los que nos enfrentamos a vosotros estamos contra el sistema capitalista. Ese sistema que ha llenado de liberados vuestros sindicatos, ese sistema que ha sentado a algunos de vosotros en los consejos de administración de algún banco. Ese sistema lleno de subvenciones, de cursos, de burócratas y de lí­deres que han buscado acomodo desvirtuando la lucha de clases.

Si amigos, nos llamasteis antisistema y estamos orgullosos de serlo. También se oyeron gritos llamándoos a vosotros fascistas. Seguro que no lo sois, pero tener ojo, a veces las prácticas y las actitudes pueden desembocar donde no debieran.

Las estructuras que dicen representar y luchar por los pueblos deben de poner estas al servicio del pueblo y no el pueblo ser esclavo de las estructuras. Son con la generosidad, el desprendimiento y con prácticas de justicia, respeto y libertad donde es posible que los seres humanos un dí­a podamos superar el sistema capitalista y construir algo más digno y más humano.