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Emilio Botí­n, uno de los hombres más ricos y poderosos de España, ha fallecido hoy de un ataque al corazón a la edad de 79 años.  La repentina muerte del banquero se llora con amargura desde las más las esferas de la polí­tica nacional donde se dan cita plañideras y estómagos agradecidos. No voy a decir que me alegre de su muerte ni brindaré con champagne, pero a decir verdad me entristece mucho más la muerte silenciosa de aquellos otros que pierden su vida en el puesto de trabajo o se dejan el pellejo tratando alcanzar la frontera de un lugar que alguien les ha descrito como lo tierra prometida y la realidad se obstina en desvelar que no es tal.

Te llego la hora

Botí­n, el “mejor embajador de la marca España” nos ha dejado de forma súbita, casi sin darnos cuenta, pero irremediablemente para siempre. Al fin y al cabo, si hay algo que iguala a oligarcas y menesterosos, a los grandes prohombres del sistema financiero y a los curritos de a pie, esa es sin duda la muerte; quizá el único mecanismo verdaderamente democrático e igualitario de nuestros tiempos.

3 Comentarios para “Los ricos también se mueren”

  1. santiago

    No seré yo quién llore la muerte de un banquero. De un banquero que es capaz de quitarme de mi cuenta más de cien euros por tener una í­nfima cantidad en números rojos y no alcanzar 500 euros en mi cuenta. Una cuenta que vive de la limosna que me manda mi familia para poder subsistir. Supongo que allá arriba le llamen la atención, porque aquí­ no me hacen caso en mis protestas.

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