Nos han vendido (sindicatos).

La Confederación española de organizaciones empresariales (CEOE), y los sindicatos mayoritarios se CCOO y UGT; pactan la moderación en la subida de los salarios del año que viene (2%).

El presidente de la patronal; Dí­az Ferrán, y los ya conocidos, Jose Maria Fidalgo y Cándido Méndez, manifestaron dicho compromiso tras la firma de otro acuerdo, este con nombre más rimbombante si cabe: “Acuerdo Interconfederal para la negociación colectiva (ANC)”; detras de este acuerdo se encuentra otra puñalada por la espalda de los mal llamados representantes de los trabajadores, que como se puede ver aquí­ no responde para nada a dicha definición.

La patronal, que bien sabemos representa a las empresas, y por lo tanto a los empresarios, han quedado, pues para tomar un café y hablar cuatro tonterias con sus “aferrimos enemigos” los sindicatos, en este caso se supone que son los que representan a los trabajadores, que resulta que son dos: CCOO y UGT, solo estos dos, los de siempre. Pues tomando cafe y charlando salió el tema de que que va a pasar con los sueldos el año que viene ya que la inflacción este año se ha incrementado y se encuentra por el 4,2%, se plantea que claro: “subir los sueldos de millones de personas tan así­, a lo bestia, de repente, pues no se puede sufragar”, por parte de los empresarios. Los sindicatos en su papel de defensores y adalides del poder obrero, en un principio se mantienen firmes ¡¡¡Hay que subir los sueldos igual que el IPC!!!, pero los representantes de los empresarios se mantienen tambien firmes, haciendo además una velada verdad; “señores nosotros tenemos el lugar donde estan sus obreros ganandose el pan, quizas los obreros no sean nuestros pero el suelo, la fábrica, las máquinas, las materias primas, son nuestras, son privadas, e igual si esto sigue así­ nos sea más beneficioso producir en otro lado”, concluyen estos.

Los sindicatos planteandoseles esta verdad, viendo que en realidad, si no ceden podrí­an perder su posición privilegiada, de “representantes”, podrí­a ser que los obreros, explotados, ya dejen de creeer en ellos y se empiecen a organizar a margén de su control, en realidad se dan cuenta de una cosa aún mayor y más vital; se dan cuenta de que en realidad se necesitan unos a otros (sindicatos y patronal) para poder seguir manteniendo este sistema de mercancias, de globalización, de exquilmación. Necesitan acerse el juego. Si no hubiera alguien que se auto-proclamase defensor de los derechos de los trabajadores, estos enseguida se darí­an cuenta de su condición de explotados, de desamparados, llegarí­a un momento en que serí­a insostenible, y los trabajadores por dignidad se revelarí­an; bien organizandose en grupos, o bien individualmente, pero serí­an una amenaza ambos, porque serí­an impredecibles, la lucha se llevarí­a a todos los frentes, hasta donde la imaginación y los objetos reales les pudieran llevar, por lo tanto serí­an una AMENAZA.
Los empresarios, para poder parecer algo más humanos proponen una solución que no vendrá del todo mal, y que además puede que apoye y vea con buenos ojos el mismí­simo gobierno. Mientras los sindicatos escuchan con atención, estos proponen lo siguiente: “Ya que el gobierno hace al principio del año un calculo de la media que va subir el IPC, ¿porque no subimos dicha media, y no la propia inflacción del momento a los sueldos?” sabiendo que la media de subida del IPC para este año iba a ser del 2%, los sindicatos vuelven a reunirse en corro y cuchichean: “ESo bajará el poder adquisitivo de los trabajadores?, pero piensan en la anterior conversación, ¿y si se llevan las fábricas?, y uno de ellos hace una pregunta que enmudece al resto, ¿ si se llevan la producción, que hacemos nosotros, a quien representamos, de quien vivimos? otro apunta, ¿de que viviran aquellos que no sepan producir nada?“.

En un golpe de rabia, los sindicatos aceptan, habiendose dado cuenta de muchas cosas en esa breve conversación: y lo que aceptan la subida de los salarios de un 2% el año que viene, aunque la inflación esté en este momento en el 4,2%, y aún a sabiendas de que esto conlleva un descenso en el poder adquisitivo de las familias. Pero se dejan llevar por la ira , dando un puño en la mesa, y viendo peligrar su futuro, se les ocurre una brillante idea, ” pongamos que según nosotros o sea los sindicatos; RECOMENDAMOS : clausulas que garanticen la recuperación del poder de compra si los precios se desvian”, sin saber en que pais viven por que como se desvien más los precio, se descarrilan. De esta manera y aceptando esta recomendación por parte de los empresarios, ya que ven que los otros no están en condiciones de imponer ninguna condición importante, nada, ni ahora ni nunca, mientras exista el capitalismo con su libre mercado, ley de la oferta y la demanda y tantas otras palabras bien-sonantes. Se dan cuenta más en profundidad que es una táctica para salvar su culo, el de los sindicatos, para poder seguir manteniendo su status, pero eso ya ahora da igual, todo da igual; “nos hemos salido con la nuestra se congratulan los empresarios, al año que viene, al no tener que pagar lo que aumente la vida a nuestros trabajadores, nuestros beneficios serán aún mayores, más astronómicos”. Genial el plan ha funcionado piensan. Se carcajean en petit-comité a cuenta de los muertos de hambre de los sindicatos, “pobrecillos, si hasta me dan pena, no se dan cuenta de que somos nosotros los que tenemos el poder y que solo los necesitamos para que calmen los animos de los trabajadores cuando estos empiezan a pensar y a adquirir su conciencia de explotado, son impredecibles. No ven que son los atentos perros que cuidan de nuestro rebaño para que este no se salga del redil, sí­ son perros, pero de vez en cuando hay que saber destensar un poco el collar”.

EL CAPITALISMO ES LA PESTE DE LA HUMANIDAD, EXTERMINEMOS DE RAíZ EL PROBLEMA, Y A TODOS LOS QUE DE ESTE SE APROBECHAN.