Obra social o negocio eclesiástico

Hace ya tiempo que “cajací­rculo” cambio el nombre y se quito aquello de “católico” pero internamente no parece haber cambiado, esta caja sigue estando controlada por esos que estos últimos años han vendido terrenos a constructores-especuladores forrándose de millones mientras en misas anunciaban que ningún rico entrarí­a en el reino de los cielos, la iglesia tiene múltiples formas.

Cuando oigo combinadas las palabras “facultad” y “teologí­a” me entra un escalofrí­o. A estas alturas del siglo veintiuno mezclar fe con conocimiento es una barbaridad sin parangón pero la Iglesia y todas sus formas van siglos por detrás de la ciencia. Llevan años amenazando el Darwinismo porque contradice la Biblia desde sus filas más integristas y no parece importarnos demasiado.

La Obra social de Cajací­rculo y una Facultad de teologí­a van ha patrocinar una Cátedra apodada “Francisco de Vitoria”, ver las partes de esta Cátedra es un tanto triste. Me han llamado la atención las “Aula de formación familiar” y “Aula de formación de valores” son un tanto sospechosas de intentar inculcar la moral eclesiástica.

La iglesia lleva años confundiendo educación con moral y yo que soy un mal pensado creo que lo hacen adrede. A estos irresponsables es necesario alejarlos de las aulas y que cada uno sea libre y componga su valores éticos y morales sin necesidad de que un grupo religioso con intereses económicos y polí­ticos se los imponga a diestro y siniestro.

Todas estas Cátedras, facultades teológicas y negocios que se confunden entre Iglesia, Opus Dei, Vaticano y buenos samaritanos cada vez huelen más a secta, cumplen los requisitos de secta, afecta a todas las capas sociales, intenta dominar la clase polí­tica y obtiene un beneficio sustancial de sus adeptos además su aparato captador es poderoso e infunda engaño.