Publicado por DV & archivado en Internacional, Kurdistán.

Diferentes acciones han sido realizadas en el marco de las jornadas internacionales de acción contra el fascismo del estado turco y en defensa de la revolución de Rojava.

Una campaña bajo el lema “la guerra empieza aquí­“ intenta visibilizar las empresas que suministran armas y dinero al estado turco en el estado español.

El pasado viernes 6 de septiembre en Barcelona realizaron una concentración frente a Indra para denunciar la colaboración con el estado turco en materia de seguridad y también se ocupo una masí­a propiedad Caixabank. En Madrid se realizo una concentración en la Plaza Isabel II.

En el resto de Europa también se realizaron acciones: en Alemania se bloqueo e interrumpió Rheinmetall, en Italia Leonardo&Credit Bank, DSEI en Londres, SAAB& SCANIA en Suecia y RUAG & Andritz en Suiza.

Panfleto repartido en Barcelona:

¡Guerra a la guerra, sus cómplices y patrocinadores!

Concentración contra la industria armamentí­stica: Viernes, 6 de septiembre 2019, 19h en Roc Boronat con Tangér (Metro Glories i Llacuna, Barcelona)

Hace siete años comenzó en Rojava, en el norte de Siria, una revolución que iba a cambiar radicalmente la vida de millones de personas. Después de liberarse de la dictadura del régimen de Assad, la población kurda comenzó a organizarse en consejos, comunas y cooperativas autogestionadas, mientras que la organización autónoma de mujeres se convirtió en la fuerza motriz de la revolución social. Se desarrolló un proyecto multiétnico y multirreligioso, que hoy conocido como la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria garantiza la coexistencia pací­fica de millones de kurdos, árabes, asirios y otros pueblos.

Desde sus inicios este proyecto, único no sólo en el Oriente Medio sino a nivel mundial, ha sido una amenaza para el status quo de las potencias regionales y globales, como también una espina en el ojo de los yihadistas. Durante todos estos años las combatientes voluntarias de las YPJ/YPG/FDS mediante el sacrificio de miles de mártires y apoyadas por la valiente resistencia de la población, consiguieron derrotar a los yihadistas de al-Nusra, al-Qaida y luego de Daesh y liberar el territorio. Sin embargo hoy, otra vez más, toda la población de Rojava se enfrenta a una amenaza inminente, la de Turquí­a y sus aliados yihadistas, hace un par de años rebautizados como Ejército Nacional Sirio. Los tanques y la artillerí­a están esperando en la frontera turca, los aviones de combate cargados de bombas están listos para despegar, decenas de miles de miembros de varias fracciones islamistas sólo esperan una orden de sus amos turcos para invadir a Rojava, masacrar la población y erradicar todos los logros de la Revolución, empezando por las estructuras autónomas de las mujeres. Lo que va a pasar no es difí­cil imaginar mirando a la región de Afrin, ocupado por Turquí­a y sus secuaces desde hace más de un año: asesinatos, violaciones, torturas implementación de sharia, limpieza étnica.

Pero esta guerra, como tantas otras, aunque parece estar lejos empieza también aquí­ en el Estado Español y en Catalunya. Porque ninguna guerra moderna serí­a posible sin la cooperación militar, económica y diplomática de la OTAN, los Estados Unidos, Rusia y los paí­ses europeos.

Y es el suministro de armas y tecnologí­as militares también por parte de empresas españolas que acaba respaldando las polí­ticas de exterminio ideadas por Turquí­a. Los beneficios de estas empresas cuestan millones de vidas. Son algunos de los proyectos e innovaciones tecnológicas concebidos en los altos edificios de oficinas de las metrópolis europeas, entre las calles pulidas de barrios “reinventados” como el de Poble Nou barcelones, que acaban implementados para convertir a otros barrios, con mucho menos glamour y ubicados en los paí­ses lejanos y mucho más pobres, en un paisaje desolado de ruinas y escombros, mientras que sus habitantes terminan muertos, mutilados o refugiados.

Indra Sistemas es una de las principales compañí­as militares en el Estado Español y una de las más importantes en defensa y seguridad en Europa. Mientras que 22% de sus actividades están relacionadas con defensa y el sector militar, su principal cliente es el Ministerio de Defensa español. Los sistemas de vuelo de los aviones y helicópteros de combate, los sistemas de comunicación de toda clase de buques de guerra y carros blindados, así­ como el guiado de misiles que disparan todos estos armamentos desarrollados por Indra Sistemas se están exportando a paí­ses como Turquí­a, Arabia Saudí­, Egipto o Qatar entre otros muchos, es decir paí­ses que directa o indirectamente están implicados en las guerras actuales de Siria y Yemen. Las guerras que en consecuencia producen la grave crisis de refugiadas que huyen de estas mismas y a los que Europa hoy les niega acogida. Además justo Indra Sistemas es una de las tres empresas del Ibex que más partido le han sacado a la intención del Gobierno y de la Unión Europea para reforzar el control de la frontera del Estado Español. Y a esto probablemente se refiere Indra cuando en su propia página web describe su visión de “un futuro lleno de retos, amenazas y oportunidades”.

En el Estado Español las grandes compañí­as de la industria militar cuentan con tan amplio apoyo bancario como en pocos otros paí­ses, por medio de créditos asombrosos que han dado lugar a considerar a un sector de la banca como un verdadero brazo de apoyo a la industria militar, y con estí­mulos públicos por medio de ayudas y subvenciones espectaculares. En abril de 2018, el Gobierno de Rajoy reconoció que no existe, “ni nunca ha existido en España”, un protocolo que detalle los procesos a seguir para la vigilancia de las armas que vende la industria de armamento una vez que éstas llegan a su destino. En caso de Turquí­a, en marzo de 2018 entró en vigor el acuerdo sobre la protección de información clasificada en la industria de defensa firmado con España algunos años antes, algo que permite envolver con aún mayor opacidad las operaciones relacionadas con la industria armamentí­stica.

Denunciamos y atacamos las empresas e instituciones que apoyan al estado turco fascista. ¡Defendamos la Revolución de Rojava!

 

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