Que viene el ministro

Ese al que llaman ministro de justicia y que a mi me gusta más llamar ministro de represión y castigo, para que no nos confunda la neolengua, tiene planeado un viaje a Burgos para mañana. Su intención es reunirse con todos esos semidioses capaces de juzgar a cualquier mortal y aplicarle un castigo justo a sus supuestas fechorí­as, en concreto se reunirá con la Sala de gobierno del Tribunal Superior de Justicia. Cada vez que pienso en jueces y justicia me entra un repelús por el cuerpo que no puedo evitar. ¿Dormirá tranquila esta gente?

Estos señores con toga y martillo dispuestos a aplicar su subjetividad sobre cualquiera que caiga en sus manos amparandose en tratados escritos de los que la mayorí­a de los mortales no tienen ni puta idea van sembrando pánico y el terror, solo tienen un dueño y señor, el dinero, aunque algunos simulan tener su empleo como vocación y dicen obedecer al estado. De entre sus múltiples hazañas me vienen a la cabeza, una muy reciente, es la del compañero Mario Lozano, que fue despedido por presentarse al comité de empresa de Gonvarri; La del proceso de los cabezas de turco de Eladio Perlado¡; la untada(a base de dinero, no de mermelada) general a los familiares de la Calle Sauce, etc…

Entrando en harina, Mariano(ministro de represión y castigo) viene para buscar soluciones y escuchar propuestas que hagan posible mejorar el funcionamiento de la “Justicia” de Castilla y León. Eso de “Mejorar la justicia” suena bien, pero no es lo que parece, mejorar el aparato represor es hacer más jodido el dí­a a dí­a, es controlarnos más. Algunos a los que la verborrea demócrata les ha inundado se creen que vivimos en un sistema de derechos y libertades, pero de eso nada.  Philip Allott, por ejemplo, asegura que la democracia y el capitalismo actual son regí­menes mucho más totalitarios que los que implantaron en su dí­a Adolf Hitler o Stalin, y eso hay que mejorarlo, porque naturalmente pueden ser mucho más eficientes, mucho más totalitarios y más represores.

Pues nada, ellos se reúnen para ver como se mejora el control y la represión en mi ciudad y yo me rí­o de sus mejoras, por no llorar, que ya tendré tiempo de eso cuando me las den a probar.